Mondo Píxel PG supone, como el Parental Guidance de su título indica, un punto de vista alternativo y guiado acerca de los videojuegos. Cada viernes, John Tones y Javi Sánchez, miembros del hervidero de visiones con seso sobre lo interactivo Mondo Píxel, contarán en LdN cómo se ha convertido el ocio electrónico en una volcánica explosión de inquietudes pop. Sus ramificaciones en cine, tebeos y música, su influencia en nuestra vida diaria, su futuro como forma de ocio y olla a presión cultural. Cada semana en Mondo Píxel PG.
Hace unas semanas inauguramos en el blog de Mondo Píxel una costumbre que nos tememos que va a ser dolorosamente recurrente en el transcurso de este año: el homenaje a los caídos en combate. El primero no fue muy así: lo llamamos Requiem por Playstation 2 con cierta sorna, porque aunque es ahora cuando la consola de Sony ha dejado de fabricarse, había cumplido con creces lo que se exigía de ella desde hacía años. Pero, oficialmente, ha muerto. Más coetáneo y doloroso fue nuestro Requiem por THQ, sobre una compañía de la que ya hemos hablado por aquí y que sí se ha atomizado de forma más dolorosa, repartiendo su catálogo entre quienes han querido las migajas y sacrificando alguna que otra franquicia semi-carismática. No creemos que sean los únicos réquiems que veamos en este 2013. Tenemos que ver caer a compañías, medios y estudios porque no está el horno para bollos y demás frases hechas coyunturales.
La semana pasada les tocó a los nuestros.
Después de casi veinte años trabajando para Grupo Zeta, Marcos García y Bruno Sol, más conocidos por sus nombres de guerra The Elf y Nemesis, fueron despedidos de Grupo Zeta. Después de un breve paso por Axel Springer, donde ayudaron a dar a luz a la revista especializada más longeva del kiosco, Hobby Consolas, revolucionaron en Zeta la prensa de nuestro país con cabeceras como Mega Sega, Super Juegos, la Revista Oficial Playstation y, más recientemente, Games TM. Inspirados en publicaciones extranjeras igualmente míticas como Mean Machines, dieron pie a un periodismo especializado directo, apasionado y rebosante de humor, y que nos ha marcado a fuego a muchos de los que nos dedicamos a esto. Tones comenzó a trabajar con ellos cuando entró como redactor jefe de Super Juegos, que se relanzó como Superjuegos Xtreme, y Sánchez, colaborador habitual del dúo desde entonces, se postró de hinojos cuando los conoció en persona después de tantos años leyéndoles. Y aunque los que suscriben hemos chocado a veces con ellos por un estilo periodístico eminentemente amable que nunca han abandonado, lo que queda siempre en sus textos es una pasión incondicional y sin paliativos hacia los videojuegos. Y quienes hemos venido después, nos guste más o menos sacarnos la chorra, admiramos esa pasión incondicional que se ha mantenido hasta que les han dado puerta.
El último número de Games TM en el que han participado The Elf y Nemesis (la revista sigue, parece, y parece que con los arriba firmantes a bordo) no lo transluce, a pesar de que el cierre del número fue amargo porque se entrecruzó con las noticias de despido. Los textos de Nemesis siguen siendo apasionados, sencillos e insultantemente ingeniosos. The Elf, siempre en segundo plano (hay que ver lo poco que le ha gustado figurar siempre a este chico), dio por una vez un paso adelante y dejó un recadito en formato doble. Por una parte, dedicó una doble página de reverencia y reconocimiento a su juego favorito, Shadow of the Beast. Por otra, lo mencionó en el editorial que abre el número 10 de Games TM, cerrando el texto con la frase “Todos bajo la sombra, la sombra de la bestia”. En un editorial que posiblemente cualquiera de nosotros habría usado para arremeter contra la editorial que ahora prescinde de él, Marcos demuestra, una vez más, la elegancia que le ha caracterizado estas dos décadas.
Decíamos que vamos a tener que acostumbrarnos a entonar lamentos fúnebres este año. Por aquí somos más de pensar que unas cosas dan siempre paso a otras, y que ya llegarán tiempos mejores. Pero eso no quita para que esta vez, pasar la página de estas dos décadas sea especialmente doloroso: termina una era del periodismo especializado.