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Los anales perdidos por Jose Antonio del Valle

Jose Antonio del Valle escribe la bitácora Vidas Ajenas y ha colaborado en www.Stardustcf.com y www.Bibliopolis.org. Los anales perdidos se publica el día 22 de cada mes y trata de ser una mirada a personajes e historias medio olvidadas por el tiempo.

El Imperio judío de las estepas

El imperio jázaro – Ampliar
Cuando en 1948 se creó el Estado de Israel en Palestina, a muchos les pareció que se acababa con una injusticia que había mantenido al pueblo judío sin un pedazo de tierra que pudiesen llamar suyo desde la destrucción del templo de Jerusalén por los romanos. Esto no es del todo cierto, de hecho durante al menos doscientos años existió un estado judío en lo que hoy es Ucrania que incluso llegó a rivalizar con el decadente imperio bizantino y el califato islámico en plena expansión. Se trató del imperio de los llamados jázaros, una tribu turca que a partir del siglo V se estableció entre los mares Negro y Caspio, haciendo de tapón entre cristianos bizantinos y musulmanes durante cientos de años, luchando contra unos u otros según soplase el viento. Parece que fue este estatus de estado tapón lo que llevó a sus dirigentes a convertirse al judaísmo hacia el último cuarto del siglo VIII. La religión turca era originalmente del tipo chamánico, heredada de sus ancestros asiáticos. En algún momento los líderes jázaros vieron la necesidad de enfrentarse a ambos monoteísmos vecinos en igualdad de condiciones, y parece que se decidieron por el judaísmo porque el Antiguo Testamento era aceptado por igual por cristianos y musulmanes como libro sagrado. Así, parece que un rey de los jázaros llamado Bulan hizo acudir a su corte a sabios judíos, musulmanes y cristianos para que discutiesen cual de sus creencias era superior a las demás. Se cuenta que luego mandó llamar a los sabios uno a uno y les preguntó que cual de las creencias aparte de la suya propia les resultaba más aceptable. Parece que el cristiano y el musulmán contestaron sin dudar que preferían a los judíos, de manera que Bulan, al que le interesaba sobre todo mantener su neutralidad frente a los imperios vecinos, se decidió por el judaísmo. Parece que además de esta elección, el estado jázaro ya estaba predispuesto hacia los judíos, dado que muchos de ellos se habían establecido durante siglos en sus tierras procedentes de otras menos tolerantes. En principio solo la nobleza jázara se convirtió a un tipo especial de judaísmo que solo tenía en cuenta el Antiguo Testamento y no el Talmud ni el resto de la tradición rabínica que se había desarrollado posteriormente a la caída de Jerusalén, pero hacia el año 800, bajo el reinado de Obadiah, se construyeron multitud de sinagogas y se llamó a sabios de las comunidades judías de todo el mundo, de manera que el judaísmo jázaro se hizo más ortodoxo y parece que casi toda la población del imperio se convirtió, incluyendo a miembros de otras tribus turcas aliadas en las que empezaron a ser frecuentes los nombres judíos como David. Hacia el año 955 la noticia de la existencia del imperio judío había llegado hasta la España Omeya, donde un Primer Ministro judío, Hasdai Ibn Shaprut, llegó a escribir al emperador jázaro para emigrar a aquellas tierras en caso de ser cierto que eran regidas por sus correligionarios.

En cualquier caso, si el propósito era evitar conflictos con bizantinos y musulmanes, la cosa no fue demasiado bien. Durante el siglo X los jázaros tuvieron que librar continuas guerras contra el califato y el emperador griego, que además instigaba en su contra a otros pueblos de las estepas como los pechenegos o los alanos y, sobre todo, a los vikingos, o rus que habían fundado el principado de Kiev, el cual sería una de las bases sobre las que luego se edificó el imperio ruso. Hacia 970 las principales ciudadelas jázaras habían caído en manos de los rus, aunque diversas fuentes hablan de tribus y asentamientos jázaros remanentes al menos hasta el 1100.

Para el británico David Keys la importancia del imperio jázaro fue primordial en la posterior historia de Europa, dado que mantuvo a raya al Islam durante las épocas más oscuras de la Edad Media, en las que probablemente se podría haber extendido desde el este sin que nadie pudiera detenerlo. Además, de la estirpe de los jázaros se desgajó hacia el siglo IX una rama, la de los magiares, que en siglos posteriores sería empujada hacia el oeste por los pechenegos para formar el núcleo de la actual nación húngara.

Con la desintegración del estado jázaro las poblaciones de las zonas que habían estado bajo su mando y que se habían convertido al judaísmo sufrieron las diferentes invasiones que fueron endémicas en la zona a lo largo del resto de la Edad Media: mongoles, cumanos y un sinfín de pueblos pastores más que pasaron por la zona a sangre y fuego, obligando a muchos de sus habitantes a emigrar hacia el oeste. Con el tiempo parece que los conversos jázaros pasaron a constituir una gran parte de los judíos del este de Europa, los llamados asquenazíes, aunque sobre ello hay aún hoy gran controversia. La idea de que la mayor parte de los asquenazíes descienden de los jázaros la defendió entre otros el escritor de origen judío Arthur Koestler en su libro The Thirteen Tribe, sin embargo fue utilizada también por los antisemitas para negar el derecho a existir al estado de Israel, dado que si la mayor parte de los judíos de Europa no descendía de los israelitas originales, sino de los jázaros, una tribu llegada del lejano oriente, no podían mantenerse sus derechos históricos sobre Palestina. Por todo ello, hay quien opina que en cualquier caso los judíos asquenazíes de ascendencia jázara son minoría y que los modernos estudios de ADN así lo han demostrado. El ya citado David Keys, en su libro Catastrophe, sin embargo es de la opinión contraria. Parece que hay marcadores genéticos que aparecen mucho más en los judíos asquenazíes apellidados Levi o Cohen que en los sefarditas (judíos mediterráneos) que llevan los mismos apellidos. Keys dice que hay fuentes que relatan que tras su conversión, las élites de los jázaros crearon la leyenda de que pertenecían a una de las tribus perdidas de Israel, concretamente la de Levi, y que no eran conversos, sino que simplemente habían vuelto a su religión original. Los apellidos Levi y Cohen pertenecían a la casta sacerdotal judía y estaba prohibido asignárselos a conversos, lo que parece que no fue tenido muy en cuenta por los jázaros debido a lo peculiar de su judaísmo. La cuestión es que la frecuencia de los marcadores genéticos en los Cohen y Levi asquenazíes parece decir que los judíos de procedencia jázara son más frecuentes de lo que a algunos defensores del estado de Israel les gustaría. Y eso me lleva a los nazis y a su idea de que el judío lo era por raza y no por religión, es decir, lo contrario de lo que opinan los actuales antisemitas para los que la raza de los judíos sería heterogénea y eso les impediría el derecho a tener un estado.
————————ALGUNAS FUENTES

Jose Antonio del Valle | 11 de mayo de 2006

Comentarios

  1. C. Cifuentes
    2006-05-12 00:04

    Interesantísimo. Gran fichaje este del Valle. Es difícil leer sobre este tipo de temas y con tanto rigor, creo.

  2. Rodrigo de Luz
    2009-04-04 15:16

    Sí, efectivamente, muchos judíos de toda la Europa Medieval incluyendo la Península Ibérica no eran de origen semítico sino caucásico e indo-iranio.

    Muchos, por cierto, descendientes de los Jázaros y de los alanos judaizados por su contacto con Khazaria.

    Muchas gracias por tan interesante artículo.

    Rodrigo

  3. ANACLETO ROCHILD
    2011-08-21 00:30

    Los judíos no son judíos,tanto como que los nazis no son nazis.

    Dicho de otra forma:

    Ustedes no son nazis como los judíos no somos judíos.

  4. jeimz
    2011-09-18 08:28

    EXELENTE osea que no existen los judios asi como no existe la raza aria.

  5. legaita
    2012-10-14 14:40

    si pero los origenes son mixtos, el sionismo defiende su posicion de la unicidad del pueblo judio, lo cual no es cierto, por un conjunto de cuestiones que demuestran lo contrario, existe el judaismo , mas que el pueblo judio, la nacion asquenazi y la cultura yiddisch son una confluencia de europeos diversos (no solo jazaro- eslavos) con aportes del medio oriente, el turquestan y el norte de africa. en menor medida.
    Inclusive, la herencia del medio oriente, puede ser rastreada, mas entre conversos semiticos de hace algo mas de 2000 años , que entre las tribus hebreo-palestinas originarias. En el caso de los asquenazis mas del 50 % de su patrimonio genetico es europeo (diverso, como se cito) no hay un origen unico.


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