Libro de notas

Edición LdN
Sillón-Ball por Luis A. Blanco

El día 15 de cada mes nos asomaremos al deporte desde un punto de vista relajado, tal y como se disfruta desde el sillón. Pretendemos analizar de un modo distinto al habitual cuestiones de actualidad, momentos míticos o incluso recuerdos personales. Para ello, Luis A. Blanco se aprovechará de su conocimiento enciclopédico sobre el pasado y el presente del deporte para salpicar sus historias con anécdotas, trivialidades o datos poco conocidos para el gran público.

Eurosport, o cómo descubrir otra manera de hacer televisión deportiva

Desde luego, un ingrediente fundamental a la hora de practicar sillón-ball en condiciones es una retransmisión, preferiblemente en directo. Y si además, tenemos acceso a un canal dedicado exclusivamente al deporte, podremos descubrir que no hace falta ceñirse a los estándares habituales y se puede tener éxito con un planteamiento alternativo, pero de calidad y riguroso. Esa es, a mi juicio, la estrategia que sigue Eurosport, o al menos la que como simple espectador de a pie he percibido.

La verdad es que cuando uno tropieza con este canal por primera vez, la sensación general es de extrañeza: un alto porcentaje de su emisión consiste en deportes que no suelen aparecer en la televisión, y que incluso pueden rozar el tratamiento de frikismo. No obstante, si estamos ociosos, o no encontramos algo realmente interesante en otros canales, al final nos vence la curiosidad y nuestro lado friki se decanta por descubrir el nuevo deporte que tan amablemente nos ofrecen. Yo, que de friki tengo los dos lados, he caído bastantes veces.

Pongamos, por ejemplo, el snooker. Sí, es ese ¿deporte? que llena innumerables horas de programación en las noches de invierno; es una modalidad de billar practicada fundamentalmente en las Islas Británicas, con una mesa muy grande, y muchas bolas de colores que hay que introducir en las troneras de la mesa, siguiendo unas reglas un pelín complicadillas. ¿Quién podría resistirse a una retransmisión de varias horas, los dos contendientes jugando partida tras partida, hasta media hora cada una, hasta acercarse a la victoria final, 18 partidas ganadas? Pues llegan los mundiales, en abril y mayo, y ahí nos quedamos hasta las tantas de la madrugada de un lunes esperando que se decida la cosa. Y luego comentas la jugada con tus amigos (¿viste el 147 de anoche?), eso sí, sólo los más frikis, admirado por lo que hacen unos tipos que, aunque parezca mentira, ganan una pasta practicando snooker profesionalmente.

Por cierto, la prueba fundamental para saber si alguien ve regularmente snooker es fácil: basta preguntarle si conoce a un tal Ronnie O’Sullivan y, en caso afirmativo, esperar a ver cómo define al susodicho. El grado de entusiasmo (a favor o en contra, da igual) en la respuesta es directamente proporcional a las horas de snooker contempladas.

Siguiendo con las retransmisiones donde Eurosport pincha directamente la señal de la BBC, reconozco que al menos un par de miraditas al mundial de dardos sí que he echado. Mundial que, como no deja de ser lógico, se celebra en un garito con toda la pinta de pub gigante, también a un número increíblemente grande de partidas, y entre personajes muy variopintos, con sus mujeres y sus incondicionales allí sentados en las mesas, montando un jaleo terrible.

Pero bueno, ¿quién no ha jugado alguna vez a los dardos o al billar, aunque sea a otras modalidades diferentes de las aquí expuestas? Ahora, lo de las bolas (creo que se dice así, mi Eurosport es en inglés/alemán, y allí dice Bowls) es algo que sólo he visto por la tele. He logrado deducir que las reglas son parecidas a las de la petanca, sólo que se juega sobre una moqueta de unos veinte o treinta metros de largo y, en vez de tirar bolas metálicas, se hacen rodar una especie de discos blanditos de algo que parece cuero, con el borde muy ancho, que pueden quedarse tumbados o de canto. Por cierto, que hace un par de meses me encontré, zapeando, con una prueba del Grand Slam de un deporte que nos suena algo más por aquí, los bolos de toda la vida.

Desde hace un par de años, los amigos de Eurosport nos ofrecen casi todas las noches un catálogo muy variado de deportes de contacto. Reconozco que nunca me ha entusiasmado este tipo de deportes, así que zapeando me he llegado a encontrar con boxeo (estándar y tailandés) o lucha libre americana (lo que aquí conocemos, por mor y gracia de los orígenes de Telecinco, por Pressing Catch). Un poco más me he llegado a detener en, pásmense, campeonatos de pulsos. ¿Sabían que si las manos de los contendientes se separan antes de determinar el vencedor, el asalto se repite con las manos fuertemente atadas una a otra?

Sin olvidar que fue gracias a Eurosport y en noches aburridas como aprendí las reglas del Poker Texas Hold’em. Ahora han debido perder los derechos de los programas resumen porque llevan un tiempo sin aparecer por la parrilla.

Tampoco creo que tenga mucha audiencia la noche de los miércoles, el reclamo de Eurosport a su target más elitista. Patrocinado por marcas como Rolex, se da un resumen de los últimos acontecimientos en golf, vela e hípica. Bueno, al menos son deportes olímpicos.

Los fines de semana de verano, el protagonista es el motor. Motociclismo (aunque ya no retransmiten el mundial de velocidad, les quedan las Superbikes y algún otro campeonato menor) y, sobre todo, automovilismo (monoplazas, turismos, prototipos, rallies…), tan variado que los domingos por la noche se ofrece un resumen recapitulando los mejores momentos, y los resultados.

En invierno no hay motor, pero tenemos el Winterpark. Un extraordinario despliegue, gracias a la coordinación de horarios, que permite la retransmisión sucesiva de esquí alpino y nórdico (fondo, saltos y combinada), biatlón y patinaje artístico. Con repeticiones de las mejores competiciones y, por supuesto, el resumen dominical. La única pega es que a veces los retrasos en los saltos o el alpino repercuten en el resto de retransmisiones. Y que el torneo de los Cuatro Trampolines lo ofrecen en diferido por problemas de derechos. Una competición muy recomendable es el Tour de Ski, una prueba de esquí de fondo por etapas que es una sucesión de todas las modalidades (sprint, fondo en línea y fondo en persecución, en estilo libre o clásico), con un final espectacular subiendo por una pista de alpino en Val di Fiemme. Bastante interesante si uno se aburre en las vacaciones de Navidad. Desde luego, a mí me han aficionado al deporte blanco.

¿Y el curling? Sí, es ese deporte parecido a la petanca, sólo que se juega sobre hielo, en equipos de cuatro, deslizando piedras de veinte kilos de peso. Reconozco que cuando juega el actual campeón olímpico femenino, el equipo sueco en el que hace de tercera Eva Lund, puedo quedarme horas mirando, ya que los partidos también suelen ser bastante largos. Mundiales y Europeos no faltan en la programación de Eurosport.

Pero…¿y el fútbol? Evidentemente este tipo de canales no puede competir en las subastas de compra de derechos de campeonatos importantes, pero a cambio ha firmado acuerdos con FIFA y UEFA que le posibilitan dar campeonatos de selecciones femeninas absolutas, e inferiores de ambos sexos. Además de partidos oficiales de selecciones absolutas en diferido, y amplios resúmenes de Champions y Europa League. Así que de vez en cuando nos encontramos con sobredosis de un fútbol que, la verdad, tampoco interesa a muchos. Quizá algo más de público pueden tener los programas resumen de las ligas europeas de fútbol, el Eurogoals. Lástima que falten las grandes: ni española, ni inglesa, ni creo que italiana.

El fútbol también suele ser protagonista de Watts, el programa de zapping donde se muestran porrazos, goles o fallos increíbles, y espectadores muy peculiares. Nada que no hayamos visto ya. Sí que nos enseñaron, hace un par de navidades, las hazañas de un tipo muy recomendable, el espontáneo y caradura Rémi Gaillard. Menudo personaje.

Este verano Eurosport se hizo con los derechos, en algunos países, de la Golden League de atletismo. Yo, que veo la versión alemana (con comentarios en inglés, no me pregunten cómo se hace, yo le doy al número 8 en mi televisor y ahí está), pude disfrutar de las mejores reuniones mundiales. Pero no era posible seguirlas a través de la versión española.

Y es que las diferentes delegaciones locales de Eurosport tienen una pequeña libertad para poder emitir competiciones que interesen más en sus países. Yo lo noto porque, evidentemente, me quedo sin comentaristas en inglés y sólo escucho el sonido ambiente. No está mal ver algún partido de la Champions League de balonmano, siempre con algún equipo alemán, pero lo que no recomiendo son los play-offs de la Bundesliga de baloncesto. Debería estar prohibido jugar tan mal.

Con todo esto, la verdad es que no parece que haya dejado a Eurosport en buen lugar. Sin embargo, mi opinión es que es un canal imprescindible para todo buen aficionado al deporte. Y eso es porque su cobertura y dedicación es inmejorable cuando se trata de grandes eventos.

Pongamos por ejemplo los Grand Slam de tenis (excepto Wimbledon, otra vez por problemas de derechos). Multitud de partidos en directo, conexiones puntuales con varias pistas para seguir otros encuentros además del retransmitido, un concienzudo programa resumen al final de cada jornada repasando lo más importante, y en su plataforma en internet, la posibilidad de elegir entre seis pistas para ver los partidos en directo.

O las grandes vueltas ciclistas, retransmitiendo prácticamente todos los kilómetros producidos por las cadenas que generan la señal. Resumen al final del día, repetición de los últimos kilómetros por la noche y antes de la etapa del día siguiente, una justa ración de entrevistas…Bien es cierto que antes retransmitían más pruebas fuera de las grandes, como algunas vueltas de una semana y más clásicas de un día.

Mundiales y Europeos de natación y atletismo también son cubiertos admirablemente; si bien en los de natación sólo se centran en saltos y carreras, en los de atletismo se ofrece todo desde el principio hasta el final, con entrevistas puntuales y un exquisito cuidado en dónde colocar los cortes publicitarios.

Y desde luego, cuando más se agradece tener Eurosport es durante los Juegos Olímpicos, ya sean de invierno o de verano. Por supuesto, programación exclusiva las 24 horas. Durante el día, sólo hay directo. Ya habrá tiempo durante la noche y la madrugada de ofrecer resúmenes o entrevistas. Un ritmo muy alto, la obvia ventaja de no centrarse en los deportistas de ningún país ni en un deporte en concreto, o la seguridad de que es imposible perderse ningún gran momento hacen a esta cadena en imprescindible esos treinta días cada cuatro años. No como otras plataformas que no quiero nombrar, que con tres canales a su servicio son capaces de ofrecer la final de los 10.000 metros de los JJOO de Pekín con un diferido de 25 minutos, o de ignorar directamente finales de los deportes rey porque tienen que ofrecer partidos de fase previa de hockey hierba o waterpolo de la selección propia. O todo el torneo de fútbol porque lo juegan un puñado de profesionales de la liga nacional.

El resumen nocturno de Eurosport durante los juegos de Pekín era un must-see, con todo lo importante que había ocurrido, con narración en directo, y un invitado de categoría. Nada que ver con lo que se veía por ahí. ¿Alguien dijo Gomaespuma?

Yo lo tengo claro, Vancouver 2010, con su diferencia horaria ideal para ver las competiciones al volver de trabajar, será seguido por Eurosport. Esperemos que tras el apagón analógico, la antena parabólica de mi edificio siga en pie por mucho tiempo y lleguemos también a las competiciones importantes del verano. Si no, siempre nos quedará la red.

Por cierto, como curiosidad les dejo un par de datos: la emisión más vista en la historia del segundo canal de la BBC y, además, la emisión más vista en la historia de la televisión británica después de medianoche, corresponde a la final del Mundial de snooker de 1984, cuando Dennis Taylor, que además llevaba unas muy extravagantes gafas, y Steve Davis, empatados a 17 partidas, se jugaron la última y definitiva a ver quién embocaba la bola negra, con fallos espectaculares. Y, en los dos últimos Juegos Olímpicos de Invierno, el deporte con más audiencia en los Estados Unidos fue el curling. Reconocerán que somos unos cuantos, los frikis que andamos por el mundo.

Luis A. Blanco | 15 de diciembre de 2009

Comentarios

  1. josep m. fernández
    2009-12-15 14:55

    Recientemente me chupé enterito el mundial de halterofilia, aunque la categoría reina la emitieron en diferido porque se les solapaba creo que con algo de fútbol playa o voleibol. También emitían hace tiempo las competiciones ésas del hombre más fuerte del mundo. Había un policía creo que finlandés que ganaba siempre.

    En cualquier caso y curiosidades aparte desde hace unos años se ha convertido en la única manera de ver el Giro por la patilla aunque sea en alemán porque TVE dejó de emitirlo y ningún otro canal tomó el relevo y ya sólo por eso merece la pena encaramarse al tejado a colocar un plato.

  2. Manuel Haj-Saleh
    2009-12-15 15:03

    Yo me he quedado alguna vez hasta las tantas mirando como un bobo el campeonato de poker o de billar. En ambos casos las pintas de los jugadores son, como poco, objeto de estudio.

    El artículo es muy-muy bueno, pero me parece fatal que sólo menciones el fascinante deporte (jiji) del curling de pasada. Sabías que sale en una película de James Bond, incluso?

  3. Yomismo
    2009-12-15 15:35

    Tengo que confesar qe me hice amante del snooker gracias a eurosport, me parece un deporte apasionante el otro día la final del uk championship duro casi 7 horas.

  4. Federico Lambea Osuna
    2009-12-15 18:10

    La verdad es que si no fuera por Eurosport, nunca hubiera tenido acceso a tanto Fútbol Femenino (FIFA 2007, Sub17 y Sub20, UEFA, 4 Nations, Peace Queen Cup…), ha sido un hallazgo frente a la espantosa sequía de todos los demás canales que se dicen deportivos, que lo son, pero masculinos en su inmensa mayoría.

  5. Clyde
    2009-12-15 23:52

    Sí que eres friki… te has olvidado comentar los problemas que Eurosport puede ocasionar en una relación de pareja.

    Ya en serio, interantísimo artículo.

  6. Alberto
    2009-12-16 10:51

    Cuando veas los juegos de invierno estate atento al Bobsleigh ;-)

    Las pintas del poker son algo increíble, hay toda una parafernalia que uno no se podría imaginar a priori en torno a los jugadores. Hay una película ridícula y penosa de Curtis Hanson que se llama “Lucky You” que habla de jugadores de poker en Las Vegas. Lo único que merece la pena de verdad son los veinte minutos finales dedicados al campeonato del mundo que se celebra en la ciudad, donde —exceptuando a los protagonistas— todos los jugadores que aparecen son auténticos. Está el veinteañero que sólo había jugado por Internet, con gorra de béisbol y litros de coca-cola, el que va con gafas de sol, capucha, bastón y no sonríe jamás, la jugadora de sesenta años que ha visto mundo dos veces y ha vuelto… genial

    Ahora, lo del Snooker es para estudiarlo. Por supuesto yo también me he pasado madrugadas enteras fascinado con las competiciones y con ese maravilloso personaje que es el árbitro, con sus guantes blancos y su precisión de mayordomo británico de 1935. Yo creo sinceramente que el truco del éxito del Snooker está precisamente en lo que apunta Luis: Eurosport hace unas retransmisiones brillantes, donde se lo toma muy en serio y con mucho respeto, con el mismo que Canal + se toma el fútbol por ejemplo. La cámara cenital es maravillosa y el realizador de estas retrasmisiones es un auténtico mago del suspense cuando combina cámaras. Si a eso añadimos el silencio sepulcral del público mientras se prepara la jugada… ufff….

    Yo en su día me tragaba también mucho fútbol australiano, esa especie de rugby locuelo que termina con marcadores casi de baloncesto y donde todos corren mogollón. Y los sombreros de los árbitros… madremía…

  7. lablanco
    2009-12-16 11:03

    Gracias a todos por los comentarios. Como se ha comprobado con esta pequeña muestra, el target de Eurosport es muy variado: casi todos hemos usado el canal para ver deportes diferentes.
    Sobre el curling, quizás le dediquemos algún post específico más adelante. Puedo adelantaros que el mes que viene hablaré de un deporte de invierno que conocí gracias a Eurosport, del que me he hecho fan irrenunciable, y del que mi pareja está hasta las narices (es lo que tiene cuando juntas un friki con una persona normal).
    Una cosa más: en las retransmisiones de snooker, Eurosport se limita a pinchar la señal de la BBC, que es quien realmente produce y realiza todos esos detalles que matiza Alberto. Eurosport “sólo” pone los excelentes comentaristas, incluido uno con un grave problema de sinusitis que lo hace particularmente desagradable.

  8. Jordi I
    2010-04-08 17:19

    Por primera vez pude seguir la competición de snooker sin dolores de cabeza, ya que en el Open de China cambiaron la forma de la realización, dejando la cámara fija, con lo que se podía ver el desarrollo de las jugadas. Hasta dicha competición era un martirio, ya que cambiaban de plano justo en el momento de ejecutar las jugadas, con lo cual perdías la noción del juego. Espero poder ver el cameponato mundial, que creo que empieza el 17/04/2010 sin esos fastidios, que, por cierto, también son habituales en la mayoría de partidos de fútbol. Está claro: si se pierde la visión de las bolas, ¿cómo cvas a poder seguir el juego?????????


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