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Causas justas por Camilo de Ory

Camilo de Ory necesita dinero. Cada lunes, en la sección Causas justas de Libro de Notas, lanza al aire una serie de pensamientos tan erráticos como su visión del mundo y tan breves como su jornada de trabajo. Animamos a los lectores a entrar al trapo y crear a pie de página un bullicioso foro de debate en el que cualquier conducta antisocial tendrá, que nadie lo dude, su justa recompensa.

Por un casco británico para la policía, VII

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Bazares:

Por alguna extraña razón, en España siempre están regentados por extranjeros: más allá de nuestras fronteras el consagrar la vida a dirigir uno o dos de estos no demasiado rentables negocios debe de constituir una solidísima tradición.

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Los dueños de los bazares en España no regatean como los de los bazares de la Kashba: una vez intenté hacerlo con uno y se ofendió bastante. Me compré una radio para escuchar el Carrusel Deportivo, que es una especie de bazar de penaltis.

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La globalización llegó hace años a los bazares: mira uno el escaparate del bazar y ve a los niños chinos trabajando en un sótano de Hong-Kong. Mira el transistor que canta los goles y ve la globalización a pilas. Los bazares, como el Universo, son la consecuencia de una paradoja: la de que la tecnología punta venga de los países del Tercer Mundo.

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Me pregunto si los niños taiwaneses son conscientes de su papel en el mercado: si se dejan arrastrar por la inercia del trabajo esclavo a sabiendas de que lo es o convencidos de que se trata de una bendición del cielo.

Camilo de Ory | 03 de noviembre de 2008

Comentarios

  1. Lucinda
    2008-11-03 09:41

    “Querido Chapas:

    ¿Verdad que nadie conoce el lado bonito de Camilo, y que por eso a muchos no les caigo bien? […] Tengo miedo de que todos los que me conocen tal y como soy descubran que tengo otro lado, un lado mejor y más bonito. […] Cuando se fijan tanto en mí, primero me pongo arisco, luego triste, y al final, termino volviendo mi corazón, con el lado malo hacia fuera y el bueno hacia dentro, buscando siempre la manera de ser como de verdad me gustaría ser y como podría ser… si no hubiera otra gente en este mundo.

    Tu Camilo de Ory”

    Éste es el último párrafo que ha escrito Camilo de Ory. Está fechado en su diario, de cuadros rojos y blancos, a 24 de octubre de 2008, viernes. El 25 de octubre, se presentaron un sargento de la Guardia Civil y dos municipales y detuvieron a Camilo, a un fulano pelirrojo, a la concubina del primero y a las otras tres chatis que convivían con ellos en un piso de Málaga. Fue un chivatazo traicionero. Todos chuparon trena menos Celso, el amigo de Camilo, que me ha hecho llegar el extraño y demente diario de su compañero de cogorzas.

    Camilo espera juicio en la prisión de Alahurín, según las autoridades competentes, malhumorado, gruñón y lamentándose porque otros prisioneros le roban la comida. Le han depilado el vello torácico y ha cogido el tifus, que lo ha dejado en apenas unos kilos y hecho un espectro de lo que fue.

    Camilo no escribió un diario lamentándose acerca de la consabida y ya manida maldad policial con el artista. Su pasmosa ignorancia acerca de lo que verdaderamente estaba ocurriendo en el mundo lo salvó de caer en esa trampa de resentimiento, y en su lugar dejó un grueso calco de sí mismo, de los pensamientos de un treintañero del año dos mil, coqueto, enamoradizo y profundamente consciente de la cutrez de su existencia, que confiaba a su camello, “El Chapas”, pensamientos acerca de la difícil convivencia con su tronca, la tortura de vivir hacinados, compartiendo un espacio asfixiante a la par que erótico con varias turgentes becarias erasmus. Quiere ser escritor. La pasma no le ha arrebatado ese sueño: piensa publicar tanto su diario como unos cuantos cuentos cortos repletos de ingenio, soleados, divertidos.

  2. Cayetano
    2008-11-03 13:28

    Ya se que son licencias literarias y tal, pero me gustaría precisar que la “tecnología punta” no viene de los paises del llamado “tercer mundo”.

    La secuencia habitual es: Una empresa desarrolla un producto que luego se manufactura en otro para venderse en otros. (omito intencionadamente posicionar paises: primero, segundo o tercero) Etc.

  3. Lucinda
    2008-11-03 13:53

    ¡Eso es, Cayetano! ¡Destapemos las falsedades de este impostor!

    Camilo es bello, sí, pero trapacero.

  4. Cayetano
    2008-11-03 14:14

    Si Manuel, es lo malo de generalizar. las empresas que yo conozco el desarollo del producto de hace aquí (I+D incluido) pero la producción de traslada a otros paises. Es muy posible que las cosas en un futuro puedan cambiar …

    Y bueno, Lucinda, no quiero convertir el espacio de Camilo en un lugar demasiado serio así que dejemos que Camilo se tome las licencias que desee en aras de la locura y el bullicio que caracteriza su sección ;-)

  5. Lucinda
    2008-11-04 08:10

    Que ciertos iluminados digan que Camilo de Ory es “El Cervantes del s. XXI” es pegarle un bofetón del revés a toda la Historia de la Literatura, un espinillazo al páncreas del Siglo de Oro y escupirle en la cara al mismísimo genio de Alcalá de Henares, que no tiene la culpa de estar muerto y de haber creado – de verdad- una obra de arte en un montón de papeles.

    Por ello, y después de leer sobre sus “Cosas con la lengua”, inauguro sección de tipos malos con Camilo de Ory, ese escritor que nunca supe ni quise comprender. Vamos, que le detesto, y que me parece que su obra es insípida, banal, estúpida y desfasada.

  6. Plañidero Pustular
    2008-11-04 19:17

    Propongo desde aquí organizar una colecta benéfica a favor de Don Camilo, cuya maltrecha y desmejorada prosa necesita sin lugar a dudas una cura de reposo e inacción. Yo mismo me postulo como tesorero.

    Quisiera a este respecto solicitar a Don Camilo que se avenga a posar yaciente en una cama, con el embozo cubriéndole hasta la barbilla, un termómetro entre los labios y la mirada a cámara lánguida y doliente. Que fuera de esta guisa expuesto en vallas y marquesinas a fin de despertar la compasión y bonhomía de aquél que observare la escena, quien de no entregar al punto toda carga numismática que llevare encima, debiera ser tachado de grotesco patán, y como tal vituperado y cubierto de esputos.

    ¿Acaso, amigos, no haría don Camilo lo mismo por nosotros?
    (Lo de la donación, no lo de los esputos)


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