Jose Antonio del Valle escribe la bitácora Vidas Ajenas y ha colaborado en www.Stardustcf.com y www.Bibliopolis.org. Los anales perdidos se publica el día 22 de cada mes y trata de ser una mirada a personajes e historias medio olvidadas por el tiempo.
Hace unos días, mientras buscaba información sobre Dan Daly, un sargento americano de los marines condecorado dos veces con la Medalla de Honor del Congreso, leí la historia del general Smedley Butler, el único otro marine que había ganado dos veces dicha condecoración. Detrás de Butler, un personaje cuya vida merece por sí misma una entrada en mi blog, había además una historia mucho más interesante que enlaza perfectamente con los tiempos que nos ha tocado vivir.
En 1934 el general retirado del Cuerpo de Marines Smedley Butler informó al Congreso de los Estados Unidos de los planes de un grupo de magnates de las finanzas para derribar el gobierno democrático de aquella nación, dirigido por aquel entonces por Franklin Delano Roosevelt, e imponer un sistema copiado del fascismo italiano con él mismo como dictador. Butler, que se había retirado del servicio activo en 1931, se había distinguido posteriormente en la defensa de los derechos de los veteranos de la Primera Guerra Mundial, entre los que había ganado gran popularidad. Al parecer este hecho habría sido definitivo para su elección como futuro jefe de una América fascista, en la cual los veteranos encuadrados en organizaciones como la Legión Americana marcharían sobre Washington D. C. igual que los camisas negras habían marchado sobre Roma.
Posteriormente, tanto Butler como el periodista Paul French, testificaron ante el Comité McCormack-Dickstein, encargado por el Congreso de investigar la infiltración del fascismo en la sociedad americana. Butler y French relataron como el primero había sido contactado por Gerald MacGuire, antiguo dirigente de la Legión Americana de Connecticut y testaferro de Robert Clark, uno de los banqueros más ricos de Wall Street. Mac Guire y posteriormente William Doyle, jefe de la Legión Americana en Massachussets, invocaron la lealtad de Butler hacia los veteranos para ponerle al frente de unos 500.000 de ellos que debían marchar sobre la capital del país. La excusa para tal acción debía ser la presunta incapacidad de Roosevelt debida a la poliomielitis que había sufrido y el objetivo era crear un nuevo puesto en el gobierno, el “Secretario de Asuntos Generales” que, en teoría, serviría para aliviar al Presidente de sus penosas obligaciones, pero en la práctica sería la cabeza de una dictadura dirigida por las grandes fortunas del país. Sin embargo los conspiradores no contaban con la rígida moral de cuáquero de Butler ni con su desencanto de la política americana forjado en años de lucha en repúblicas bananeras al servicio del capitalismo.
Detrás del intento de golpe de estado según contó MacGuire a French y Butler se encontraría también Robert Clark, el antiguo gobernador de Nueva York y codirector de la American Liberty League, una organización financiada por algunas de las mayores corporaciones norteamericanas como Goodyear, Standard Oil, Colgate, General Motors, Heinz Foods o la familia Du Pont entre otros y creada para oponerse a la política de Roosevelt. MacGuire y Doyle relataron también como habían viajado por Europa para estudiar la organización de los partidos fascistas en países como Italia o Francia.
Ante la denuncia de Butler, el Comité McCormack-Dickstein llamó a declarar a McGuire, quien negó las acusaciones, pero no hizo lo mismo con los otros acusados más importantes, las cabezas de las citadas corporaciones. Inmediatamente los medios de comunicación, dirigidos en su mayor parte por esas mismas corporaciones, ridiculizaron las afirmaciones de Butler y French y al final el Comité del Congreso echó tierra sobre el asunto, sacando a la luz solo una parte del informe que se elaboró en el que se habían borrado las partes más importantes de las declaraciones del condecorado general.
En 1935 otro periodista, John L. Spivak consiguió las actas completas del Comité McCormack-Dickstein. Pero el artículo que escribió en la revista izquierdista New Masses titulado Wall Street’s Fascist Conspiracy acusaba a financieros judíos de estar conspirando junto a las grandes corporaciones que citaba el comité del Congreso para imponer el fascismo y no tuvo apenas repercusión.
Finalmente, en 1967 Spivak publicó parte de las actas secretas en las que el Comité McCormack-Dickstein consideraba probada la historia de Butler.
Personalmente, y visto como se ha desarrollado la historia posteriormente no tengo muchas dudas sobre la existencia del complot. Me cuadra perfectamente con el actual predominio de las corporaciones del complejo industrial militar y con la permanencia en el poder del presidente más nefasto de la historia que ha llevado a su máxima expresión la política gangsteril de las corporaciones en todo el mundo que ya anticipaba Smedley Butler en su libro War Is a Racket :
Pasé treinta y tres años y cuatro meses en servicio activo y durante ese periodo ocupé la mayor parte de mi tiempo haciendo de matón de lujo para las grandes empresas, Wall Street y los banqueros. En definitiva fui un maleante, un gangster del capitalismo. Ayudé a hacer México, y especialmente Tampico, un lugar seguro para los intereses de la American Oil en 1914. Ayudé a hacer de Haití y Cuba lugares decentes para que los chicos del National City Bank obtuvieran beneficios en ellos. Ayudé en el expolio de media docena de repúblicas centroamericanas en beneficio de Wall Street. Ayudé a purificar Nicaragua para el International Banking House de los hermanos Brown entre 1902 y 1912. Llevé la luz a la República Dominicana para los intereses azucareros americanos en 1916. Ayudé a hacer Honduras bueno para las compañías frutícolas americanas en 1903. En China en 1927 ayudé a que la Standard Oil hiciera sus negocios sin ser molestada. La verdad es que, reflexionando sobre aquellos años, podría haberle dado algunos consejos a Al Capone. Lo mejor que él consiguió fue hacer sus negocios sucios en un par de distritos, yo los hice en tres continentes.
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ALGUNAS FUENTES
2008-02-11 11:50
Impresionante. Suena a distopía de una novela.
Muchísimas gracias de nuevo.
2008-02-12 03:56
De raza le viene al galgo y a los bushianos les toca de algo.
El abuelo, haciendo negocios con los de Hitler; el padre, con todo aquel que se prestara en gringolandia y afuera, entre ellos con Diaz Serrano, que fue el director general del petroleo de Mexico; y ahora el retonio y nieto, atacando y saqueando a un pais que tuvo la desgracia de producir petroleo en vez de alfombras orientales.
Se les puede considerar la dinastia tenebrosa de gringolandia.
2008-02-12 17:59
Si todo lo que se cuenta estremece (imaginad que el golpe se hubiese llevado a cabo), es para mí sin embargo el último párrafo, el fragmento del libro de Butler, lo más alucinante, pues eso ocurrió efectiva y dramáticamente.
Saludos
2008-02-15 21:32
Muy interesante, me ha encantado, gracias por publicarlo. La obra de este general debería tener más difusión, a ver si así se deja claro, mediante el testimonio de un militar experimentado, la auténtica naturaleza de las guerras y sus causas.
2008-02-16 11:00
Pues ese país, es el paradigma de la democracia y el ejemplo de occidente.
Roma comenzó su declive, el día en que se abolió la república.
EEUU comenzó el suyo hce mucho, mucho tiempo ya. Pero no lo saben.
Como decían Pink Floyd:
Is there anybody out there?
2008-06-08 03:10
es impresioinante la trayectoria de este general pero este tipo de conspiraciones son la base de la estructura economica norteamericana y en la actualidad es exactamente lo mismo solo que cambia la variable que ahora es x=petroleo que ademas esta es exelente para que el complejo militar industrial se matenga como el pilar de la economia.
2012-08-29 00:03
¿No habia una película de frank capra que contaba la historia? No me pareció verosimil cuamdo la ví, pero la realidad supera a la afición
2012-11-05 01:05
¿Sería descabellado intentar conseguir el libro de Smedley Butler en español, en formato electrónico y gratis?
2012-11-05 11:37
http://es.scribd.com/doc/20086162/La-Guerra-Es-Un-Latrocinio-General-USMC-Smedley-Darling-Ton-Butler