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Quiero una segunda opinión por Santiago Viteri

La salud, la enfermedad y sus tratamientos son una fuente inagotable de noticias, suplementos especiales y comentarios con la vecina. Una gran cantidad de entendidos de salón y “expertos” en salud opinan sin criterio mientras que la clase médica suele responder con tecnicismos incomprensibles que solo aumentan la confusión. Por eso, Santiago Viteri (médico especialista en Oncología), escribirá una columna sencilla sobre medicina el 29 de cada mes. Porque él siempre tiene una segunda opinión y si hace falta, muchas más.

Médicos y pacientes: ¿nos entendemos?

Muchas veces el paciente sale de la consulta de su médico sin haber entendido casi nada de lo que le ha dicho el facultativo. Hay muchos factores que explican este fallo en la comunicación. A menudo el paciente está muy nervioso y eso hace que le cueste más entender lo que le dicen. Es frecuente que la consulta esté saturada y haya poco tiempo para explicar más en profundidad ciertas cosas o para formular dudas y preguntas. Sin embargo, el principal factor es el lenguaje oscurantista que usan los médicos. La profesión médica va acompañada de una interminable lista de tecnicismos, neologismos y eufemismos que convierten hasta el mensaje más sencillo en un código indescifrable.

Sobre esto leía el otro día un artículo en inglés en el que exponían una lista de expresiones médicas que frecuentemente los pacientes no entienden. A continuación los autores proponían otras expresiones más comprensibles. Mientras lo leía tomaba nota mental de algunos de los ejemplos para incluirlos en mi repertorio habitual, hasta que llegué a un punto que me dejó perplejo. Los autores señalaban “terminal disease/enfermedad terminal” como una de las expresiones de difícil comprensión y como alternativa comprensible proponían “you are going to die/ se va usted a morir”.

¿Comprensible? Desde luego. ¿Adecuado? Depende de la situación, pero habitualmente, no. Uno no puede esperar transmitir esa idea a un paciente con una sola frase y quedarse tan ancho. Para decirle algo así a un paciente se necesita mucho tacto, sensibilidad y todo el tiempo del mundo. Al fin y al cabo no le estamos diciendo que mañana lloverá. Le estamos diciendo que su enfermedad es muy grave, que desgraciadamente no tenemos forma de curarla y que muy probablemente va a empeorar sin que podamos evitarlo hasta causar la muerte.

Volviendo a la buena comunicación entre un médico y su paciente. Se debe usar un lenguaje claro, no técnico y disponer de tiempo suficiente. Un buen método para asegurarse si un paciente ha comprendido lo explicado es pedirle que nos cuente lo que ha entendido con sus propias palabras. Lo importante es que el paciente capte el mensaje que queremos transmitir. Además estos mensajes muchas veces son sencillos: “Su enfermedad es grave”, “Para curarle necesitamos operarle”, “Está usted mejorando mucho”, “No tenemos más tratamientos para su enfermedad, pero podemos aliviarle las molestias para que no sufra”

Muchas veces me sorprendo cuando escucho a algunos colegas explicando cosas a los pacientes, porque les veo complicarse enormemente utilizando palabras y expresiones muy ajenas al hombre de la calle. Y todavía me sorprendo más de que no les llame la atención la cara de confusión y pavor del paciente y sus familiares que no están entendiendo nada.

Así que, queridos médicos, vamos a intentar que nuestros pacientes comprendan lo que queremos decirles. En primer lugar debemos tener nosotros mismos claro el mensaje que queremos transmitir. En segundo lugar hay que transmitirlo en frases cortas, de estructura sencilla y que no incluyan palabras de más de tres silabas. Hay que repetir dos o tres veces las ideas fundamentales, dejar al paciente la posibilidad de preguntar cualquier duda que le surja y confirmar al final de la visita que ha entendido lo que le queriamos decir. Pero, por favor, no caigamos en el “se va usted a morir”.

Termino con una “leyenda urbana”. A cierto residente con unas habilidades de comunicación muy pobres le encomendaron una vez dar la noticia del fallecimiento de un paciente a sus familiares. Su adjunto le pide que sea conciso, inequivoco pero no demasiado dramático. Según la leyenda el residente, presa de los nervios y bloqueado se acercó a la mujer del paciente, y sólo se le ocurrió decir: “Colorin colorado, este cuento se ha acabado.”

Santiago Viteri | 29 de julio de 2008

Comentarios

  1. haplo
    2008-07-30 13:24

    Pues propondría usar una frase que tú mismo has usado: su enfermedad es muy grave, que desgraciadamente no tenemos forma de curarla y que muy probablemente va a empeorar sin que podamos evitarlo hasta causar la muerte.

  2. noha alhaj saleh
    2008-07-30 13:30

    quiz los medicos son de la openion de que a ellos les costo casi nueve años de su vida aprender estos terminos y tienen que soltarlos a alguen o sea el infermo. tanto aislamiento le ha hecho a ellos olvidarse de los terminos simples . o quiza podemos pensar que estos medicos estan ta sumergidos en su papel de medicos que se le olvida que los demas lo somos .
    de todas maneras graciaas a ellos y a sus terminos existe la palabra tiene( ud esperanza de vida larga y sana )

  3. Cristina
    2008-07-31 11:07

    Estoy de acuerdo con la idea central de la falta de comunicación entre médico y paciente, y con que aquellos se expresan de forma que se hace difícil entender (bien aleccionados desde la facultad para no “sentirse” cercanos a los pacientes). Pero no estoy de acuerdo con que la solución sea utilizar “frases cortas, de estructura sencilla y que no incluyan palabras de más de tres sílabas”. Las personas entendemos frases largas, e incluso algo más que sujeto, verbo y predicado. Tal vez sea más complicado que se ayude o enseñe al personal sanitario a no alejarse tanto de las emociones que su profesión causa y manejarlas de la manera que sea mejor tanto para los pacientes como para ellos.

  4. David
    2008-07-31 14:05

    Hola Santiago, en general, estoy de acuerdo con tu opinión. Solo por ampliar el tratamiento del tema y ya que la comunicación solo lo es cuando fluye en dos direcciones, sería bueno reflexionar sobre si los profesionales de la salud entienden lo que los pacientes quieren decirles. Existe una amplia literatura científica sobre la necesidad y posibilidad de mejorar la capacidad de empatía y comprensión de la información que transmite el paciente. Por la perspectiva de tu artículo, estoy seguro de que tú no lo piensas, pero cuidado con asumir que solo los mensajes del profesional son complejos y no comprendidos por el paciente. Lo contrario, me temo, también sucede con mucha frecuencia y deriva en errores médicos (también hay evidencia empírica que demuestra su relación con fallos en el diagnóstico) y en sufrimiento para el paciente.

  5. ana fuentes
    2011-04-09 07:02

    me agrada mucho su columna, humanitaria, cientifica, jovial y simplista.
    lo felicita por su tacto al tocar ciertos temas.
    quiero opinar sobre esa relacion tan dinamica medico-paciente, y la mayoria de veces una monologo por parte del profesional medico, en ocasiones , se cae en un simpple interrogatorio donde las respuestas son un monosilabo si o no. cada paciente es completamente diferente, por lo tanto ser un medico individualista pra cada paciente , es y sera un garn reto que lastimosamente olvidamos en la practica, el poco tiempo que se tiene con cada paciente, el no entendimiento de la sintomatologia que expresa, y el creernos que con dos o tres sintomas ya comocemos certeramente el diagnostico dificulta esta bella pero infructifera relacion. gracias y adelante con esta maravilosa columna


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