Camilo de Ory necesita dinero. Cada lunes, en la sección Causas justas de Libro de Notas, lanza al aire una serie de pensamientos tan erráticos como su visión del mundo y tan breves como su jornada de trabajo. Animamos a los lectores a entrar al trapo y crear a pie de página un bullicioso foro de debate en el que cualquier conducta antisocial tendrá, que nadie lo dude, su justa recompensa.
154
Metro suburbano: un lugar discreto en el que indigir, un lugar más seguro para cometer fechorías y ocultarse: un lugar más bajo al que caer.
155
Lo mejor del metro es que permite sepultar a los músicos callejeros veinte metros bajo tierra.
156
Siempre he pensado que es importante ponerle un nombre atractivo a las cosas: va a ser difícil que se apruebe una buena ley sobre la eutanasia mientras insistamos en llamarla así. Es mejor decir brisa de primavera. ¿Quien tendría inconveniente en estampar su feliz rúbrica al pie de una ley que autorice y financie la brisa?
157
Hay dos tipos de reunión nocturna en la playa de verano: las de la juventud sana, donde la diversión consiste en jugar un rato al rugby y echar una partida a las cartas o al parchís, y las buenas. Después de las primeras uno vuelve a casa con arena en los zapatos; después de las segundas uno lo hace con arena en los zapatos y glorioso barro germinativo en la conciencia.
158
Oscuridad: creemos que lo que no se ve no es. Por la mañana regresa la luz y lo que se ve son ojeras y gestos demudados de arrepentimiento.
159
En ocasiones valoramos más la firma que lo firmado; en otras la valoramos más que al firmante.
160
Creo que la pasión por los originales es más una cuestión de esnobismo que de sensibilidad artística: yo no sé qué diferencia hay entre un cuadro y la foto a tamaño natural de ese cuadro.
2009-03-16 10:27
La diferencia entre el original y la copia es, por definición, “aquello que no se puede copiar”. Y ese es un nombre aun mejor que “brisa de primavera”, (que podían utilizar las discográficas para vender CDs originales)
2009-03-16 11:50
160 y 158 me parecen estrechamente relacionados. Lo que ocurre es que en realidad pensamos que lo que se ve no es, y necesitamos de un autor que testifique ha visto eso que nos cuenta (en mi discreta opinión). En cuanto a eutanasia/brisa, las dos tienen nombre de mujer y es bonito pensar que una mujer te acoje en su seno; es como la recíproca onomástica de una natividad. Estaría más por cambiar el término “muerte natural”, que no sé qué puede tener de natural alguien tan egoísta como la muerte. ¿Existe y hemos acuñado el término “vida en conserva”, en justa contraposición? ¿Qué mecanismos lingüísticos consiguen que nos parezca completamente lógico lo totalmente absurdo?