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Quiero una segunda opinión por Santiago Viteri

La salud, la enfermedad y sus tratamientos son una fuente inagotable de noticias, suplementos especiales y comentarios con la vecina. Una gran cantidad de entendidos de salón y “expertos” en salud opinan sin criterio mientras que la clase médica suele responder con tecnicismos incomprensibles que solo aumentan la confusión. Por eso, Santiago Viteri (médico especialista en Oncología), escribirá una columna sencilla sobre medicina el 29 de cada mes. Porque él siempre tiene una segunda opinión y si hace falta, muchas más.

Soñamos con curar el cáncer

Dentro de 20 años podremos curar el cáncer.

Esta “noticia” que se repite al menos unas dos veces al año desde hace más de 40 años es simplemente mentira. La lucha contra el cáncer es como el Vietnam de la medicina.
Para empezar porque el cáncer es un enemigo inasible, ya que cuando hablamos de cáncer en realidad no estamos hablando de una sola enfermedad, sino de cientos de enfermedades diferentes. Y si nos ponemos filosóficos hay tantos canceres distintos como pacientes. Intentaré aclarar ahora algunos términos. El cáncer es una enfermedad genética, es decir está causada por un fallo en los genes de una célula. Los genes son el paquete de instrucciones que dirigen todos los aspectos de la vida de una célula. En ellos está especificada la labor concreta de esa célula y como debe reaccionar ante distintas situaciones y lo más importante, tiene incluido un mecanismo de autodestrucción. Es decir en los genes de una célula determina cuando debe morir. Cuando se produce un fallo en los genes de una célula que inutiliza ese mecanismo de muerte programada, la célula crece fuera de control dando lugar a una masa de células en un sitio que no le corresponde. Entonces es un tumor. Para colmo estás nuevas células acumularán progresivamente nuevos fallos que las volverán cada vez más distintas a la original, haciéndolas más activas, más invasivas y dotandoles de las habilidades necesarias para desplazarse por el torrente sanguineo hasta nuevas localizaciones donde seguir creciendo. Existen miles de secuencias de fallos genéticos distintos que pueden ocasionar este proceso. En función del tipo de célula primitiva el tumor subsiguiente tendrá diversas características. Así explica porque los tumores de pulmón por ejemplo tienen distinto pronóstico y tratamiento que los de mama o los de testículo. Pero es que incluso dentro del mismo tipo de cáncer (cáncer de pulmón, por ejemplo) hay algunos que responden a unos tratamientos y otros que no. Eso se debe a que aunque se traten de tumores originados en la misma localización geográfica, las células que los componen tienen distintas características o habilidades. Así son enfermedades distintas, pero las tratamos igual porque no sabemos reconocerlas.

Es posible que algún día tengamos la capacidad de detectar estos fallos y repararlos, consiguiendo que la célula enferma vuelva a actuar del modo correcto y así curar el cáncer. Sin embargo hoy en día aún estamos muy lejos de tener los conocimientos necesarios o de desarrollar las técnicas precisas. Así pues la “noticia” de la que hablábamos al principio es en realidad la expresión de un deseo que todos los investigadores tenemos. Ojalá pudiésemos curar el cáncer. De hecho tanto los pacientes como los médicos estamos tan ávidos de esta clase de “noticias” que en los congresos internacionales la comunicación de resultados positivos en la aplicación de nuevos tratamientos contra un tipo concreto de cáncer son eventos muy emocionantes, donde el público emocionado, ovaciona puesto en pie a los investigadores que han logrado aumentar la supervivencia de un grupo de pacientes en 2 meses si los comparamos con los tratamientos convencionales.

Sin embargo no quiero terminar esta primera columna sin explicar que los avances en el tratamiento de los distintos tumores son grandes y se suceden de un modo muy veloz. Por ejemplo, en el tratamiento del cáncer de colon extendido. En los últimos veinte años, la supervivencia de los paciente afectados de esta enfermedad ha pasado de una media de 6 meses a una media de más de 24 meses (a veces mucho más) gracias a los nuevos tratamientos. Y no sólo eso, los avances en materia de prevención y detección precoz han conseguido que mujeres que antes morían de cáncer de mama ahora vivan curadas para siempre de una enfermedad que en caso de detectarse más tardíamente no tiene solución. Hay motivos para la esperanza.

Y cuando pasen veinte años, en librodenotas 15.0 volveremos a tratar el tema.

Santiago Viteri | 29 de enero de 2008

Comentarios

  1. Cayetano
    2008-01-29 12:57

    En primer lugar dar la bienvenida. Es interesante leer la opinión de un profesional de la medicina. Coincido, en el fondo, sobre el tratamiento informativo de las noticias sobre avances científicos. Casi siempre crean falsas esperanzas en los enfermos, no se si el optimismo cura, obviamente la medicina no puede con todo.

    Como ya comentaba en Un corazón fabricado en laboratorio habría que ser más prudente al dar este tipo de noticias. Quizás incidir en aquello que ya se conoce y prevenir, en la medida de lo posible, descartando hábitos que se demuestran causa de enfermedad.

    Un saludo

  2. Miguel A. Román
    2008-01-30 10:22

    Santiago, bienvenido.

    A ese “sensacionalismo” científico no es ajena la necesidad de justificar las inversiones económicas en investigación.

    Las universidades y los laboratorios como también los gobiernos, exigen resultados a los equipos que financian. Y si no hay resultados espectaculares, se magnifican.

    Ojo, que no digo que se inventen o falseen (que no seré yo quien lo diga, vamos), pero sí tengo la sensación de que se “maquillan” al alza, no únicamente en medios de comunicación sino también en publicaciones “serias”.

    No es hoy de recibo que un señor que se haya pulido unos millones en el laboratorio (una buena parte en sueldos) salga al final con que no hay nada nuevo. Entre otras cosas porque su beca de investigación puede quedar exhausta de por vida.

    El problema de eso no es únicamente la dudosa ética, ni siquiera dar falsas esperanzas a pacientes sentenciados de muerte, sino dárselas a otros investigadores que intentarán continuar la misma estéril línea, desperdiciando dinero y esfuerzos.

  3. Alberto
    2008-01-30 11:50

    “No es hoy de recibo que un señor que se haya pulido unos millones en el laboratorio (una buena parte en sueldos) salga al final con que no hay nada nuevo. Entre otras cosas porque su beca de investigación puede quedar exhausta de por vida.”

    Efectivamente, hoy por hoy no es de recibo pero debería serlo. La única manera de encontrar la puerta adecuada es probando a abrirlas todas.

  4. Santiago Viteri
    2008-02-12 17:39

    Gracias por las bienvenidas.
    Ante lo que comenta Miguel A. Román se me ocurren varias respuestas que van en la línea de lo que dice Alberto.
    En primer lugar, en nuestro país las inversiones en investigación son claramente insuficientes. Esto motiva que la mayoría de los ensayos clínico para aprobar nuevos tratamientos sean necesariamente sufragados por la industria farmaceutica. Logicamente si uno desarrolla un fármaco y luego promueve un estudio para ver si es efectivo espera resultados positivos.
    En segundo lugar, tengo que decir que estoy completamente de acuerdo con la idea de que tan importante es obtener resultados positivos como negativos. Si una línea de investigación no conduce a nada bueno, hay que cerrarla para concentrar nuestros esfuerzos en otra. El problema es que las revistas científicas publican mayoritariamente los estudios con resultados positivos y aquellos con resultados negativos no son difundidos. Así no se puede “aprender de los errores”
    Imaginemos que sobre un tratamiento se desarrollan 10 estudios para comprobar su efectividad. Si tres de ellos son positivos (y se publican los 3) y 7 son negativos y sólo se publica uno… ¿que pensará la comunidad científica?
    El problema es que incluso el científico que obtiene resultados negativos suele renunciar a comunicarlos, porque, mecachis, son negativos.

  5. lola
    2009-03-22 04:08

    Es interesante ver como la gente comenta y habla de lo que ocurre científicamente dentro del cuerpo cuando una persona tiene cáncer, es de gran ayuda para entenderlo pero no para aceptarlo, sin embargo humanamente creo que no se podría explicar, a través de una nota cuando tienes una persona amada con esta enfermedad y escuchas que su cuerpo esta invadido o no se que cosas. No hay texto, ni articulo que valga para superar el dolor que se siente, no solo es doloroso creo que para las personas que se les diagnostica si no también para aquellas personas que esta a alrededor. Es terrible ver que definitivamente no puedes hacer nada, es un impotencia todo el tiempo, es algo que se sale de tus mano;, como querer controlar la salida del sol luego del amanecer no puedes evitarlo………….Cuando el cáncer esta ya tan avanzado los efectos que causa físicamente son desastrosos no solo es ver la delgadez tan absurda que genera en el cuerpo, la falta de apetito el dolor constante y la mirada cansada…………..esperando ya muy seguramente para morir……..Me parce que se debería apoyar a mas a todos esos investigadores profesionales del área de la salud, química y demás ciencias involucradas que trabajan en pro de la cura contra esta terrible enfermedad. Es necesario si pudiéramos algún día encontrar la cura para no perder a esos seres que amamos.


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