Vale. Yo no pensaba decir nada. Por eso de las apariencias y porque a algunos persegidores, cuando por fin se muerden el rabo les da por decir que se les persigue. ¿Vosotras no tenéis de esas tías solteronas delante de las cuales no se puede decir nada, no sea que les de un soponcio, se les salga la caquita y luego exijan que las lleves a las urgencias de un hospital privado porque los públicos son tan de aquella manera? ¿Os ha pasado, chicas?

Pues el soponcio me dio a mí este fin de semana, cuando el que daba las noticias por TVE desde Roma se despidió contándonos que todo el equipo lleva tres semanas pasándoselo bomba en la ciudad eterna, pero que ya se han acabado las fiestas y vuelven a casa. Claro, ellos lo llaman trabajar. Pero los periodistas sólo trabajan cuando hacen periodismo. El bricolaje en casa de la suegra, el mentir cuando lo pillan a uno en la mentira, el ponerle morro al asunto: eso no es trabajar. Porque resulta, que nos cuentan como un gran evento que el Papa este nuevo que hay ha montado para la prensa, una especie de rueda de prensa, o algo, pero que los de la iglesia han decidido innovar un poquito. Lo qe han hecho es dejar entrar en la rueda de prensa a un montón de fans del nuevo jefe. INCREÍBLE, pero cierto amigas. ¿Y sabéis cuál es el resultado? Pues que resulta IMPOSIBLE adoptar cualquier actitud periodística cuando están los ultrasur entre tú y la puerta. Y actitud periodística, como su nombre indica, significa actitud crítica. Para acabarla de joder, tampoco es que hubiera turno de preguntas. Ya véis por dónde van los tiros del nuevo pontificado, ¿no queridas?

¡Y los de TVE tan tranquilos! ¡Han dicho eso, que se trataba de una innovación! Alguna de vosotras es capaz de soltarme que eso ha sido una ironía por parte de los guionistas del Telediario. ¿IRONÍA? ¿En el Telediario? ¿Desde cuándo? Entiendo que mientan, pero ¿que ironicen? No. ¡NO! Lo que ha pasado es que se han callado por voluntad propia o porque les han obligado. ¿Cuál es la palabra que se me viene a la mente más rápido? ¿Prevaricación?

Vamos a ver, queridas personas lectoras. Que el Vaticano haga lo que le dé la gana, saltándose todas las reglas del juego democrático: a eso ya estáis acostumbradas. Pero que la tele estatal de un estado aconfesional le haga el juego (antidemocrático) al Vaticano, ¿a eso nos tenemos que acostumbrar? ¿No os parece absolutamente… absolutamente… cuál es la palabra… absolutamente NEFASTO?

Se mencionó, eso sí, que el Papa no habló en espeinol. Y que se podía deber a que un gobierno de por aquí, democráticamente elegido, ha aprobado una ley que sirve para equiparar ciertos derechos y deberes de muchas de vosotras. ¿Y qué pasa con Latinoamérica? ¿Es que no cuenta? ¿Precisamente cuando hace sólo unos días el mismo Telediario nos informaba de que el gran jefe habla un espeinol de categoría? ¿Alguno de estos “periodistas” se hizo alguna de estas preguntas en voz alta en algún rincón de la redacción? ¿O es que estaban todos fuera fumándose un pitillo?

(TVE se ha volcado lmuy católicamente a la fiesta del catolicismo. Al mismo tiempo, o simultáneamente, o sincronizadamente, o por coincidencia, o como queráis, el Gobierno ha aprobado lo de los matrimonios gays. Y eso ha provocado un llamamiento a la desobediencia civil de los funcionarios, cuando la única desobediencia a la que tienen derecho quienes viven del erario público es—aparte de atenerse a la estricta legalidad, cosa que hay que hacer cuando los políticos son corruptos—la dimisión. Y sí queridas, estoy muy de acuerdo con la desobediencia civil propuesta por la iglesia, estoy muy de acuerdo con una dimisión masiva del funcionariado público. Luego ya veremos si está preparado todo este personal para buscar empleo.)

Lo que más me ha jorobado la tarde es que, no contentos con no hacer su trabajo, estos del Telediario, encima se han lanzado a la calle romana a preguntarle a gente que ya sabemos lo que piensa, qué es lo que piensa. Y digo que ya sabemos lo que piensa porque son espeinoles que han ido a Roma expresamente para ir a corear a su equipo favorito.

En medio de todo este publirreportaje, se les ocurre sacar a un chaval que dice que se puede joven y moderno y muy católico todo al mismo tiempo. Yo no sé si lo captáis, guapísimas queridas mías, pero nadie que sea joven y moderno dice que quiere ser, puede ser O ES joven y moderno. ¿Joven y moderno? Vamos, chicas, eso se lo ha oído a su tía solterona. La del soponcio y la caquita. Eso de joven y moderno sólo lo dicen los mayores de cuarenta. Los que ya no percibirán descuentos por su edad hasta que se jubilen. Eso se lo ha oído decir a la tía sin amores (ahora que tantos amores son legales) que tomaba el chocolate bien arrimada a la mesa camilla, al brasero, al único calor que sentirá en su vida.

Y se lo ha creído.

Bien, queridas, os dejo porque tengo que llevar al joven Borja a que se ponga moderno por la calle. Es mi deber, y es su necesidad. Chao.