Nos encanta emborrachar a product managers para que nos cuenten secretitos de la industria. ¿Para cuándo la próxima generación? ¿Es cierto que ese proyecto tan rumoreado de una gran marca es un metafórico pimiento con microchips? ¿Vais a tener los huevos de cobrar por ESE DLC? Pues creannos: si tenemos que fundamentar nuestras predicciones sobre el 2012 en lo que nos han ido contando los jefes de producto ablandados a golpe de Jägerbomb, nuestra predicción se resume en… nada. No “nada” de nuestro legendario TODO MAL, sino “nada” de “ni idea”.

Hay una teoría muy extendida entre bloggers empochecidos default que dice que 2011 ha sido un año terrible para la industria, y que 2012 va camino de algo similar por culpa de la banalización general del producto y la búsqueda a toda costa de ese sueño cada vez más inalcanzable que es El Juego Que Atrae A La Abuela Y Al Nieto Hardcore Gamer Por Igual. Nosotros, que ya saben que no somos precisamente proclives a dejarnos llevar por el entusiasmo de las novedades solo por el hecho de ser novedades, ni por el hecho de… bueno, de que sea el product manager el que pague los Jägerbombs de su bolsillo, no creemos que haya sido un mal año, y en nuestro blog y nuestros resúmenes del año pueden comprobarlo. Se nos vienen a la cabeza, sin darle muchas vueltas, tres o cuatro producciones que podemos calificar de juegazos sin sudores fríos de ningún tipo, un par de títulos de cada género activo (y de alguno prácticamente inactivo) más que interesantes, una buena sartenada de títulos que según gustos están más que bien, y oye, ni siquiera las grandes Franquicias Asquerosas Del Horror han molestado demasiado. Tranquilidad, que no hemos perdido la ira: este ha sido un año decadente, mediocre, sin sal, como todos. Lo de Rage y lo de *Homefront*, un par de shooters a medio acabar que se estrellaron con el abismo de la comprensible incomprensión por parte de crítica y público subrayan hasta qué punto estamos donde estamos, que es en la finalización de un ciclo.

(Pero hace dos temporadas, esas Navidades en las que todo el mundo sacaba un subproducto de aerobic para Wii programado en un fin de semana, el catálogo de la blanca de Nintendo,créannos, inducía al lobotomizaje y defenestración simultáneos. Por eso mismo, no creemos que las bases asentadas de cara al 2012 sean especialmente deplorables… ni halagüeñas.)

Lo que sí sabemos es lo que comentábamos más arriba, y que es por lo que los product managers ablandados no nos adelantan nada: fin de ciclo. Las compañías se están reservando los petardazos, que serán abundantes a partir de mediados de año, cuando Sony y/o Microsoft anuncien sus nuevas piezas de hardware. Posiblemente, y aquí entramos en el terreno especulativo, Sony enseñe un nombre, un logo y un mueblecito, y Microsoft una consola prácticamente acabada, pero con reparos. Todo para verano, en el E3, con los colores y los fans en llamas. Y entonces sí, entonces sí que llegarán los anuncios de decenas de juegos de lanzamiento que serán productos de esta generación hormonados, remakes con más poros y más pelos de cosas de hace un par de años, y recuperaremos todos el ímpetu mondopixelítico que nos caracteriza: el de cagarse en todo el mundo, muy fuerte, todo el rato.

Pero, ¿saben? Ahora estamos cómodos, de una manera entre perversa y sedada, con los últimos coletazos de esta generación. Las desarrolladoras le han cogido el tranquillo a las máquinas, las franquicias discurren tranquilas, sin aspavientos pero en términos generales sin grandes desastres. La placidez de los mastodontes mainstream contrasta con el hervidero de ideas en el panorama indie, que estamos seguros que nos dará más de una alegría en 2012. Y los medios discurren como el Mary Celeste, sin rumbo fijo y sin el menor calado, pero sin provocar accesos de pánico en ninguna ciudad costera. Todo el sector es ahora mismo como un episodio de Scooby Doo: sabemos en qué momento viene la persecución, quién es el fantasma y cuándo lo van a desenmascarar. Y, agradablemente predecible como es, no hace falta que recordemos que nos encanta Scooby Doo. Sobre todo porque sabemos que en agosto llega el E3.

En agosto llega Scrappy Doo.