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Quiero una segunda opinión por Santiago Viteri

La salud, la enfermedad y sus tratamientos son una fuente inagotable de noticias, suplementos especiales y comentarios con la vecina. Una gran cantidad de entendidos de salón y “expertos” en salud opinan sin criterio mientras que la clase médica suele responder con tecnicismos incomprensibles que solo aumentan la confusión. Por eso, Santiago Viteri (médico especialista en Oncología), escribirá una columna sencilla sobre medicina el 29 de cada mes. Porque él siempre tiene una segunda opinión y si hace falta, muchas más.

Los Consejos de Esculapio XXI (y 4)

Este mes termina el análisis paralelo de este texto. Como en los chistes el final es lo que cuenta. Tres meses lleva este médico epistolar quejándose de lo poco que le pagan, de lo injustos que pueden ser a veces los pacientes, de lo fatuos que pueden ser los colegas… La pregunta es obvia: ¿Para que diablos se hizo médico? ¿Por qué no se dedica a otra cosa?

Yo mismo me lo he preguntado muchas veces. En esos días tormentosos en los que preferiría regentar un restaurante o vivir del cuento, releo el último párrafo de este texto, respiro hondo y pido que pase el siguiente paciente.

Texto original: Últimos párrafos

Cuanto más egoístas son los hombres, más solicitud exigen del médico. Cuanto más codiciosos ellos, más desinteresado ha de ser él, y los mismos que se burlan de los dioses le confieren el sacerdocio para interesarlo al culto de su sacra persona. La ciudad confía en él para que remedie los daños que ella causa. No cuentes con que ese oficio tan penoso te haga rico; te lo he dicho: es un sacerdocio, y no sería decente que produjera ganancias como las que tiene un aceitero o el que vende lana. Te compadezco si sientes afán por la belleza; verás lo más feo y repugnante que hay en la especie humana; todos tus sentidos serán maltratados. Habrás de pegar tu oído contra el sudor de pechos sucios, respirar el olor de míseras viviendas, los perfumes harto subidos de las cortesanas, palpar tumores, curar llagas verdes de pus, fijar tu mirada y tu olfato en inmundicias, meter el dedo en muchos sitios.

Cuántas veces, un día hermoso, lleno de sol y perfumado, o bien al salir del teatro, de una pieza de Sófocles, te llamarán para un hombre que, molestado por los dolores de vientre, pondrá ante tus ojos un bacín nauseabundo, diciéndote satisfecho: “Gracias a que he tenido la preocupación de no tirarlo”. Recuerda, entonces, que habrá de parecer que te interese mucho aquella deyección. Hasta la belleza misma de las mujeres, consuelo del hombre, se desvanecerá para ti. Las verás por las mañanas desgreñadas, desencajadas, desprovistas de sus bellos colores y olvidando sobre los muebles parte de sus atractivos. Cesarán de ser diosas para convertirse en pobres seres afligidos de miserias sin gracia. Sentirás por ellas más compasión que deseos. ¡Cuántas veces te asustarás al ver un cocodrilo adormecido en el fondo de la fuente de los placeres!

Tu vida transcurrirá como la sombra de la muerte, entre el dolor de los cuerpos y de las almas, entre los duelos y la hipocresía que calcula a la cabecera de los agonizantes; la raza humana es un Prometeo desgarrado por los buitres.

Te verás solo en tus tristezas, solo en tus estudios, solo en medio del egoísmo humano. Ni siquiera encontrarás apoyo entre los médicos, que se hacen sorda guerra por interés o por orgullo. Únicamente la conciencia de aliviar males podrá sostenerte en tus fatigas. Piensa mientras estás a tiempo; pero si indiferente a la fortuna, a los placeres de la juventud; si sabiendo que te verás solo entre las fieras humanas, tienes un alma bastante estoica para satisfacerse con el deber cumplido sin ilusiones; si te juzgas bien pagado con la dicha de una madre, con una cara que te sonríe porque ya no padece, o con la paz de un moribundo a quien ocultas la llegada de la muerte; si ansías conocer al hombre, penetrar todo lo trágico de su destino, ¡hazte médico, hijo mío!

Santiago Viteri | 29 de abril de 2009

Comentarios

  1. María José
    2009-05-01 03:55

    “No cuentes con que ese oficio tan penoso te haga rico; te lo he dicho: es un sacerdocio, y no sería decente que produjera ganancias como las que tiene un aceitero o el que vende lana”

    Santiago, reconocerás que ya no es como era.

  2. santiago
    2009-05-01 21:02

    Hola María José:
    Yo desde luego no soy rico, pero tienes razón. Algunos médicos pueden llegar a hacerse muy ricos actuando de forma mercantilista.
    Pero si nos ponemos por ejemplo en la piel de un médico de familia, creo que el texto aplica perfectamene en nuestros días.

  3. Marga
    2009-05-02 23:09

    De forma mercantilista también se hacen ricos psicólogos, abogados, periodistas…..
    Santiago,estoy de acuerdo, no sólo los médicos de familia, en los hospitales públicos muchos especialistas hacen su trabajo con dignidad y respeto. De lo otro hay en todos los gremios.

  4. María José
    2009-05-03 02:43

    Marga, se puede hacer el trabajo con dignidad y respeto y hacerte rico y se puede hacer el trabajo sin hacerte rico y no hacerlo muy bien. Pero tendrás que reconocer que en la profesión de médico, (y en muchas otras, de psicólogo, de profesor…) ha habido un cambio importante. Se tiene mejor nivel de vida, un sueldo digno y un horario digno, antes estaban disponibles las 24 horas sin pagarles las horas de guardia, pienso en los médicos de familia de pueblos pequeños, ahora ni siquiera tienen que vivir allí y tiene sus turnos, cosa que me parece muy buena. Y también que hay quién se hace rico y no le parece indecente que esto produzca ganancia (piensa en cómo ha aumentado el número de médicos que optan por cirugía plástica), en esta profesión, y en muchas otras, ha habido un cambio del punto de vista y no se vive como un sacerdocio, aunque siempre hay gente que sí lo hace. No era una crítica, era la constatación de un cambio.

  5. Sandra
    2009-07-11 21:58

    Pues yo, que estoy de guardia de sábado, me rebelo. No me importa el dinero ni la decencia. Sólo necesito un poco del aire que corre ahí fuera…

  6. Carlos
    2010-03-16 01:29

    Sinceramente, con lo del sueldo lleva razón. Vale, no vas a encontrar un médico pobre… pero en España (y en concreto en donde yo vivo, Andalucía) un médico cobra na’ y menos comparado con lo debería, teniendo en cuenta lo que hace y la responsabilidad que asume. Me da vergüenza hablar del sueldo con británicos o estadounidenses la verdad…

  7. Danya
    2013-01-19 21:07

    La verdad este texto me hace reflexionar acerca de la profesión y no importa que cosas negativas se puedan tener de ello yo creo q si de verdad amas tu profesión no importa lo que pase o hagas haz lo que por deber te toca! c:
    AUN ASÍ QUIERO SER DOCTORA!!!!


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