Mil holas, mis mil veces guapas. Hoy no tengo nada de que hablar porque he perdido mis notas y me olvidé de ver la tele en toda la semana. Así que vamos a discutir un caso de viajes en el tiempo que no ha dejado de asombrar a la ciudadanía espeinola e incluso a algunas personas inmigrantes.

Me refiero, como inteligentísimamente habréis adivinado, al retorno del programa de Pepe Navarro. El original fue en Tele5, luego pasó a Antena3 y el retorno, el viaje en el tiempo, lo ha llevado hasta TVE. Sí, queridas, la del Comité de Sabios.

Esos del Comité no han debido cobrar lo que esperaban y como huelga habrán mandado poner lo de Navarro en la tele pública. No hay nada como dejar de cobrar lo prometido para cabrearse y llegar a extremos de mal comportamiento. Como cerrar una empresa. Quizá los del Comité intentaron primero cerrar Televisión Española, y al ver que nadie les seguía la corriente, optaron por la segunda opción.

Quizá los del Comité no han visto nunca la tele y no recuerdan lo de Navarro en las teles privadas. Quizá la idea fue del miembro del Comité que siempre se sienta al fondo y nunca dice nada. Y que al hablar por primera vez, los dejó a todos tan asombrados, que se vieron incapaces de contestarle, y la idea coló.

No se sabrá nunca.

TVE argumenta que es por lo índices de público. Pero en seis semanas no da tiempo a superar a programas establecidos, a menos que el éxito sea inmediato. Y menos cuando hay una cadena nueva con su propia tontería de medianoche.

O sea, mis queridas e intensas amigas personas lectoras, lo han quitado porque se han dado cuenta de que el miembro del Comité que lo sugirió estaba de guasa. Quizá no se le notaba la sonrisa de la guasa por culpa de una parálisis facial, o el estreñimiento. Como ya he dicho, jamás lo sabremos.

Y tampoco sabremos nunca por qué nuestra pública tele es tan pobre siendo tan rica y teniendo el permiso que tiene para endeudarse. O quizá sea ese el problema. Que gasta demasiado dinero como para llegar a cualquier riqueza artística y/o espiritual, y todas esas mandangas.

Tiene que haber algo. Algo que no permita a los empleados de TVE tener buenas ideas televisivas. Un hongo en las instalaciones que se alimente de los sesos de dicho personal. Una bacteria en los conductos del aire acondicionado. Una especie de legionela mental. ALGO. Algo tiene que haber para que seamos tan pobres televisivamente.

Yo, queridas amiguitas, tengo una sugerencia humilde. Muy humilde. ¿Por qué no escoge TVE a 15 ó 20 guionistas y les dice “Hala, ahí tenéis un buen sueldo, ahora os ponéis a imaginar series o programas inteligentes e interesantes y que gusten a mucha gente”? Incluso podría ofrecerles premios según los éxitos conseguidos. ¡Como si se tratara de una empresa de verdad (y no de una empresa espeinola)!

Cositas así, queridas. Dejar que un grupillo de gente enloquecida y creativa imagine la televisión más interesante posible. Eso sí que sería novedoso. Eso, y no la solución burocrática e inútil, la del Comité de Sabios. Ese de la bolsa de los huevos encogida.

Me voy queridas. Di Chao, Tigre. Borja ha salido a mear.

Y vosotras, mis guapas, podéis decir: Chao, Tigre. Y ser felices.

Chao.