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Los anales perdidos por Jose Antonio del Valle

Jose Antonio del Valle escribe la bitácora Vidas Ajenas y ha colaborado en www.Stardustcf.com y www.Bibliopolis.org. Los anales perdidos se publica el día 22 de cada mes y trata de ser una mirada a personajes e historias medio olvidadas por el tiempo.

Ni en Roma ni en Berlín

Andreu Nin
A mediados de la semana pasada ABC publicaba el hallazgo de una fosa común de la guerra civil en la localidad madrileña de Alcalá de Henares. La fosa fue descubierta mientras se realizaban unas obras en la base de la Brigada Paracaidista sita en dicha localidad. Evidentemente al hablar de una fosa común en Alcalá de Henares lo primero que te viene a la cabeza es la desaparición de Andreu Nin en dicha localidad en 1937 y al redactor de ABC eso no se le pasó por alto, máxime cuando la fosa, que contenía cinco cadáveres, se localizó cerca de donde había estado el chalet perteneciente a la mujer del jefe de la Aviación Republicana en el que Nin fue torturado. En realidad, las mismas fuentes que dicen que a Nin se le torturó en dicho chalet afirman que fue enterrado en la localidad de Perales de Tajuña, no en Alcalá, pero vayamos por partes ¿quién era Andreu Nin y cual es la historia que se esconde detrás de este macabro descubrimiento?

Andreu Nin nació en El Vendrell (Tarragona) en 1892 y trabajó como periodista en Barcelona. Desde muy joven fue militante de izquierdas primero en el PSOE y luego en la CNT, donde llegó a secretario general. En Moscú, a donde había llegado para el tercer congreso de la Komintern, fue nombrado miembro del comité ejecutivo de la Profintern (la central sindical de la Komintern) y conoció a Trotski con el que colaboró hasta su caída en desgracia, por la que tuvo que volver a España en 1930. En 1931 fundó el partido Izquierda Comunista, que se uniría en 1935 al Bloque Obrero y Campesino de Joaquín Maurín para formar el Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM). En 1936 fue elegido diputado por el Frente popular y al estallar la guerra se convirtió en el máximo dirigente de su partido dado que Maurín había quedado en territorio de los sublevados.

Antes de la guerra el POUM había roto con las dos grandes corrientes del movimiento obrero internacional, la estalinista y la trotskista y se había unido al Comité Internacional por la Unidad Socialista Internacional con sede en Londres, a través de la cual llegaría más tarde George Orwell a las milicias del POUM.
Desde el principio de la guerra, el POUM vio el conflicto como la gran oportunidad de hacer la revolución y romper con la república de tipo burgués. Inicialmente participaron en todas las organizaciones y comités revolucionarios que fueron surgiendo en Cataluña y crearon sus propias milicias, en las que se encuadraría Orwell más tarde.

George Orwell
En septiembre, socialistas y comunistas lograron frenar el proceso revolucionario y formaron el gobierno de Largo Caballero del que formaba parte la CNT. El POUM, al principio remiso, acabó pasando por el aro poco después y Nin fue nombrado consejero de justicia de la Generalitat catalana. Sin embargo su posición revolucionaria intransigente hizo difícil la convivencia, y en diciembre Nin dejaba el puesto ante las presiones de comunistas y socialistas. Siguió un periodo de continuos ataques desde los medios comunistas y desde la misma URSS acusando a anarquistas y trotskistas de estar del lado de Franco. Mientras, el POUM defendía la recuperación de los comités del principio de la guerra y la vuelta a la revolución, al igual que la CNT, que salió del gobierno de la Generalitat a su vez en abril de 1937.
Y así llegamos a los acontecimientos de mayo de 1937 en Barcelona. Cuenta Stephen Koch en su libro La Ruptura que Nin fue advertido de lo que iba a suceder y del peligro que corría por el comunista americano Liston Oak quién, a su vez, había sido informado por un amigo, matón del NKVD, en una noche de borrachera de que los estalinistas iban a liquidar al POUM. Nin no le hizo demasiado caso creyéndose a salvo.

El 3 de mayo de 1937 la Generalitat atacó la Telefónica en Barcelona, controlada por un comité compuesto por la CNT y la UGT, y desencadenó una pequeña guerra civil dentro de la guerra civil. Los hechos, relatados por Orwell en su libro Homenaje a Cataluña, fueron aprovechados por los estalinistas para eliminar a todos los anarquistas y trotskistas que pudieron en medio del caos. Así cayeron voluntarios como el filósofo anarquista italiano Camillo Berneri o el ex secretario de Trotski, Erwin Wolf entre otros. Finalmente, y tras la caída del gobierno de Largo Caballero y la subida al poder de Negrín, el nuevo Gobierno firmó la disolución del POUM el 15 de junio, y la mayoría de sus cuadros fueron arrestados.

Joaquín Maurín
El día 16 Andreu Nin desapareció y no se le volvió a ver. Según Stephen Koch, quien a su vez se basa en los archivos del jefe del NKVD en España, Alexander Orlov, que salieron a la luz tras la caída de la URSS, Nin fue secuestrado y llevado a la cárcel de Atocha, en Madrid, de la que fue sacado poco después por agentes estalinistas que además presentaron pruebas de que en realidad había sido liberado por “sus amigos de la Gestapo ”. Esa explicación aparece de hecho en la novela de Hemingway Por quién doblan las campanas. Lo que sucedió sin embargo fue que los agentes de Orlov lo llevaron al ya citado chalet de Alcalá de Henares donde fue torturado tratando de obtener una confesión del tipo de las que se harían tristemente famosas en los procesos de Moscú. Como no lo lograron, siempre según Orlov, lo metieron en un coche y lo asesinaron en algún lugar de Perales de Tajuña.
Al día siguiente de la desaparición de Nin, los muros de Barcelona aparecieron plagados de graffitis que rezaban: ¿Dónde está Nin? A los que los comunistas solían contestar: en Roma o en Berlín.

La aparición de los restos en Alcalá de Henares de momento ha sido ya utilizada por los medios de derechas para afirmar que el Gobierno, que promulgó en la anterior legislatura la Ley de Memoria Histórica, ha tratado de ocultar el descubrimiento a la prensa. Otros medios afirman sin embargo que la vicepresidenta se ha puesto a su disposición y a la de la familia de Nin para informarles de lo que se vaya descubriendo y realizar unas pruebas de ADN cuando sea posible.

En cualquier caso el hallazgo vuelve a hacer patente que siguen quedando muchos españoles, de uno u otro bando (a nadie parece habérsele ocurrido que los muertos de Alcalá pudieran ser muertos de la represión franquista de posguerra, pero en principio es tan posible como que entre ellos esté Nin) tirados por las cunetas, y que es necesario buscarlos.
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ALGUNAS FUENTES

  • Koch, Stephen: El fin de la inocencia. Ed. Tusquets, Barcelona, 1997.
  • Koch, Stephen: La ruptura. Círculo de Lectores, Madrid, 2006.
  • Pages, Pelai: El POUM en la guerra civil en La Guerra Civil Española, vol. 11. Ed. Folio, Barcelona, 1997.
  • Varios autores: El libro negro del comunismo. Eds Planeta & Espasa, Madrid/Barcelona, 1998.
Jose Antonio del Valle | 11 de marzo de 2008

Comentarios

  1. Dino
    2008-03-11 15:13

    Estupendo artículo, gracias.

  2. AMS
    2008-03-12 23:16

    Excelente y muy clarificador de sucesos que son lastres de nuestra historia.


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