Mondo Píxel PG supone, como el Parental Guidance de su título indica, un punto de vista alternativo y guiado acerca de los videojuegos. Cada viernes, John Tones y Javi Sánchez, miembros del hervidero de visiones con seso sobre lo interactivo Mondo Píxel, contarán en LdN cómo se ha convertido el ocio electrónico en una volcánica explosión de inquietudes pop. Sus ramificaciones en cine, tebeos y música, su influencia en nuestra vida diaria, su futuro como forma de ocio y olla a presión cultural. Cada semana en Mondo Píxel PG.
El pasado 20 de abril, Patrick Seybold, Director de Comunicación de PlayStation EE.UU., deja un escueto mensaje en el blog oficial de Sony: “Somos conscientes de que algunos servicios de PlayStation Network (PSN) están caídos. Os informaremos de nuevo en cuanto tengamos más información. Gracias por vuestra paciencia”. En principio, nada raro. Las últimas semanas se habían visto afectadas por pequeños cortes, que algunos atribuían a los ataques de Anonymous, los autoproclamados paladines de la justicia en la jungla internetera por un quítame allá esos Wikileaks, esa neutralidad de la red, esas Leyes Sinde internacionales, ese [inserte aquí su cabreo del internauta].
Anonymous se dedican a bloquear páginas y servicios mediante millones de peticiones simultáneas, y tenían a Sony como objetivo por llevar a juicio a GeoHotz, joven hacker que había descubierto el mayor problema de seguridad de la historia de la compañía: una clave que PS3 usaba para todos sus sistemas de seguridad, algo que Sánchez describió a Tones, hace meses, como “la mezcla de arrogancia y estupidez más increíble que he visto”. Sony, además, amenazó con medidas legales a todo quisqui, requirió datos a Youtube y a Twitter de todo el que publicara la clave y emprendió una desquiciada estrategia de enfrentamiento contra el mundo (pasando por el ridículo de que su cuenta de Social Media retuiteó la clave , pensando que un tuitero jugaba a Hundir la Flota con ellos) que dejaba ver la desesperación de lo que se le venía encima, siendo Anonymous el menor de sus problemas. Mientras, en el subsuelo de Internet, los programas necesarios para abrir la consola como si fuera un cacahuete circulaban desde hacía un par de meses. Y con cada avance, se veía que lo que se había abierto era más, mucho más que la posibilidad de jugar copias de los juegos sin pagar un duro —o recuperar la posibilidad de instalar Linux, excusa de los hackers y función que Sony había quitado a sus primeras consolas meses antes por miedo, mediante actualización obligatoria, modificación unilateral de contrato y todo el hubris que ha caracterizado su comportamiento esta generación, vaya—: robo de datos, hackeo del sistema de compra online, e incluso la posibilidad de tomar el control de la consola de otro usuario, si éste último era el típico tontaina que con tal de no pagar instala lo que sea.
Pero Sony despreció los ataques de denegación como “pequeñas molestias”; Anonymous emitió un comunicado indicando que su estrategia perjudicaba al usuario de PSN y que se habían equivocado; GeoHotz llegó a un acuerdo con Sony que le libraba de un costoso procedimiento que la multinacional tampoco tenía garantías de ganar. PS3 publicaba actualizaciones obligatorias que intentaban parchear su entredicha seguridad. Todo esto antes del 20 de abril. La tarde de ese miércoles, Sánchez recibe un mensaje de error cada vez que intenta conectar su recién estrenado Portal 2.
Al día siguiente, Jueves Santo, el servicio estaba inoperativo a nivel mundial, mientras el blog oficial publicaba un texto sobre la música del juego Deus Ex y, en los foros de la comunidad, se avisaba de “tareas de mantenimiento de emergencia”. La última palabra acojona a los autores de esta columna. Más todavía cuando en los foros oficiales se les escapa un “cuando sepamos qué ha pasado, sabremos cuándo terminará el mantenimiento de emergencia”. En el subsuelo de Internet, bucea el rumor de que lo que ha pasado es una intrusión en PSN. Una muy gorda. Anonymous niega tener nada que ver con el asunto. Los foros de la scene (la gente que se dedica al chapuceo, vaya) muestran su sorpresa, porque nadie tiene herramientas, todavía, que se sepa, para hacer algo así sólo con la consola. Las palabras “mantenimiento de emergencia” calan como un mantra de relaciones públicas en el usuario medio, que lloriquea porque es Semana Santa y no puede jugar online en vacaciones, cuando más tiempo tienen para jugar. Microsoft, en un brillante golpe de hijoputismo corporativo, anuncia que su sistema de juego online de pago, Xbox Live, será gratuito este fin de semana.
Mientras la tradición católica recrucifica a Cristo, Patrick Seybold reaparece, confirmando que han cerrado PSN por una intrusión. Sin más detalles ni evaluación de la brecha. Prometen seguir informando. La plana mayor de fanboys se rebela contra Anonymous, contra GeoHotz, contra todo lo que se mueva, en un sursum corda delirante, mientras vuelan teorías conspiranoicas tan imbéciles que podrían rellenar dos meses de actividad de Luis del Pino. Nuestra favorita: Microsoft ha contratado a GeoHotz para que hunda PSN, por eso abrieron Xbox Live ese fin de semana, porque sabían que iba a pasar. Nosotros sacudimos la cabeza estupefactos: han entrado en una red que tiene los datos personales de 77 millones de personas y cuyo volumen transaccional supera los 500 millones de dólares anuales, sin que nadie pueda acceder para cambiarlos, y los fanboys siguen en su guerra de consolas del mundo de la piruleta, llorando porque no pueden jugar online.
El sábado, Seybold anuncia que están reconstruyendo entera PSN, entre dos párrafos de paja corporativa que, sabiendo leer, nos dicen que o la rehacen entera o nadie estará a salvo, pero no preocuparse. Sony deja que Cristo resucite el domingo. Y llega el lunes. Otro post inane sin información adicional, un “estamos trabajando en ellou”, por los canales oficiales. Por los extraoficiales, algunos usuarios de PSN afirman que sus bancos les han contactado para recomendarles que cambien de tarjeta. Al parecer, hay circulares llegando a todas las oficinas avisando de lo que se viene encima. Aparecen los primeros clientes que denuncian usos fraudulentos de sus tarjetas.
El martes por la noche, horario español, Sony confirma que quien haya entrado en PSN puede que haya tenido acceso a los datos personales de 77 millones de cuentas. Poniendo un punto en vez de una coma, afirman que puede que también hayan accedido a los datos de tarjetas bancarias. Puede. Se crea una guía de preguntas y respuestas muy poco tranquilizadora sobre cómo detectar fraudes, se refuerza la idea de que todo está bien porque han contratado una compañía de seguridad externa y algunos se preguntan por qué Sony presentó sus tablets a la prensa esa misma mañana sin decir ni mú. El miércoles responden que no dijeron nada durante seis días porque no sabían con certeza si habían entrado o no. No lo sabían pero apagaron PSN el día 20 y no reconocieron el posible robo de datos hasta que los bancos se les anticiparon (por cierto, ¿cómo lo sabían los bancos antes que Sony?). Mientras se multiplican los avisos de usos fraudulentos (aunque es indemostrable que estén relacionados con el caso, eso sí), las cancelaciones de tarjetas, un senador yanqui escribe una carta durísima al presidente de Sony USA, Jack Tretton, y algunos nos acordamos de que hay estudios que dependen de que PSN funcione para ingresar dinero, comienza la lluvia de noticias “positivas”, lo que en periodismo y publicidad se llama “spin” y en el refranero “vuelta la burra al trigo”: los datos de tarjetas bancarias estaban cifrados (sin detalles sobre el nivel de seguridad del cifrado); es posible que no hayan accedido; los datos de las tarjetas bancarias estaban en otra base de datos distinta (¿y?); es posible que no hayan accedido; Sony no tiene constancia de ninguna denuncia o demanda dirigida a ellos por este caso; es posible que no hayan accedido. El asunto llega a las portadas de los diarios serios, el mercado de valores atiza los valores de la multinacional, Sony manda a sus jefes de comunicación y relaciones públicas a enfrentarse a la prensa dejando un reguero de respuestas internacionales salpicadas de dos muletillas: “no puedo decírtelo en este momento” y la mucho más grave “no lo sé”.
Sólo en España hay más de tres millones de cuentas y 330.000 tarjetas registradas en PlayStation Network. Es lo de menos. Sólo los datos personales valen una fortuna (que le pregunten a Facebook cuál es su modelo de negocio), y la pereza masiva a la hora de asignar contraseñas nos hace sospechar que algún que otro usuario de esos 77 millones tiene la misma contraseña de PSN en su correo, su iTunes, su PayPal, su banca online. Lo último que sabemos es que han prometido que PSN volverá estar en marcha entre el 2 y el 8 de mayo. Ahora mismo, es lo de menos.
2011-04-29 18:04
Me encanta Microsoft. Todo ese corporativismo de gabardina y cigarrillos Laramie me entusiasma.
Yo no soy usuario de PS3, y no conozco a fondo su catálogo ¿qué first party tiene como para comprarla? Por que a mí no me gusta Metal Gear, y teniendo en cuenta lo que comparte con XBOX y el hecho de que cuesta un quintal, no creo que sea lógico comprarla. Es como tener un mp3 marca Fony por veinte euros, apto para salir a correr y escuchar y golpear contra el suelo e ir al gimnasio, y comprar un Iphone por ciento cincuenta, con fundita para llevarlo en el brazo, con pantalla que se derrite al sol y pagando un pavo por canción.
2011-04-29 21:45
Excelente relato de todo este disparate. No he encontrado medio que lo haya explicado más alto y claro.
La nota oficial dice, textualmente:
creemos que personas no autorizadas han podido obtener vuestra información personal: nombre, dirección (ciudad, provincia, código postal), país, dirección de correo electrónico, fecha de nacimiento, nombre de acceso y contraseña de PlayStation Network/ Qriocity, y PSN ID. Es también posible que vuestros datos de perfil así como historial de compra, y dirección de cobro (ciudad, provincia, código postal), y preguntas de seguridad de acceso a vuestras cuentas de PlayStation Network/ Qriocity hayan sido obtenidos. Si habéis autorizado una subcuenta asociada a vuestra cuenta principal a otra persona, la misma información de esta persona ha podido ser obtenida. A pesar de no haber evidencia de que los datos de tarjeta de crédito hayan sido obtenidos no podemos negar esta posibilidad. Si has facilitado tus datos de tarjetas de crédito a través de PlayStation Network o Qriocity, debemos contemplar, por motivos de seguridad, la posibilidad de que el número de la tarjeta de crédito (no incluyendo el código de seguridad), y la fecha de expiración de la misma hayan sido también obtenidos
Ahora, la pregunta es ¿quién va a pagar por todo esto?
2011-05-01 00:27
Ya se lo intentaron hacer una vez a Nintendo hace más de veinte años, ahora lo vuelven a repetir con Sony, estos gringos colonizadores e hijoputas no saben perder..
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¿Liberalismo?
si, el del fraude y el poder de la billetera.
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solo les deseo crisis y recesión, nada más.
2011-05-01 04:31
@FARE:
Puedo decirte por ejemplo Uncharted 1 y 2, God of War, Resistance 1 y 2, Killzone 2 y 3, LittleBigPlanet (ME ENCANTA), InFamous (el 2 esta en camino y tiene buena pinta). Son grandes juegos, a mi me han gustado mucho. Ademas, tengo una subcipción a PSN Plus y me han regalado tantos juegos con ella, que tengo la PSP petada y en la PS3 algun que otro de buena calidad.
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En cuanto al artículo, genial, no lo he encontrado mejor descrito en ningún lado. Por desgracia, ahora mismo soy poseedor de una PS3 sin online, por el momento, y mi tarjeta de crédito esta en la (famosa) base de datos cifrada, con lo que me ha tocado cancelarla. Menos mal que las contraseñas no las repito, asi que eso no me afecta. Ahora solo me queda esperar mi online de vuelta, y desahogarme en Liberty City (GTA IV) arrasando con todo lo que pille… xDDDDD
Saludos!!!