Libro de notas

Edición LdN
Mondo Píxel PG por John Tones y Javi Sánchez

Mondo Píxel PG supone, como el Parental Guidance de su título indica, un punto de vista alternativo y guiado acerca de los videojuegos. Cada viernes, John Tones y Javi Sánchez, miembros del hervidero de visiones con seso sobre lo interactivo Mondo Píxel, contarán en LdN cómo se ha convertido el ocio electrónico en una volcánica explosión de inquietudes pop. Sus ramificaciones en cine, tebeos y música, su influencia en nuestra vida diaria, su futuro como forma de ocio y olla a presión cultural. Cada semana en Mondo Píxel PG.

Marchando una de bola de cristal

Ayer merendábamos con la confirmación de algo que ya se sabía en los corrillos del sector desde hace tiempo: Sega cierra oficina en España (más Benelux, Austria, Francia, Suiza y Australia) y el gigante de la distribución Koch Media se hará cargo en nuestro país de llevar sus productos. Un déjà vu con apenas hace un par de semanas, cuando THQ también plegaba velas en nuestro país. En la situación actual, cabe preguntarse cuánto aguantará un sector empeñado en vender novedades a 70 euros con un modelo en el que un par de éxitos tienen que tirar de unos cuantos fracasos. Con costes de desarrollo cada día más cercanos a los de Hollywood y una audiencia potencial mucho menor, el desplome del modelo comercial –agravado por la crisis de la eurozona y el declive del mercado japonés– parece cada día más cercano.

Pero no olvidemos la lección que llevamos remachando desde hace tiempo en Mondo Píxel: que el videojuego vive y muere por su tecnología. Que el mainstream haya sido durante años la expresión monolítica de toda la industria no quita para que estemos en uno de los mejores momentos creativos de esta cultura, aunque en manos de pequeños desarrolladores, que ya saben de nuestra devoción por lo indi y sus éxitos (el último, un nuevo Humble Indie Bundle que vendió más de 600.000 paquetes digitales a unos siete euros de media). Sin descartar a los nuevos grandes actores, como Apple, que quiere repetir el éxito de sus iBichos en Mac, o un Facebook empeñado en revitalizarse (cuando hace dos años eran el futuro) con apuestas como Sim City Social y el rolazo multijugador en tiempo real Dungeon Rampage. Ni las incógnitas de futuro. Del futuro de los juegos móviles/tabletas no hablaremos porque su presente ya grita bastante, pero en lo que respecta a la sobremesa, dejen que apuntemos con el dedo a algo que no son Sony, Microsoft o Nintendo.

En el número 4 de GamesTM, revista en la que los autores de esta columna escriben y traducen, publicamos un reportaje sobre un secreto a voces al que sólo le falta saber el momento: la –nombre clave– Steam Box, hipotética consola/PC/reproductor multimedia de Valve, cuya llegada sacaría a los ordenadores de sus cuartos para llevar toda la furia de la plataforma digital Steam (y sus cerca de 50 millones de suscriptores y más de 1.500 juegos) al salón. Durante la edición del artículo para la edición española, Sánchez rememoró que casi todos nos reímos cuando la compañía de Gabe Newell anunció el servicio en 2002, prometiendo un futuro en el que los juegos no los compraríamos en caja. Y lo mucho que nos cabreamos cuando descubrimos que era obligatorio para jugar al deseado Half-Life 2. Steam Box, si existe como la sospechamos (que tratándose de Valve nunca se sabe), sería la primera consola de sobremesa que no vendería juegos en formato físico. Y sí, nos reímos en su momento, pero el resto de editoras han tardado casi diez años en seguirle los pasos, con Origin de Electronic Arts a la cabeza entre alguna que otra tarambanada.

[Un inciso sobre Steam: no queremos olvidar la reciente gilipollez del resentido Antón Reixa, nuevo presidente de la SGAE, afirmando que los usuarios no necesitan banda ancha para el uso convencional de la red, que sólo se usan “para descargar megas y megas pesadísimos” –ay, las magnitudes, profesor Reixa*–. Independientemente de servicios de streaming de series y películas como *Hulu, Netflix o nuestro Filmin patrio: un gasto de unos 30 euros al mes (por poner la mitad de lo que cuesta una novedad de consola) en Steam se va, tranquilamente, a los 40 gigas de juegos descargados. Si ustedes quieren ser dinosaurios y morir como tales no se preocupen, ya les desentarremos en forma de combustible o fósil arqueológico pasado mañana, pero no intenten joder a medios que le son ajenos. Y más aún, no intenten joder a quien tiene que elegir entre gastar sus euros en un producto digital inmediato con un servicio de calidad o atravesar la maraña de plataformas mierderas, obstáculos e infra-infraestructuras de comunicación que ustedes desean imponer. Todavía pueden perder más. Fin del inciso.]

Por otro lado está Gaikai, una empresa fundada por el legendario David Perry, desarrollador metido a visionario que ha visto el futuro en las nubes: jugar desde terminales –que pueden ser hasta televisores de gama alta con un mando puesto– sin descargas intermedias, mediante streaming de consolas y ordenadores de última generación. Un mando, una pantalla: ellos ponen el resto. A distancia. Durante el pasado E3 de Los Angeles, Gaikai estuvo en boca de todo el mundo ante los rumores que apuntaban a que Sony compraría la empresa para integrar sus posibilidades en su futura PlayStation 4 (o, incluso, en PlayStation Plus, servicio premium online de PlayStation 3). A día de hoy, y a falta todavía de que se les conozca más, Gaikai anda experimentando sus posibilidades en plataformas como Youtube o, justo, Facebook. Dos nombres que no citamos al azar: el propio Perry está encargándose de inflar la venta de su start up deslizando el interés tanto de Google como de la gente de Zuckerberg.

La reciente quiebra británica de la cadena de tiendas Game, o el cierre en nuestro país editoras/distribuidoras como THQ o Sega no obedece sólo a las transformaciones del sector (ambas han cometido errores mayúsculos, sobre todo la primera, que ha estado al borde de la quiebra general), pero es un síntoma de que las más débiles –o equivocadas– las van a pasar canutas mientras llega el futuro y se asienta el polvo. Tampoco es que Microsoft, Sony o Nintendo tengan nada asegurado. La primera ha convertido a Xbox 360 en su senectud en un proveedor de contenidos audiovisuales vía streaming y luego ya en una consola de juegos, un movimiento brillante que en su país de origen les funciona de perlas. El desastre en todas las divisiones de Sony, sobre todo la de teles, les ha puesto contra las cuerdas (con más de 10.000 despidos anunciados) sin muchas ganas de repetir las bravuconadas del E3 de 2006, cuando soltaban perlas como “la nueva generación de consolas empezará cuando lo digamos nosotros” al ritmo de una PlayStation 3 a 600 eurazos. Eso y la promesa a los desarrolladores de prestar apoyo a su pobre Vita (la portátil perfecta en un mundo sin smartphones, ay) y su compatibilidad con su hermana mayor durante dos años. Y Nintendo, bueno, tiene una cosa que nadie sabe muy bien para qué sirve, qué juegos sacar para ella o a qué público va dirigida. Más o menos lo que pasó con Wii en su momento, pero en tiempos menos prometedores, con la empresa de Iwata presentando números rojos por primera vez en 30 años.

Salvo Nintendo, que venderá Wii U desde estas navidades, parece que todo se lidiará en 2014 (aunque no nos sorprendería que Sony o especialmente Microsoft rompieran el ritmo de anunciarse un año para salir el siguiente). De lo que presente cada una dependerá la que posiblemente sea la última generación de consolas tradicionales con formato físico. Sobre todo si Valve o Gaikai les toman la delantera. En los tiempos que corren, planear el futuro a dos años vista puede significar que cuando llegues el mundo que habías previsto ya no exista. O que todo dios esté jugando a otra cosa. Que se lo digan a las portátiles.

John Tones y Javi Sánchez | 29 de junio de 2012

Textos anteriores

-
The last pegera [20/12/13]
-
Luxury [29/11/13]
-
-
-
Gente en sitios [27/09/13]
-
Gran Que Te Jodan 5 [20/09/13]
-
Conoce a tu enemigo [19/07/13]
-
Más que gratis [12/07/13]

Ver todos

Librería LdN


LdN en Twiter

Publicidad

Publicidad

Libro de Notas no se responsabiliza de las opiniones vertidas por sus colaboradores.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons
Desarrollado con TextPattern | Suscripción XML: RSS - Atom | ISSN: 1699-8766
Diseño: Óscar Villán || Programación: Juanjo Navarro
Otros proyectos de LdN: Pequeño LdN || Artes poéticas || Retórica || Librería
Aviso legal