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Fantasmas y Trasgos Unidos por Glòria Langreo

Siendo socios de honor en La Sociedad de Amigos y Protectores de Espectros, Fantasmas y Trasgos que creó Gloria Fuertes, el 17 de cada mes, Glòria Langreo tratará de proteger los derechos de toda la imaginería ilustrada de garabatos para grandes y pequeños.

Beatrice Alemagna

Hace un par de meses, en la columna de ilustrados navideños, destacábamos un libro que, aparentemente, nada tenía que ver con la Navidad, sino más bien con la condición infantil. Éste era ¿Qué es un niño? (Ediciones SM, 2009) de Beatrice Alemagna. Decíamos, que íbamos a dedicar una columna especial a la autora, y para que veáis: aquí no se miente. ¡Hemos podido hasta hacerle alguna pregunta!

Beatrice, es una gran ilustradora y escritora Italiana (aunque francesa de adopción) nacida en Bologna en el 73. Con más de 20 títulos a sus espaldas, ha sido ganadora de prestigiosos premios. En 1996 obtuvo el primer premio en Figures Futures del Salon Du Livre et de la Presse Jeunesse de París, el Baobab en 2005 y 2006, y una mención especial en los premios Bologna Ragazzi en 2007 por Un león en París (Ediciones SM, 2007).

Su obra destaca, estéticamente, por su particular creación de personajes y la técnica que utiliza (collage, pintura, foto montaje, tinta, y en el último par de años incluso costura, fieltros y botones…) y narrativamente, destaca por la inquietud de sus historias. Los libros de Beatrice, son aparentemente infantiles, pero las historias de las que nos habla no lo son para nada. Nos habla de sensaciones incómodas, de la razón de ser y de la condición humana, y lo hace utilizando niños, animales, monstruos, y un lenguaje de lo más sencillo. Beatrice asegura no haber abandonado nunca la visión infantil de las cosas, y desde bien pequeña supo que quería dibujar y contar historias, como las de Gianni Rodari, Bruno Munari y Emanuele Luzzati.

Beatrice, los personajes que dibujas están en el equilibrio perfecto entre el feísmo y los seres más adorables de la creación, ¿tienes feedback de cómo encaja este tipo de personajes un niño?

B.A.> No creo que la fealdad y la belleza sean valores objetivos. Yo busco incesantemente la belleza en lo feo y la fealdad en lo bello ¡para mi es un gran cumplido que me digas que mis personajes están en perfecto equilibrio entre los dos! Por la parte que me toca, mis personajes nunca han sido considerados desde un punto de vista puramente estético, por suerte, y esto permite que tengan capacidad para llegar e interrogar al lector. Los niños llegan a los dibujos sin ninguna idea apriori del argumento. Se ponen ante los dibujos con ganas de aprender, de entender, de analizar… Muy a menudo se ríen ante las caras de mis personajes, o se quedan sorprendidos: sin comentarios.

Tu obra, es esencialmente artesanal ¿Qué piensas del uso del ordenador? ¿Crees que facilita el trabajo a los ilustradores o por el contrario es una barrera a la hora de experimentar?
B.A.> El ordenador es un instrumento extraordinario que me gustaría saber usar con soltura. Para mi, aún es un gran misterio lleno de obstáculos. Creo que una ilustración realizada con el ordenador y una tradicional son, de hecho, muy diferentes, pero la clave está en la emoción que se llega a transmitir, y por lo que respecta al proceso artístico, al deseo personal del autor. Yo amo la relación directa con el papel, adoro el ruido del lápiz sobre la hoja, el olor del pegamento, y miles de otras cosas de las que no quiero alejarme. Probablemente tengo mucho que aprender y entender aún de mi relación con lo artesanal antes de dar el salto al medio tecnológico.

Beatrice lleva más de 10 años publicando en todo el mundo, y, a pesar de que tuvo que moverse de Italia a París para iniciar su andadura como ilustradora y autora, ahora mismo su obra está traducida en más de 10 idiomas.

Sobre el panorama editorial actual ¿qué piensas de los álbumes ilustrados que se están publicando?
B.A.> Creo que depende mucho de los países. Solo conozco bien la edición en Italia y en Francia. En Italia, por ejemplo, ha cambiado muchísimo en los últimos cuatro o cinco años: los editores están evolucionando gracias a decisiones más valientes y diversas. Ahora mismo, hay libros que era impensable que se editaran hace cinco o seis años. Editores como Topipittori u Orecchio Acerbo, han contribuido directamente a esta renovación cultural. A su vez, creo que en Francia, mi país adoptivo, se están acomodando o incluso están retrocediendo hacia decisiones más banales y repetitivas, que no hacen honor a la fama vanguardista y contracorriente que tuvo la editorial infantil francesa en los primeros años de la década de los noventa y el dos mil.

…siempre hablamos de álbumes para niños. Tengo la sensación de que las editoriales no terminan de arriesgar en la obra ilustrada para adultos…
B.A.> Todavía queda mucho camino por recorrer. Lamentablemente no sé si el público adulto está preparado para aceptar que los textos vayan acompañados de ilustraciones. Es un riesgo, incluso hoy, que realmente nadie está dispuesto a asumir. Teniendo en cuenta la crisis y que el mercado editorial está saturándose, me parece comprensible.

¿Qué piensas de la auto edición? ¿Lo ves como una posible solución al problema editorial?
B.A.> ¡Claro! ¿Por qué no? Si se tienen medios para auto financiarse los proyectos propios, puede ser una gran solución para publicar. El único riesgo que se corre al publicarse a uno mismo de forma independiente es que no tienes detrás un ojo experto y conocedor, como el de un editor, que te guíe y aporte cambios, a menudo muy útiles, en tus primeros proyectos.

Afortunadamente, Beatrice si ha tenido editores detrás de ella, y su obra ha llegado también a España, donde tenemos la suerte de contar con algunas traducciones de sus obras. Solo tenemos que movemos un poco por librerías, para conseguir obras que todavía no han asomado la cabeza en la editorial española.

Uno y Siete (Ediciones SM, 2003) y El paseo de un distraído (Ediciones SM, 2007) son dos adaptaciones de las historias de Gianni Rodari y de las primeras obras que Beatrice publicó en España. En la segunda, podemos ver unas de las escenas de personajes más bonitas de la obra de Beatrice, en las que casi podemos imaginar las voces y movimientos de los actores, como si se trataran de pequeños teatrillos de marionetas.

Omega y la Osa (Kókinos, 2008), es un álbum de medidas colosales (40,5 × 30,5cm) que todos deberíamos tener en casa si las estanterías lo permitieran. La historia, de Guillaume Guéraud, nos cuenta cómo Omega, una niña que sueña despierta durante el día, observa ensimismada, noche tras noche, y a través de su ventana, a una gran osa de largo pelaje y grandiosas dimensiones a la que todos los adultos y animales del bosque temen. Una noche, la osa, le ofrece un paseo a través del bosque que dura hasta el amanecer.

Las enormes páginas de este libro hacen que las ilustraciones de Beatrice tomen vida propia, y que utilizando fotografías, texturas de otro mundo y perspectivas imposibles, nos enamoremos de Omega y de su Osa.

Otra obra de grandes dimensiones (35×29cm) de Beatrice, es Un León en París (Ediciones SM, 2007), esta vez sí, con textos de la autora. Este álbum nos cuenta la melancólica historia de un León que viaja desde la Sabana a París, donde todo le resulta lejano, frío y poco acogedor. La gente es extraña y lleva barras de pan bajo el brazo, y nadie se percata de su presencia. La tristeza invade al rey de la selva, hasta que encuentra su lugar en la gran ciudad, convirtiéndose en estatua de una gran plaza a la que todo el mundo visita y ama. Tal vez, se trata de un exorcismo de la propia autora cuando llegó a la ciudad.

De ¿Qué es un niño? ya hablamos en navidades, pero no está de más recordar que se trata de un álbum vertical, centrado en retratos, o primeros planos, de niños reflexionando sobre su condición como tales, y cuyos textos también son de Beatrice.

Mi Amor (Fondo de Cultura Económica, 2009) y El País de las Pulgas (Phaidon, 2009), son dos de las obra donde Beatrice utiliza fieltros, telas, estampados y el hilo y la aguja, que han llegado a nuestras librerías. En la primera, un extraño ser con pespuntes y botones, se pregunta qué o quién es: no es un león, ni un cocodrilo, ni un castor ¿Qué es? La respuesta se la dará el único ser que no se hace esa pregunta. Y la segunda, es la divertida historia de seis simpáticas pulgas que viven en una manta de fieltro en un jardín.

Por último, de su bibliografía editada en España, está Cancioncillas del Jardín del Edén – 28 canciones Judías- (Kókinos, 2009), que forma parte de una maravillosa colección de la editorial Kókinos (Un libro, un cd), donde se recopilan canciones infantiles populares de todo el mundo, marvillosamente ilustradas por autores excepcionales. Otros títulos de la colección son A la sombra del olivo (El Magreb en 29 canciones infantiles), Canciones infantiles y nanas del Baobab (El África negra en 30 canciones infantiles), y Canciones infantiles y nanas de Babushka (29 canciones infantiles eslavas) y Cancionero Infantil del Papagayo.

Después de tantos años en la ilustración ¿Qué proyectos de futuro tienes?
B.A.> Voy a intentar trabajar como editora durante un tiempo. Me lo han pedido, y después de muchas dudas he decidido intentarlo. Lo haré sin tomarme muy en serio, y sobretodo con mucha humildad. Yo soy escritora e ilustradora, no he tenido nunca formación como editora, pero creo que tengo una visión adecuada sobre los textos e ilustraciones de los álbumes para niños. A parte de ser mi pasión y sustento desde hace años, siempre he tratado de ver qué funciona y qué no funciona en los libros que tengo delante. Mi gran defecto es la exigencia extrema, que espero poder corregir en esta nueva faceta.

Y a parte de editar ¿no has pensado nunca en hacer animación?
B.A.> He hecho un pequeño cortometraje a partir de una fábula de Gianni Rodari La passeggiata di un distratto (editado en Francia por Seuil, en 2005, y en España por SM, en 2007). Es un pequeño corto de 6 minutos, realizado en stop motion, es decir: fotograma a fotograma. Los personajes eran marionetas que hice yo misma, y también los decorados y la voz que narra. Ha sido una experiencia maravillosa crear todos los elementos y ver en pantalla cómo se movían las marionetas y los decorados. Es un trabajo muy largo y laborioso. Me gustaría mucho repetir la experiencia, pero creo que la siguiente vez lo haré con un equipo detrás, y con apoyo económico.

Hablando de apoyo económico ¿Se puede vivir de la ilustración? ¿Podrías vivir sin ella?
B.A.> Hace muy poco que he logrado vivir exclusivamente de la ilustración, tras diez años de trabajo. Creo que aunque cambiara completamente de trabajo, seguiría escribiendo historias y dibujando, porque me resulta doloroso cuando paso un tiempo sin dibujar. Además, en cuanto una imagen aparece ante mis ojos, siempre quiere contarme alguna cosa.

La entrevista ha sido realizada en Enero de 2010, con traducciones de Carlos Acevedo y Giulia Rinaldi.

Glòria Langreo | 17 de febrero de 2010

Comentarios

  1. delaingle
    2010-02-17 12:24

    Me quito el sombrero.

  2. Marcos
    2010-02-17 16:06

    Y yo me quito el sombrero y los calcetines, y lo que haga falta. Grande, Glòria.

    Saludos

  3. germán
    2010-02-18 02:16

    Muy buena nota. Un descubrimiento para mí, o mejor dicho, dos: Beatrice y Glòria. Sls.

  4. Glòria
    2010-02-20 02:06

    Woow!! Muchas gracias, me habéis sacado los colores :-)

    Germán, realmente Beatrice es una maravilla… Vale la pena rastrearla!!

  5. candi
    2010-02-21 15:08

    Me uno a tus fans: ¡magnífico, Gloria! Gracias. Saludos.


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