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Los anales perdidos por Jose Antonio del Valle

Jose Antonio del Valle escribe la bitácora Vidas Ajenas y ha colaborado en www.Stardustcf.com y www.Bibliopolis.org. Los anales perdidos se publica el día 22 de cada mes y trata de ser una mirada a personajes e historias medio olvidadas por el tiempo.

En busca de Arturo

Casco Anglosajón
Las leyendas en torno al rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda probablemente son de las que han hecho correr más tinta a lo largo de la historia. El personaje de Arturo tiene la peculiaridad de estar envuelto en las brumas de una de las llamadas edades oscuras, lo que hace que sea prácticamente imposible incluso saber si en realidad existió y convierte la búsqueda de datos sobre el posible origen de la leyenda en algo tanto o más interesante que toda la literatura construida alrededor del personaje.

Sobre la época en la que presuntamente vivió la persona que dio lugar a la leyenda sabemos bastante poco. La Britania de los siglos V y VI de nuestra era está envuelta en la oscuridad que trajo la retirada romana y la posterior invasión germánica de anglos, sajones y otros pueblos. Oscuridad de la que no emergería hasta el siglo VIII, y lo haría completamente transformada. Sabemos que los romanos se retiraron de la isla finalmente en el año 407 y que en 410 el emperador Honorio escribió a sus habitantes instándolos a defenderse por sus propios medios, cosa que al parecer hicieron aunque en 446 los británicos pedían aún ayuda al general romano Aecio. Ayuda que nunca llegó puesto que en aquel momento el imperio estaba siendo atacado por todas partes. Parece que los británicos acabaron organizándose copiando el modelo romano de gobierno en la isla, y fueron surgiendo algunos líderes que acabarían en algún momento posterior convertidos en reyes. Uno de ellos fue Vortigern, quien copiando también a los romanos estableció a grupos de sajones en la zona occidental de la isla, dándoles tierras a cambio de su protección frente a las invasiones que amenazaban Britania desde el mar y desde lo que hoy es Escocia. La idea, que en principio era buena, acabaría iniciando tres siglos de guerras que terminarían dando lugar al dominio anglosajón.

Éste más o menos es el contexto en el que debió vivir el Arturo histórico. No obstante, la historia del rey Arturo tal y como la conocemos hoy en día parte de la Historia Regum Brittaniae de Geoffrey de Monmouth, que data nada menos que de 1136 y que se hizo popular en toda Europa. Las primeras apariciones del personaje con el nombre de Arturo son en la Historia Brittonum, atribuida a Nennio y que data de alrededor del año 800, los Annales Cambriae, recopilados hacia 950 y el Y Gododdin, una recopilación de cantos heróicos que data del siglo IX como muy pronto.
Como vemos hay una distancia de 300 años entre los hechos y las primeras fuentes escritas. Además en la Historia Brittonum y los Annales Cambriae se mezclan hechos y personajes históricos con otros legendarios, lo que hacen que su valor como fuente sea cuando menos dudoso. En ambos aparece Arturo en el contexto de la batalla de Badon Hill o del Mons Badonicus, fechada por la Historia Brittonum en 516. En los Annales Cambriae además se relata la muerte de Arturo y Modraut en la batalla de Camlann en 537.

El Ambrosio Aureliano cinematográfico
Colin Firth
La batalla de Badon Hill es uno de los puntos en los que podemos anclar al personaje de Arturo a la realidad. Parece que la batalla sucedió realmente, aunque no hay consenso ni en su fecha ni en el lugar donde se luchó. Se cree que es la misma Obssesio Badonici Montis que narra Gildas en su Excidio Britanniae, ésta sí una fuente cercana a los hechos, puesto que se cree que fue escrita hacia el 550 como muy tarde. El relato de Gildas nos dice que en esta batalla los británicos lograron frenar el avance de los anglosajones, que no volverían a levantar cabeza en unos 50 años. Lamentablemente también nos dice que el jefe de los británicos en la batalla era un tal Ambrosio Aureliano, no Arturo.

Respecto al Y Gododdin, lo cierto es que no es de mucha ayuda, dado que Arturo aparece solo como ejemplo de héroe legendario lleno de virtudes, no como personaje de la historia narrada.
Aparte de todas estas fuentes, Arturo aparece en numerosas narraciones folklóricas medievales en las que se le presenta como un héroe que defiende Gran Bretaña de múltiples peligros, y que podría enlazar con una tradición celta más antigua. En estas fuentes no se le relaciona ni con Badon Hill ni con la guerra contra los anglosajones.

Parece claro que en el siglo IX había ya fijado un concepto de Arturo como personaje histórico. Aunque como vemos nos es imposible saber si se trataba de un personaje real, probablemente el Ambrosio Aureliano de Gildas del que surge el mito, o bien si estamos ante un mito del folklore que puede venir de la época prerromana y al que se ha introducido en la historia.

Otra teoría, que ha tenido bastante éxito últimamente, es la que identifica a Arturo con un soldado romano del siglo II, Lucio Artorio Casto. La vida de Lucio Artorio Casto la conocemos gracias a la publicación en 1873 por el gran historiador Theodor Mommsen de su inscripción funeraria hallada en Croacia. La inscripción es muy breve y nos relata la carrera militar de Artorio como centurión de varias legiones hasta llegar a praefectus castrorum de la VI Legión Victris. Su elevación al orden ecuestre, su posterior mando de un ejército que sofoca una rebelión en Armórica y por último su mandato como Procurador en Liburnia, la actual Croacia, donde acaba sus días.

El primero en relacionar a Artorio con Arturo fue Kemp Malone en 1924, pero fue posteriormente cuando se pudo datar la inscripción al identificar la expedición a Armórica con la que Herodiano sitúa en el año 185 y en la que no aparece el nombre del oficial al mando. Sabemos por otra parte que la VI Legión Victris estaba acantonada en Britania por esas fechas.
Finalmente fue Linda A. Malcor a mediados de los 90 la que trató de identificar a Artorio con el rey Arturo en una serie de artículos. Para ello creó una historia que, si bien es bastante sugerente, hay que decir que se basa más en la imaginación de la misma Malcor que en las pruebas que existen realmente. Así, de la inscripción funeraria en la que Artorius aparece como centurión de la II Legión Adiutrix, Malcor deduce que Artorio era un centurión que aparece en la obra de Dión Casio anónimamente gracias a cuyas estratagemas se puedo derrotar a los sármatas en una batalla de la época de Marco Aurelio. En realidad sabemos que esa batalla sucedió, y que 8000 de esos sármatas fueron enviados a Britania donde formaron un regimiento de caballería. Pero que Artorio tuviese algo que ver, no siendo imposible, es algo que surge solo de su fantasía. Además, siguiendo con sus especulaciones, nos dice que Artorio luchó probablemente contra los sármatas bajo las órdenes del padre de Dión Casio, que luego contaría la historia a su hijo.

El Lucio Artorio Casto cinematográfico
Clive Owen
Posteriormente Artorio aparece ya como praefectus castrorum de la VI Legión Victris en Britania. En el ejército romano los mandos de las legiones estaban muy bien diferenciados de los de las tropas auxiliares como puede ser el regimiento de sármatas. Sin embargo Malcor nos dice que lo que sucede es que la inscripción está equivocada y que Artorio era en realidad praefectus castrorum del fuerte de Bremetennacum, donde se sabe por la arqueología que estuvieron acantonados los sármatas. O sea, le enmienda la plana a la fuente arqueológica solo porque le viene bien para su historia.
Y es que Malcor lo basa casi todo en la identificación del regimiento de caballería sármata con los caballeros de la mesa redonda, algo que hemos visto llevado al cine hace bien poco. Además se nos dice que parte de las leyendas relacionadas con la historia del rey Arturo como la de la espada en la piedra, Lanzarote y el Santo Grial son en realidad de procedencia sármata. La pena es que parece que todas esas historias no se le empezaron a añadir al ciclo artúrico hasta después de Geoffrey de Monmmouth. ¿Dónde estuvieron escondidas durante todos esos años?

Pero volvamos con Artorio. Durante el principado de Cómodo, Dión Casio relata una invasión del norte de Gran Bretaña por las tribus del norte (pictos y escotos) que llegaron a matar al jefe de una legión, probablemente el de la VI Victris, y que finalmente fue derrotada por el gobernador Ulpio Marcelo. Malcor dice que fue Artorio quien derrotó a los norteños e incluso nos cuenta que lo hizo en las doce batallas que luego aparecen en la Historia Brittonum de Nennio, y cuyas localizaciones llevan años siendo objeto de discusión entre eruditos. Lo que no explica es la razón por la que Dión Casio tampoco lo nombra esta vez, sobre todo cuando, según ella, era casi como de la familia del cronista.

Finalmente Malcor relaciona la expedición a Armórica, en la que sí que podemos decir que estuvo Artorio casi con toda seguridad, con las expediciones al continente del rey Arturo que aparecen en la obra de Geoffrey de Monmmouth. La verdad es que es la coincidencia más atrayente y la que hace que casi estemos por aceptar que pueda haber algo detrás de toda esta historia. También por estas expediciones de Arturo a Francia y luego a la misma Roma que aparecen en la Historia Regum Brittaniae algunos autores han querido ver a Arturo en el Riothamus, rey de los bretones, que según Jordanes ayudó al emperador Antemio en su lucha contra los godos. Para otros sin embargo Riothamus sería rey solo de los bretones que hacia 450 huyeron de Gran Bretaña acosados por anglos y sajones y se asentaron en Armórica, dándole a esta región francesa el nombre de Bretaña que hoy lleva. El tema de las expediciones al continente podría enlazar también con otra tradición, la de los generales romanos al mando de tropas en Britania que se levantaron contra el poder imperial, el último de los cuales fue el hispano Máximo, que cruzó el canal de la Mancha al frente de sus legiones en 383.

Volviendo a la teoría de Malcor, parece por lo que hemos visto que toda la realidad demostrable que hay bajo esta historia se reduce a que en el siglo II hubo en Britania un personaje histórico cuyo nombre se parece al de Arturo y que, de ser cierta la teoría, habría realizado tales hazañas que se habría convertido en un mito en el imaginario popular, pasando luego su nombre a sustituir al de Ambrosio Aureliano en el contexto del siglo V. No es imposible, aunque ya digo que la historia relatada por Malcor es 90% invención.

Caballería sármata
Para terminar hay quien defiende que Arturo viene en realidad de una palabra en la lengua de los antiguos bretones, Arto-uiros, que significa “hombre-oso” y que podría ser el nombre de un mito del folklore celta que con el tiempo pudo convertirse en lo que hoy conocemos.

Y no me quiero despedir sin hacer referencia a la novela “Artorius” de César Vidal, basada en la teoría de Malcor, pero que cuenta que la familia Artorius permaneció en Britania hasta el siglo V y fue un segundo Lucio Artorio Casto, descendiente del primero, el que luchó para defender Gran Bretaña en esa época. Lo gracioso sobre la novela de Vidal es que, buscando fuentes en internet para escribir este artículo, me encontré con un par de columnas (1 y 2 ) en las que el afamado historiador coloca como real la trama de su novela. Y cuenta con pelos y señales la vida y milagros del segundo Artorio.
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ALGUNAS FUENTES

Jose Antonio del Valle | 11 de abril de 2008

Comentarios

  1. artdyl
    2008-04-11 12:56

    Dices: “convierte la búsqueda de datos sobre el posible origen de la leyenda en algo tanto o más interesante que toda la literatura construida alrededor del personaje”. No lo flipes. No deberías de desechar tan alegremente toda la literatura que en los siglos XII a XIV se construye en torno a Arturo. Pocas veces se ha dado que un ciclo o un tema haga aparecera tantísima literatura y de tanta calidad.

    El estudio filológico, además (porque Arturo es un fenómeno filológico y no historico, por mucho que se empeñen historiadores incapaces de leer) deja a la altura del betún algunas de las teorías que desgranas. Veo tus reticencias para con Malcor y César Vidal, pero deberías de hacerlo de manera más clara y contundente: sus teorías son basura.Y hablar de Arturo sin mencionar la literatura cortés me parece una salvajada y una inconsciencia.

  2. Jose
    2008-04-11 13:55

    Hombre, perdona si no te ha gustado, pero es que a mí lo que me interesa precisamente es el posible origen histórico de la cosa. La columna va de eso y tampoco trato de sentar cátedra, por eso no le meto más caña a Malcor y Vidal que aunque me huelen mal seguro que saben más que yo del tema. Son puntos de vista diferentes, a mi la parte literaria que no niego que es riquísima la verdad es que me interesa menos que lo que pueda haber detrás. Al menos en este momento. Lo siento.
    Y una vez más insisto en lo de siempre, trato de hacer una columna amena, si acaso de dar pistas sobre los temas de los que voy leyendo, no de hacer ningún trabajo que tenga más relevancia que eso. Para eso están los historiadores y los filólogos.

  3. Cristina
    2008-04-11 17:14

    ¡Olé, olé!
    Me encanta el artículo de este mes, uno de mis temas favoritos.
    Además, el querer buscar un origen histórico y real del rey Arturo, aparte de ser un entretenimiento fascinante, es algo que a mí parecer está ligado de forma inseparable con la misma leyenda. Ya Giraldus Cambrensis se tiraba de los pelos ante la maravillosa HRB de Monmouth por lo que tiene de fantástica :D
    Bueno, el mes que viene algo de romanos, que ya toca ;P

  4. artdyl
    2008-04-11 23:16

    Perdóname tú, si te he dado la sensación de ser tan agresivo. Releyendo, veo que sí, lo lamento. El problema es que hay poco más allá del caudillo bretón que menciona Nennius. El propio Monmouth ya “literaturiza” a Arturo (y más aún después el cortés Wace), distanciándose de una manera abruta con el Arturo original, hasta el punto que uno y otro poco tienen que ver, por no decir casi nada. Es como lo veo.

    Lo cierto es que a partir de ese momento podemos hablar de dos “Arturos”: el original, y el que empezó a recrearse literariamente, con prácticamente ningún punto de sutura con el anterior. Subsistió el segundo, y es por eso por lo que pretendía invalidar el aserto que citaba en mi anterior comentario, por ser el literario el que se hizo un hueco en la leyenda. Pero no justifica eso que ninguneara la pasión historiadora que busca a ese origen de la leyenda(por mucho que lo vea remoto y con poca más relevancia que el de la pura curiosidad), así que pido perdón de nuevo. No he estado a la altura.

    Hay un libro muy accesible que encuadra tanto al Arturo literario como al histórico, uniendo ambos planos, de Carlos García Gual, “Historia del rey Arturo”. Merece la pena, se puede leer en una tarde y quizás te guste.

  5. Jose
    2008-04-11 23:50

    No pasa nada, si eres un apasionado del tema supongo que te sabrá a poco. Gracias por el libro recomendado, me lo apunto.

  6. Don Militón
    2008-04-15 14:02

    CTRL-César CTRL-Vidal ??????

  7. Jose
    2008-04-15 14:07

    ¿Perdón?

  8. arshur
    2008-06-09 00:55

    bastante bueno el articulo, y lo de dejar de banda la literatura escrita sobre arturo en la baja edad media, no esta mal, almenos yo creo que es la parte menos verosimil sobre este, ya que lo mas probable es la historia haya ido mutando a lo largo de la historia, “algo a si como el juego del telefono” y seguro que la tradicion oral y trobadora modifico mucho la verdadera historia, aunque quisas la tesis mas acertada sea una que trate sobre mas de un arturo a lo largo de la historia.


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