Mondo Píxel PG supone, como el Parental Guidance de su título indica, un punto de vista alternativo y guiado acerca de los videojuegos. Cada viernes, John Tones y Javi Sánchez, miembros del hervidero de visiones con seso sobre lo interactivo Mondo Píxel, contarán en LdN cómo se ha convertido el ocio electrónico en una volcánica explosión de inquietudes pop. Sus ramificaciones en cine, tebeos y música, su influencia en nuestra vida diaria, su futuro como forma de ocio y olla a presión cultural. Cada semana en Mondo Píxel PG.
El pasado jueves 23, los dos artífices de esta columna pasaron la noche juntos, pero para desazón de los autores de slash fiction protagonizada por miembros históricos de Mondo Píxel, una vez más se produjo por cuestiones laborales. Tones, de hecho, salió a las doce de la noche del lujoso preestreno de Extraterrestre (vayan ahora mismo a verla) para encaminar sus pasos cabizbajo hacia esa especie de decorado de La Fuga de Logan sin tías de los setenta que son las oficinas de Grupo Zeta en Madrid. Allí andaban ya, desde primera hora de la mañana y sin escapaditas para alternar con la farándula, el propio Sánchez, el joven cachorro Bruno Louviers, los zigurats de la prensa del sector Nemesis y The Elf y el equipo de diseño de una nueva publicación. Estaban cerrando el primer número de Games TM, edición española de una revista de videojuegos británica por la que aquí siempre hemos tenido cierta devoción, ya que equilibra con gusto y estilo el discurso combativo y la brillantez teórica.
Desde hace casi tres años, Sánchez, Tones, Nemesis y The Elf no coincidían en una redacción: fue en los tiempos en los que Tones fue redactor-jefe y Sánchez colaborador habitual (sumado a buena parte de la plantilla de miembros históricos, activos y nombres afines a Mondo Píxel en sus múltiples encarnaciones) de la revista Superjuegos Xtreme, también de Zeta. Fue una publicación virtualmente irrepetible, ya que quizás supuso el último aspaviento de una forma de hacer revistas de videojuegos que es imposible que vuelva: con el sentido lúdico predominando por encima de cualquier otra consideración, sin descartar nunca la reflexión y el posicionamiento desde las trincheras, en Superjuegos Xtreme se hacía lo que se quería (desde reportajes sobre retretes pixelados a tesinas sobre la figura de la colegiala desvalida en los títulos de horror japonés de los noventa), principalmente porque era una revista invisible. Vendía poco y no llamaba la atención: de hecho, en tiempos convulsos para Zeta (los preámbulos de la crisis económica, con EREs demenciales que acabaron llevando al cierre de varias cabeceras), algunos directivos de la empresa supieron que tenían una revista llamada Superjuegos Xtreme justo cuando decidieron cerrarla.
Decíamos que no puede haber una nueva Superjuegos Xtreme: los tiempos no son los mismos y, sobre todo, Internet ha cambiado definitivamente a los lectores que, para desgracia de quienes creemos que la letra impresa está para ser conservada y releída, exigen la inmediatez de la Red. Xtreme era casi una versión pulp de las revistas de la competencia: barata, llena de violencia injustificada, erotismo zafio y titulares sensacionalistas. Games TM, mientras tanto, cuesta 7,95 euros, tiene un aspecto lujoso y un barnizado algo más serio. Quizás meditando sobre todo ello se encontraban nuestros intrépidos Tones y Sánchez el pasado jueves, inundados bajo interminables pdfs que repasaban en busca de errores de edición.
Posiblemente, hubo un momento que supuso un antes y un después en esa larga noche (obviemos cuando, hojeando unos ejemplares atrasados de la revista Man que por allí pululaban, descubrieron a la encarnación más perfecta posible del concepto «Pelirroja de Satanás»): con un gesto de inocencia que haría implosionar a Anne Geddes, preguntaron al jefe si podían ser creativos con los géneros de los juegos. La respuesta positiva les mandó de un bandazo a los tiempos de Xtreme, en los que el género de las fichas de las reseñas suponía a veces una crítica más demoledora y una radiografía más precisa que la vulgar nota que coronaba cada texto. Así, cuando llegó el momento de clasificar el novedoso Journey (una aventura desértica camuflada de arte y ensayo, sin muertes, sin violencia, casi sin acción, extremadamente comtemplativa y estática), Tones y Sánchez notaron un leve chisporroteo en los dedos al teclear: «Género: Exploración tróspida». Repasaron nerviosamente todo lo escrito hasta ese momento y comprobaron que la terminología hematocrítica era solo la culminación de lo que el equipo de redactores había estado haciendo de forma inconsciente durante tres semanas: introduciendo pequeños troyanos en los textos, minúsculas y contundentes rebeliones al rígido corsé del periodismo especializado que se imprime en nuestro país. Es decir, todo aquello que supone el perfecto inicio para alejar a Games TM de ser una revista más y que, en espléndida definición de nuestro amigo y maestro Noel Ceballos, conducen a la revista (un poco de forma inconsciente, un poco sabiendo que hace solo unos años ese mismo equipo estaba haciendo la mejor revista de videojuegos posible en este país) a «esa suerte de estado de gracia post-teológico que conocemos como “petarlo”»
Vamos a compartir un secreto con ustedes: cuando salimos del cierre, a las seis y media de la mañana del viernes, Sánchez se llevó al imberbe Louviers (que quería ir a un after) a un bar de taxistas, y luego se lanzó a escribir la enfurecida y ya clásica columna de Mondo Píxel PG de la semana pasada. Es la mejor prueba de que en la redacción de Games TM no solo se hace el mejor periodismo especializado que pueden encontrar ahora mismo en el kiosco, sino que hace que quienes lo producen no puedan parar. Y eso para nosotros es lo que realmente importa.
2012-03-30 21:39
Bravo y mucho ánimo en la nueva aventura. Por fuera destila el aire de la original y un poco al estilo de edición de EDGE. Pero por dentro se nota el alma Xtreme solo echando un vistazo. Cuando la lea a fondo seguro que se nota aún más. Seguro que, poco a poco, ese espíritu se va comiendo la revista y la hace suya.
2012-03-31 22:33
-Toda la suerte del mundo, señores, se echaba en falta algo así al mirar al kiosco. Bueno, por qué negarlo, mirar, lo que se dice mirar era algo que ya no hacía desde hace tiempo.
-Sí, es cara de cojones y más en los tiempos que corren, pero habrá que daros una oportunidad. Ya me dejo una pasta en Orsai, pero disfruto leyéndola como un chancho revolcándose por el barro.
-Cuídenme a Bruno, en el fondo del fondo es buen chico aunque todavía no tenga demasiado pelo púbico.
-Ahora mismo estoy en el extranjero y aunque la tengo “encargada” a un familiar, no puedo leerla ni esnifar su tinta… no obstante, he leído que os habéis dejado una frase en inglés por traducir. Cuidadín con estas cosas, coño.
-Lo dicho: suerte :).
2012-04-05 01:02
La lástima será la gran cantidad de gente que se gastará 8 euros en un cubata de dudosa calidad el sábado y al día siguiente ya sin los efectos del alcohol meterá el grito al cielo porque una revista seria y realizada con buen gusto cuesta lo mismo. A mi un cubata me suele durar unos 35 minutos en las manos, la revista…no lo sé yo suelo utilizarlas para revisar, apredender e incluso inspirarme…así que yo seguiré gastando mis 8 euros en lo que me da la gana. Y si el número 2 es de la calidad del 1 pues ya tienen un seguidor.