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La noche del cazador por Martin Pawley

Hay otro cine, alejado de las esferas comerciales y del consumo y la publicidad. Esta sección es una excursión mensual —cada día 17— por la periferia del cine guiada por Martin Pawley, bloguero y crítico de cine del programa “Extrarradio” de la Radio Galega. [Esta columna se dejó de actualizar en agosto de 2009]

21 del XXI

“Ahora ya no se hacen buenas películas”. Si escuchan a alguien decir una frase como esa, hay una sola cosa de la que pueden estar seguros: quien la pronuncia no suele ir al cine, y si lo hace presta muy poca atención. Esa tendencia a dejarse mecer por la nostalgia permanente resulta ciertamente improductiva, pero en el caso de la creación artística, y del cine en particular, implica además una enorme cobardía, la de ignorar todo aquello que no ha sido sancionado por el tiempo, lo que no ha recogido todavía aplausos y parabienes en número suficientemente alto como para que uno pueda subirse al carro de los elogios sin parecer imprudente ni quedar en evidencia. El cine del pasado es una herencia gloriosa e irrenunciable de la que seguiremos disfrutando en el futuro, pero no por ello hemos de ignorar los nuevos y excelentes pasos que en la actualidad se están dando en todo el mundo. He seleccionado veintiún títulos producidos desde el 2001 hasta hoy; 21 grandes películas del siglo XXI realizadas por otros tantos directores. De algunas hemos hablado ya en esta página; de otras lo haremos sin duda más adelante. Todas ellas son prueba de una espléndida diversidad de la que como espectadores debemos sentirnos orgullosos:

Qianxi mambo (Millenium mambo) (Hou Hsiao-Hsien, 2001)

Werckmeister harmóniak (Bela Tarr, 2001)

25th hour (Spike Lee, 2002)

Five (Abbas Kiarostami, 2003)

Moolaadé (Ousmane Sembène, 2004)

Chats perchés (Chris Marker, 2004)

Los muertos (Lisandro Alonso, 2004)

Before sunset (Richard Linklater, 2004)

Whisky (Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll, 2004)

13 Lakes (James Benning, 2004)

The wild blue yonder (Werner Herzog, 2005)

Alumbramiento + La morte rouge (Víctor Erice, 2002 y 2006)

Bamako (Abderrahmane Sissako, 2006)

Syndromes and a century (Apichatpong Weerasethakul, 2006)

Hamaca paraguaya (Paz Encina, 2006)

Inland Empire (David Lynch, 2006)

Juventude em marcha (Pedro Costa, 2006)

I’m not there (Todd Haynes, 2007)

There will be blood (Paul Thomas Anderson, 2007)

En la ciudad de Sylvia (José Luis Guerín, 2007)

Profit motive and the whispering wind (Paul Gianvito, 2007)

Martin Pawley | 17 de junio de 2008

Comentarios

  1. Sergio
    2008-06-17 14:31

    El problema quizá es que la gente se hace mayor pero quiere que le sigan gustando las películas para adolescentes: ¿señores de cuarenta años decepcionados por la última película de Indiana Jones?

  2. María José
    2008-06-17 16:04

    El problema es que la mayoría de las películas de las que hablas aquí, y otras de las que has hablado otras veces, están tan poco tiempo que es muy difícil poder verlas, sobre todo porque ni siquiera han tenido mucha publicidad. Cuando tú hablas de ellas, yo siento curiosidad por verlas, pero ya es difícil que puedan verse en algún cine. Ya sé que pueden verse de otras formas, pero yo creo que en el cine siempre ganan.

  3. Marga
    2008-06-17 23:18

    No creo que las películas estén tan poco tiempo en las pantallas, por lo menos en Madrid o en Barcelona (otra cosa distinta es en provincias) lo malo es que falta tiempo para verlas …
    Una película que me impresionó y que vi recientemente “Buda explotó por vergüenza” dirigida por Hana Makhmalbaf, una directora iraní de 18 años (que supongo tendrá que vivir fuera de su país). Consigue (con las peripecias de una niña que lo único que quiere es ir a la escuela) hacer la crítica más feroz de cómo están las mujeres en el mundo árabe. Un horror, sin que ocurra nada más que eso, una niña queriendo ir al colegio

  4. Martin Pawley
    2008-06-18 03:35

    Creo que debemos empezar a exigirnos un cierto grado de “militancia”, con la convicción de que con cada libro que dejamos de leer o con cada película que ignoramos estamos contribuyendo al empobrecimiento de la diversidad cultural. Nos lamentamos continuamente de que nos llega “poco cine”, pero cuando pasa por delante de nosotros renunciamos a verlo, muchas veces por simple comodidad. Luego ocurre lo que ocurre.

  5. Juan Miguel Marthans B.
    2008-06-18 08:26

    No he tenido la suerte de poder ver todas las 21 películas que figuran en la lista (tomo lista de las faltantes), y estoy seguro que es una lista bastante reducida en donde quizá falten algunas como Coffee an cigarettes o El arca rusa. No sé si exigirnos cierto grado de “militancia” pueda afectar en algo el empobrecimiento de la diversidad cultural en un mundo en donde hay una sobreproducción “cultural” (entre comillas) y por ende una sobrediversidad cultural que se va empobreciendo y diluyendo (libros, películas, teatro, etc.). En cuanto al cine, no sé si a todo el mundo le llegue “todo” el cine, pero sí creo que la aparición de las multisalas ha creado una asistencia al cine rutinaria y falta de expectativa. Ahora uno va a cualquier hora, ve cualquier película que se acomode a la hora de uno y uno se vuelve tan solo un espectador. Antes era diferente. Un solo cine para una sola película, todo el entusiasmo para una sola película; y lo que se ha perdido es eso, la ilusión de ir al cine.

  6. Alberto
    2008-06-18 11:41

    Seamos sinceros Martin: la falta de militancias es un problema, digamos, “menor” comparado con la casi imposibilidad de tener acceso a el 85% de las películas que mencionas si no es en Madrid, Barcelona y en menor medida en ciudades como Sevilla, Valencia o Bilbao.

    De las cuatro películas de 2007 que señalas ninguna, cero, ni una sola ha sido estrenada en Santiago de Compostela. Ni siquiera una de ellas. La de Guerín se pudo ver en el festival Cineuropa en un solo pase y con invitación. Ni siquiera la multicandidata al Oscar “There will be blood” que tuvimos que ir a ver a Vigo, ahí es nada, como el que va a otra ciudad a ver un concierto: nosotros hicimos una hora y pico de coche para ver una peli.

    Ya me dirás tú que militancia se puede hacer así. Vaya, te lo digo yo: militancia de DVD (que compres por Internet, que FNAC tampoco hay) y militancia de eMule.

    Por cierto, la película Mil años de oración de Wayne Wang cumple hoy dos meses en la cartelera Compostelana, fue un extraño oasis de película pequeña (a pesar de su Concha de Oro) fuera del circuito más comercial que logró estrenarse aquí en los últimos 7 u 8 meses. Es la más veterana de la cartelera y sigue dando guerra. Igual es un problema de falta de fe de los distribuidores, que ni siquiera prueban a traer ciertas películas.

  7. Martin Pawley
    2008-06-18 14:56

    Alberto, es verdad que la oferta en la mayor parte de las ciudades es bastante pobre. Pero también lo es que muchas veces las películas pasan por delante de nuestros ojos y la respuesta del público es “muy justita”. Yo soy asiduo del CGAI, y tengo noticia de proyecciones en las que se puede contar a los espectadores con los dedos de las manos. Participo en la programación del Fórum Metropolitano de A Coruña, y he estado en sesiones en las que no había más de tres personas en la sala (aunque debo reconocer que no es lo habitual).

    Más o menos la mitad de las películas de esa lista no han tenido estreno comercial en España (“I’m not there” la tiene Vértigo, que la distribuirá quien sabe cuando). “Profit motive…” se verá en el próximo Festival de Gijón y después en otros lugares. Varios de estos títulos sí han sido proyectados en filmotecas y similares. La de Bela Tarr está editada en DVD por la FNAC, y “Juventude em marcha” la sacará Intermedio a la venta en los próximos meses.

  8. Merche
    2008-06-18 19:29

    Martin, entiendo lo que dices de la respuesta “justita” del público. En el CGAC de Compostela se pudo ver, recientemente, una amplísima muestra de la filmografía de Sokurov (ni más ni menos que dos semanitas de conferencias y un montón de proyecciones). Y bueno, éramos cuatro gatos, para qué negarlo.

    Sin embargo, iniciativas como Cineuropa cuentan con un respaldo amplísimo de público, y eso que dura un mes completo. La gente monta colas por unas entradas y las salas se llenan para ver una película libanesa, afgana o china, o incluso para ver clásicos a las cuatro de la tarde en días laborables. ¿Entonces?

    Creo que la clave es la forma de venderlo. Si un programa de “otro” cine se empaqueta con un hermoso papel de regalo y se promociona adecuadamente, el público responde. No son tan poquitos los interesados por ver cosas diferentes.

  9. Martin Pawley
    2008-06-18 23:11

    Es cierto que un buen envoltorio ayuda, y el tiempo (cronológico), también. El CGAI es un buen ejemplo de esto: hoy por hoy tiene un público fiel, que garantiza una asistencia media muy razonable. Lo mismo sucede con Cineuropa, que es una marca potente (y que se celebra en un mes perfecto para el público universitario, que alimenta buena parte de las sesiones). Pero también es cierto que de la lista que he propuesto, en Cineuropa se han visto muy poquitas, en algunos casos no porque no pudieran ponerlas, sino porque los encargados de la programación, con mi amigo José Luis Losa a la cabeza, no las consideraron suficientemente interesantes, aplicando un criterio que respeto pero que obviamente no comparto (pienso en “Bamako”, por ejemplo). Es decir, “Cineuropa” es una propuesta muy interesante, pero desde luego no arriesgada, que funciona como un festival de preestrenos que ofrece lo que está en distribución en esa altura del año.

  10. Alberto
    2008-06-18 23:44

    Ya Martin, pero es que Cineuropa ya cubre unas necesidades que en Compostela no se cubren ni en sueños. Te trae a absolutamente todos los ganadores de los cuatro grandes festivales europeos más los de muchos otros (como el de Valladolid) y con películas que tardan meses en distribuirse, eso cuando se distribuyen. Para esta ciudad es agua de mayo, realmente. Si como arriesgado entiendes “experimental” pues no, no prevalece el cine experimental, pero desde luego no es que programe blockbusters hollywoodiense (aunque alguno ya pueda caer).

    Es que la propuesta de cineuropa es otra. Traer películas que se han visto en festivales y que de otra manera no llegarían. Nada mal.

  11. María José
    2008-06-19 02:59

    Martín el problema de la “militancia” en el cine o en la literatura tiene que ver con la forma de acceder a la información. Cuando digo que no es fácil ver esas películas, ni siquiera en Madrid (salvo que sólo te dediques a eso) es porque cuando te llega la información de una película que no tiene una promoción masiva, pues ya no se puede ver o sólo en sesiones de madrugada.

    Y lo demás, como en todo lo que tiene que ver con el arte actualmente, las cosas que son arriesgadas y de calidad, son para minorías, aunque si se llega a ellas son un número suficiente, pero no se tiene interés en eso.

    Pero vamos, yo pienso hacer “militancia” con tus propuestas, aunque no sea en el cine.

  12. Martin Pawley
    2008-06-19 05:35

    Mmm… no pido tanto “películas experimentales” (en la lista que yo he propuesto tampoco abundan, de hecho), sino más bien un poquito de atrevimiento en Cineuropa: más “Bamako” y “Honor de cavalleria” y menos “Michael Clayton”, para entendernos, aprovechando que tienen un presupuesto no generoso pero sí “holgado” como para permitirse algunos lujos sin que se les desarmen las cuentas. Pecan, quizá, de una cierta obsesión por “la cantidad”, por rellenar un mes completo “como sea”, y eso provoca la presencia de muchos títulos perfectamente prescindibles. Evidentemente, la programación está en cualquier caso llena de perlas, aunque a los no residentes en Santiago los horarios de las proyecciones no suelen darnos muchas alegrías.

    Es cierto, María José, que nadie puede sentir interés por una película de la que no ha oído hablar. De hecho, los primeros que deberían poner en práctica esa militancia son/somos todos los que en unos medios u otros hablamos sobre el cine que nos gusta. De todos modos, Internet hoy en día ayuda mucho, y hay revistas espléndidas y bien distribuídas, caso de “Cahiers du Cinema”, en cuya portada aparecen con frecuencia películas (Resnais, Rivette, Rohmer, Sokurov, Kawase) que aquí luego no se estrenan, pero de las que podemos recibir abundante información.

  13. Alberto
    2008-06-19 12:01

    Tienes razón, se pueden permitir programar (aún) más cosas que son todavía más difíciles de ver en ninguna sala de cine. De cualquier manera lo que programa Cineuropa luego en un 90% no llega a los cines de aquí. Ni siquiera la ganadora, “Al otro lado”, ni siquiera algo a priori tan de cartelera normal como “En el valle de Elah”. En un vistazo rápido, hay un total de ¡cinco! películas que han acabado estrenándose, una de las cuales es norteamericana (Interview), otra ganó un oscar (Los Falsificadores) y otra más es de Ken Loach, que siempre estrena en Santiago. Madremía. Menos mal que existe cineuropa incluso con su programación menos arriesgada.

    Lo que quiero decir, Martin, es que Cineuropa cumple una misión fundamental que no cumple ninguna otra maldita sala en Compostela y que tal vez las apuestas más radicalmente arriesgadas, como es el caso de Honor de Cavallería (que cualquier día discutimos sobre la película, porque está claro que opinamos de forma diferente sobre ella) tendrían cabida en otro tipo de festivales o en una filmoteca o incluso en los ciclos del CGAC. Es que es verdad que no programaron Bamako, pero si Luz Silenciosa, El bosque del luto, Naturaleza muerta, El vuelo del balón rojo, Cien clavos... ¿sigo? Vaya, es que Bamako se debe haber quedado fuera por muy poco, porque la selección tiene una gran mayoría de películas de ese “otro cine” y un mínimo de Michael Clayton, esa es la verdad.

    Yo leo todos los meses la “Cahiers du cinema” mas algunos blogs que informan mucho y bien sobre ese otro cine. Y acabo con los dientes largos por leer películas que ni he visto, ni puedo ver ni, probablemente, podré ver a menos que compre o descargue. Y mi presupuesto es bastante ajustado como para comprarme todo lo que resulta prometedor de lo que cuenta la Cahiers (que es casi todo). Adonde quiero llegar es que tienes muchísima razón en que el público interesado tiene en su mano respaldar maś y hacer una labor de militancia mayor ante esa programación diferente que pueda llegar; pero la principal responsable del anonimato de la mayor parte de las películas que citas, la “culpa” de que no se hayan visto… es que son dificilísimas de ver. Y que, insisto, se puede ser militante en Madrid, en Barcelona, instalarse en los cines Avenida VO de Sevilla… pero ya está. Como vivas en Santiago, Cuenca, Burgos, Cáceres o Pamplona estás jodido.

  14. Martin Pawley
    2008-06-19 13:36

    Evidentemente, estamos de acuerdo en que la parte principal de las culpas la tiene el errático sistema de distribución español, que ignora muchas propuestas “de autor” de las que luego ves los números y acabas descubriendo que son muy rentables: la última de Portabella, “El silencio antes de Bach”, por ejemplo, que lleva acumulados 33 mil espectadores, bastantes más que “Redacted” de Brian de Palma, que también fue superada por “Naturaleza muerta” de Jia Zhang-ke.


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