Hola mis amadas. Hoy tengo prisa, o sea que diré rápido lo que sea que vaya a decir. Hay una serie que, por la publicidad, veo que lleva varias temporadas, y que vuelve. Serie de éxito en la cadena AXN, que yo no conocía porque hace sólo un par de semanas que la recibo por mi servidor digital.

La serie se titula Alias, y va sobre una buena chica que conoce más disfraces que Mortadelo y trabaja para la CIA. La serie promueve un feminismo de extrema derecha y una extrema derecha de aúpa. La buena chica utiliza todas las armas femeninas del maquillaje, el vestir, y el sexapil para lograr los propósitos de sus espías jefes.

¿Recordáis aquella paja mental de los ochenta y noventa de si las mujeres podían utilizar todas las “armas de mujer” y además las de los hombres para salir adelante en la vida? Aquí tenéis la respuesta: sí pueden. Pero sólo para una buena causa, como las operaciones de la CIA. Porque ella, en su vida normal, va tan normal y estas cosas no le preocupan.

La chica pertenece a un grupo ultrasecreto que ni siquiera aparece en las cuentas de la CIA. ¿Recordáis los fondos reservados que tanto escandalizaron a nuestra derecha? Pues esta serie de éxito se dedica a explicar para qué sirven los fondos reservados: para hacer cosas sin que el público y el Congreso se enteren, porque el público y el Congreso son unos plastas. Adiós democracia.

El grupo secreto explica que existe demasiada burocracia, demasiados trámites que les impiden hacer lo que quieren hacer. O sea, demasiados controles democráticos para la guerra secreta. Eso es precisamente lo que Bush y sus amigos dicen todos los días, queridas.

Existe esa paja, entre la gente del espionaje, de que el personal, o sea vosotras, no tiene ni puta idea. Que todo debe recaer en los expertos, incluso la decisión de si os merecéis o no vuestras libertades. Y así nos va, queridas.

Está claro por donde van los tiros. La tele hace el trabajo de propaganda que el gobierno imperial no puede hacer. Y gana dinero con ello, con esta serie de éxito. Y vosotras y yo les ayudamos viéndola.

Chao