Camilo de Ory necesita dinero. Cada lunes, en la sección Causas justas de Libro de Notas, lanza al aire una serie de pensamientos tan erráticos como su visión del mundo y tan breves como su jornada de trabajo. Animamos a los lectores a entrar al trapo y crear a pie de página un bullicioso foro de debate en el que cualquier conducta antisocial tendrá, que nadie lo dude, su justa recompensa.
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Toma el objeto que tengas más a mano y piensa que será el ánfora más o menos etrusca y codiciada del mañana.
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La oración o la carta desesperada al amado que no responde.
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Un próximo Concilio para renovar el imaginario: las palomas que acosan en las terrazas a los clientes de los bares no son unas buenas candidatas para seguir haciendo el papel de Espíritu Santo y ejercer de embajadoras de arriba aquí abajo.
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Babel bendito en el que la ofensa no es descifrada por su destinatario.
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La democracia, o el ingenioso sistema que propicia que los enemigos del orden establecido no tengan tiempo de subvertirlo antes de que la naturaleza de éste, al menos de manera superficial y en apariencia, cambie.
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Dios privilegia a los insectos y bacterias, al permitir la descomposición de unos cuerpos sumisos e inertes que bien podrían servir al hombre para colmar su sed carnal y desahogar sus arrebatos violentos. Prueba de que el mundo está concebido de acuerdo con las reglas animales del juego (la muerte como proveedora de pitanza) y no con las espirituales.
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Dos polillas en la pared se dan la espalda al copular, como harían los viejos matrimonios si pudieran.
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Llueva café en el campo, esperemos que no hirviendo.
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Los huevos de gallina, por qué de seis en seis o en múltiplos de seis.
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Apocalipsis: no quedará nadie en la Tierra para despreciar a las cucarachas.