Mondo Píxel PG supone, como el Parental Guidance de su título indica, un punto de vista alternativo y guiado acerca de los videojuegos. Cada viernes, John Tones y Javi Sánchez, miembros del hervidero de visiones con seso sobre lo interactivo Mondo Píxel, contarán en LdN cómo se ha convertido el ocio electrónico en una volcánica explosión de inquietudes pop. Sus ramificaciones en cine, tebeos y música, su influencia en nuestra vida diaria, su futuro como forma de ocio y olla a presión cultural. Cada semana en Mondo Píxel PG.
Este fin de semana sale a la venta una nueva entrega de Pokémon, la primera para Nintendo 3DS, en la que los creadores de Game Freak han condensado 17 años de filias para reinventar la rueda y pasarse al fin a los polígonos. El estudio nunca se ha considerado parte de la Gran Nintendo, ese gólem mítico del imaginario colectivo en el que Shigeru Miyamoto realiza todos los juegos de la compañía pensando únicamente en el bien de la Humanidad pero, con Pokémon X/Y es posible que la cosa cambie.
No sólo porque es un estupendo título tan luminoso como apegado a su concepto (niños sin supervisión adulta raptan animales mágicos en zonas sin civilizar para obligarles a pelear hasta el desmayo, por dinero, en cada ciudad). Sino porque es uno de los escasos juegos “de entrada” que nos quedan: un título para críos —por más que Sánchez lleve 17 años resoplando cuando se saca el término— en una industria a la que ya sólo le preocupan los jugadores adultos con cartera.
En este sector lleno de cínicos sin criterio y gente que transfiere todos sus problemas de identidad a su marca de consolas, está habiendo cierta algarabía por los problemas que está atravesando Nintendo con su consola grande —una Nintendo Wii U a la que le cuesta justificar su precio y su propuesta de ser una Nintendo DS de salón entre el gran público—. Al parecer, es necesario que a los Marios y Zeldas les vaya mal para que una parte del púlbico se sienta mejor con Pegatiros Militar Dieciseis: Operación Cero Vaginas. Una furia adolescente en la que básicamente se desprecia todo lo que no tiene gráficos extremadamente realistas donde estallen muchísimos polígonos porque es “para críos”.
A nosotros nos preocupa porque es una situación que ya atravesó otro de nuestros medios favoritos a mediados de los 90: los tebeos de superhéroes se las habían arreglado tan bien para cerrar la puerta de entrada a nuevos lectores incluso en la cadena de distribución (renunciando a los kioscos para retirarse a las librerías especializadas) y generar una especie de burbuja de coleccionistas —a base de ediciones especiales, incentivos en el lugar de compra y muchas de las prácticas que hoy vemos en el videojuego comercial, sobre todo las agobiantes campañas de reservas, que trasladan al jugador una presión de logística de la que no tiene culpa— que consiguió dos cosas: por un lado sólo se vendían tebeos de mierda basados en una imagen “adulta para treceañeros”, con muchas armas y cazadoras de cuero y coleta porque eran los 90 (con cosas horripilantemente maravillosas, como el Caballero Negro que Marvel le había robado a las leyendas artúricas llevando chupa de cuero y sable láser porque su imagen de mandoblero mágico era para críos).
Por otro, la industria se metió en unas prácticas en las que no había espacio para el cómic independiente y a los puntos de venta (que vivían en muchos casos de la segunda mano) se les sometía a una presión sofocante por parte de las grandes compañías. Una locura y un desastre que llevaron incluso a que la hoy todopoderosa Marvel estuviese en quiebra técnica en los 90. Digamos que ninguna de las dos grandes editoras se recuperó jamás, que los lectores de tebeos siguieron comprando tebeos —otro tipo de tebeos, otras editoriales— y que Marvel y DC han quedado relegadas a gestoras de propiedades intelectual: seguid sacando tebeos porque un día haremos una peli o un videojuego con ellos, a pesar de que el material de referencia ya no lo lea nadie porque ya no hay público de base. También podemos llamarlo transmedia, pero la realidad es que ya no hay críos leyendo Spider-Man (y Marvel tampoco se lo pone fácil, porque subirse en marcha a sus tebeos requiere saber todo lo que ha pasado en los últimos 30 años en todos sus cómics, con lo que los pajeros están tan a gusto quejándose muy fuerte de sus cosicas de viñetas y qué más da que no haya niños que den el relevo).
Aparte de una Nintendo tan entregada que hasta ha sacado una portátil nueva (Nintendo 2DS) junto a Pokémon pensada exclusivamente para menores de siete años, la única que se ha dado cuenta de este problema es una de las editoras que, precisamente más se aprovechó del éxito de Wii y Nintendo DS entre púlbicos inexplorados: Ubisoft. La compañía tiene en producción un par de juegos (Valiant Hearts y Child of Light) que nos tienen bastante locos. Pero saben lo que hacen. La empresa llenó un par de piscinas con los billetes de sus infames juegos para niñas de mascotas, de cante y baile y de Imagina Ser Veterinaria/Diseñadora/Periodista…: los críos son importantes. De hecho, también nos ha dado los mejores No Marios de los últimos años: Rayman, una saga que, en su aspecto de plataformas (vamos a dejar de lado el de hacer el gilipollas en famlia con los conejos psicóticos de Raving Rabbids), demuestra que la “doctrina Nintendo” —haz juegos bonitos, haz juegos buenos, que le den al hiperrealismo— funciona.
Puede que la compañía francocanadiense sea más conocida por sus juegos de Assassin’s Creed y las franquicias muy militaristas del recién fallecido Tom Clancy (un día habrá que comentar que el Call of Duty contemporáneo es un apócrifo clancyano), pero tiene asumido que a los niños hay que mirarles como lo haría Miyamoto: como un público hiperexigente con algo más importante que los polígonos y las caras virtuales con pelos en la nariz: el sentido de la maravilla, ese que Pokémon ha entendido de maravilla.
2013-10-16 20:02
Y sin embargo, y por desgracia, Rayman Legends se ha estrellado en ventas. Como seguramente les sucederá a Valiant Hearts y Child of Eden.
También es cierto que este año muchos juegos han vendido mal o regular. Cualquiera diría que el colapso está cerca. Si de verdad los costes se han multiplicado por 4 con la nueva generación….