Camilo de Ory necesita dinero. Cada lunes, en la sección Causas justas de Libro de Notas, lanza al aire una serie de pensamientos tan erráticos como su visión del mundo y tan breves como su jornada de trabajo. Animamos a los lectores a entrar al trapo y crear a pie de página un bullicioso foro de debate en el que cualquier conducta antisocial tendrá, que nadie lo dude, su justa recompensa.
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Se parece el gesto de rubricar al de tachar barrocamente el propio nombre.
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El plátano, la fruta a la que los poetas han comparado con el oro.
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El plátano también está presente en el mundo del arte: Andy Warhol pintaba plátanos, Carmen Miranda hizo del plátano una forma de peinado e incluso Walt Disney le dedicó una canción que puso cobardemente en boca de un oso.
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Respecto al 84: es imposible vivir sin sol, pero muchos filósofos y algunos países comunistas llevan siglos o décadas viviendo sin Dios.
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Envidiar es una forma de esperar ser como el envidiado, o más bien que la suerte de éste cambie: no en vano se dice que la envidia es de color verde, igual que la esperanza.
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Primavera: por alguna extraña razón que probablemente tenga algo que ver con la crueldad del género femenino, las muchachas sonríen a quien nunca sonreirían y le hacen concebir vanas esperanzas de cópula.
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Siempre el ruido sin eco.
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Apilado el libro, y no en pie agotador.
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Una buena melodía dignifica la palabra más hueca. Pero es que ser hueco es mucho: puede el verbo estar preñado de tantos padres necios.
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Por una oquedad salvadora, en ese caso.