Agustín Ijalba es escritor. Durante dos años mantuvo la columna de análisis de la realidad Por arte de birlibirloque En este espacio publicará Retales todos los lunes. Retales dejó de actualizarse en febrero de 2007.
En el azaroso mundo de la reminiscencia, la nostalgia es un ancla que nos vence. Pienso en la victoria que a ciertas edades se cobra el tiempo, antaño fiel aliado de viaje y hoy mustio compañero de recuerdos. Pienso en la ensenada que un día pudo servirnos para renovar esfuerzos y seguir viaje. La silueta de su bocana, dispuesta ahora a recogernos frente al océano, ya no engaña.
¿Qué necesidad nos mueve a recuperar lo perdido? Algo que va más allá de su mera formulación filosófica, sin duda. Una pulsión vital que nos retuerce el cuello y nos obliga a mirar donde ya no hay nada, donde sólo los fantasmas aparecen como intrusos, donde la piedra escapa de la mano para no llegar a ser jamás.
Vernos anclados en nuestro pasado es más que una metáfora bastarda. Es una rémora que nos impide avanzar sobre la inmensidad de un futuro que nos aguarda incólume. En ciertos estados de ánimo, admitimos que un impulso ciego nos empuja a seguir, volcados en saciar el hambre de nuevas experiencias. Pero tras la vorágine del envite, recreamos la digestión con pequeñas evocaciones del viaje, y volvemos a vernos con la panza llena y sin ganas. Cíclicos como las tormentas, somos hijos de un mismo espasmo.
Calla el viento en el seno de la cueva, esperando la visita de quien puede ver más allá de sus sombras. Sólo quien estuvo de paso pudo dejar, tras la hoguera, huellas de sí mismo. Pero que no espere ir más allá de ellas. En su huida volcó las cenizas y con ellas su memoria se dispersó, huyendo por las rendijas del tiempo.
Ciertamente, hay estados de amnesia que reconfortan.
2006-11-27 10:38
La memoria es, muchas veces, el único refugio; otras una piedra atada a las piernas que nos empuja al fondo.
Preciosa la metáfora y de la cueva y precioso el texto.
Gracias.
2009-04-05 19:07
Me encantó lo escrito y me tome la libertad de sintetizarlo con sus mismas palabras en un poema:
Reminiscencia,
nostalgia del ancla.
¿Qué necesidad esta
de recuperar lo perdido?
Pulsión que obliga a mirar
donde la nada asecha.
La piedra escapa de la mano
para no llegar.
Calla el viento, esperando.
Sólo quien estuvo, deja huellas.
Y ciertamente hay amnesias,
que reconfortan.