Ramiro Cabana es comentarista de radio y televisión. Tele por un tubo dejó de actualizarse en agosto del 2006.
Dulces, finas amigas, de nuevo me hallo en pleno lunes con el artículo de la semana sin escribir. Pero me comprenderéis: ¡es tan fácil no ver la tele! Es facilísimo encontrar mil cosas divertidas que hacer, sin tener que para por la capilla, que es la habitación del palacete donde he puesto mi cara (en ambos sentidos del adjetivo) y planísima pantalla de plasma.
De nuevo hemos estado de viaje, pero no os digo a dónde porque, por lo visto en algunos comentarios a artículos anteriores, no debo permitir que la envidia os corroa, que eso es malo para el alma, ni que caigáis en la falacia del estatalismo en materia de mis emolumentos. También malo, muy malo, queridas.
El otro día (antes de que huyésemos de la ciudad y sin que yo vea necesidad alguna de contaros el destino), pasó por casa (o sea el palacete) una amiga y lectora (igual que vosotras) y comentó que escribo demasiado (cosa que siempre le digo a Taracido). Bueno, ella quería decir que mis artículos son largos y es como si escribiese por mí y por todas vosotras. ¡Y tiene razón! Eso es precisamente lo que hago. Y digo lo que vosotras estáis pensando, y lo hago, no porque yo sea mejor (no hace falta sacar el árbol genealógico, ¿verdad?), sino porque yo he llegado antes. Por lo tanto la patente es mía.
Pero os la presto. Podéis citarme cuanto queráis. Incluso podéis utilizar mi nombre en vano. “Mi amigo Cabana dice…” Cosas por el estilo. Y podéis hacerlo porque soy infinitamente generoso y doloroso— soy como un virus que vale la pena propagar.
Y ya que estamos con eso de las enfermedades y la semana pasada hablé de U-24, ¿por qué no nos metemos un poco con Hospital Central?
Detesto, amigas, las series de médicos. Detestaba Urgencias y detesto Hospital Central, que es lo mismo, pero sin doblaje. Y no las detesto porque sean malas series. Estoy seguro de que cada una tiene, ha tenido o puede tener sus momentos. Las detesto porque tratan sobre médicos, y no hay gente de la que yo más huya en este mundo. Con la excepción de la que trabaja para Hacienda, claro.
El personal médico entra en contacto con enfermedades de todas clases. Algo se les tiene que pegar, ¿no? Y dudo que haya un detergente lo suficientemente potente como para limpiarlos de todo lo que tocan. Que cualquiera de vosotras busque “fiebre puerperal” en la wikipedia y verá de lo que estoy hablando. Y no sólo eso. El personal médico y enfermeril entra en contacto con toda clase de sufrimiento humano y algo de eso también se les tiene que pegar. El sufrimiento también se contagia, pero no hay jabón que lo lave, no hay desinfectante que lo elimine.
La diferencia entre U-24 y Hospital Central es que en el primero vemos ese sufrimiento y en Hospital Central no. Incluso uno de los médicos de U-24 hablaba de cómo intenta él limpiarse del sufrimiento, lavarse el alma, por decirlo de alguna manera, simplemente para no sucumbir ante el dolor ajeno. En nuestra sociedad mantenemos a la muerte cada vez más alejada, y hacemos bien. Ver morir a alguien no trae ningún beneficio.
En Hospital Central vemos las cosas desde el punto de vista del personal médico y de algún familiar. Vemos las dudas, la preocupación técnica, por parte de los médicos, y la preocupación personal por parte de los familiares. Pero no vemos el sufrimiento. Ni la mugre de la enfermedad (no hace falta que entre en detalles sobre este punto, ¿verdad, queridas?) La cuestión es que el Central es un hospital light, de dieta, como se dice en espeinol. Y eso lo hace visible semana tras semana.
Quien lo vea se involucra en las historias personales de los médicos, jamás en el dolor de los pacientes y allegados. ¿Por qué? Pues porque nadie se atreve a ponéroslo delante para que lo esniféis y os coloquéis el alma, por eso. En U-24 apenas os dan una pequeña muestra. Pero el programa está editado para mostrar lo truculento de manera indolora, para que volváis. Es una falsificación.
Para ver el verdadero sufrimiento es mejor la ficción dramática. Ahí se ponen los acentos donde tienen que ir. Os lo creéis. Puede incluso que tenga algún valor terapéutico, como ocurre con la tragedia antigua, con algún drama moderno. Pero en la tele espeinola sólo se muestra el sufrimiento de manera cuasi-porno (_U-24_), o no se muestra (_Hospital Central_). Nuestros guionistas, directores, productores, y no sé si los actores, queridas amigas personas lectoras, no han mostrado todavía la capacidad de hacer televisión de altos vuelos dramáticos. Una televisión salvífica. Una televisión capaz de mostrarnos todo aquello por lo que vuestro héroe es alérgico a los hospitales, no de manera realista (el realismo siempre va y viene, según convenga), sino de manera útil. Artísticamente útil.
Y el valor del arte (y la televisión puede ser arte de verdad) (yo sé que leéis poco, queridas) es enseñarnos a situarnos en el mundo. Una enseñanza espiritual y emocional. Enseñarnos a situarnos en el mundo espiritual y emocionalmente. No material y socialmente, que eso es determinismo del cutre. ¿Pero pido mucho cuando le pido eso a la tele? Algo útil tendrán que echarnos entre anuncios, ¿no?
Hasta la semana que viene
chao
2004-11-27 23:54 Que fácil es hablar desde la absoluta ignorancia y desde tu pluma o desde donde escribas, acaso los periodistas como tu si es que en realidad lo eres o simulas a un escritor mediocre, ¿tienes reparos en criticar a todo quisqui y no hacer una autocritica de lo que escribes?
Con esto quiero decir que la única forma de dar los medicos una atencion correcta a los pacientes y hacer nuestra funcion que es curar a las personas que no las tomamos como cosas aunque no lo creas, es no involucramos tanto con los pacientes y no hundirnos por cada desgracia que tiene cada uno.
Si no lo entiendes es tu problema pero me preocuparia más en ponerte en el lugar de la gente que criticas en vez de hacer criticas baratas y sin fundamento, pero como aquel que dijo lo que hace la ignoranci.
2004-11-29 09:53 Querida amiga misma: No sé si habrás leído el artículo con detenimiento. En él se ve claramente que estoy de acuerdo contigo, incluso con tu mal humor. Pero yo no ataco a los médicos, sino a los guionistas, directores y productores de televisión, que no acaban de aprender a crear buenas situaciones dramáticas. Yo escribo sobre televisión. Mi columna se llama Tele por un tubo. Lo que ocurra fuera de la pantalla, lo que hagan los funcionarios para sobrevivir psicológicamente, no es de la incumbencia de un servidor. En realidad, no es de la incumbencia de nadie.
2004-12-06 19:40 Personalmente, estoy muy dolida con este artículo, pues creo que los guionistas hacen un gran trbajo en esta serie. No sé si habrá pensado en lo difícil que sería mantener la audiencia durante tanto tiempo( creo que esta es la 9ª temporada) en un programa en el que tan solo ocurriran desgraciaas, y en el que la angustia estuviera presente en en todo momento.Además, si los hechos ocurridos en el programa tuvieran que ser reales, se llamaría documental, y no serie,¿no es cierto?
Probablemente , poco te importe le pérdida de una visitante de tan solo 12 años de edad,un tanto impulsiva y con unas ideas un tanto excéntricas, pero lo has hecho.
Me gustaría añadir también mi felicitación (aunque poco importe) a la compañera que ha redactado el texto anterior, y decir (como muy bien ella ha dicho)que es muy sencillo criticar a los demás desde la suma y total ignorancia, pero en ocasiones deberíamos aprender a realizar nuestra propia autocrítica.
Atentamente
Una incondicional de Hospital Central.
2004-12-07 11:25 ¿Y eso es todo, chicas? “Ay, pues a mí me gusta el programa.” “Ay, y tú más.” “Ay, pues ahora no te leo.” “Ay, tengo doce años.” Ataco vuestro programa favorito, ¿y esas son vuestras armas polémicas? ¿Así de romas y oxidadas las tenéis? ¡Venga!
2004-12-07 21:59 La verdad que criticar una serie como es “Hospital Central” de si es o no es realista lo veo como una tonteria,ya que es una serie,y el objetivo de una serie no es mostar la realidad si no entretener al espectador,lógicamente tendra sus fallos,como cualquier otra serie pero no creo que sea motivo de crítica,y además una serie como está,que lleva tanto tiempo activa,creo que en vez de criticarla deberiamos de admirar a sus guionistas.
Ramiro Cabana,no confundas términos.
2004-12-10 20:10 ay q ver….os tomais los comentairo muy a pecho no creeis¿?cad uno opina lo quiere..ni q fuerais sus directores..a mi me gusta la serie pero aqi el señor tiene razón,no se muestra ni por asomo la realidad d un hospital.Pero pa criticar HC yo criticaria g.hermano o aki no hya tomate..eso si q es basura!!!