10 normas tan claras como volátiles, quince realizadores y una puerta abierta a otro tipo de cine. Little Secret Film es un “ejercicio de riesgo cinematográfico extremo” que ha comenzado el día 1 de febrero de 2013 con quince películas rodadas en 24 horas y estrenadas simultáneamente en la red. En Libro de Notas nos hemos propuesto hacer un ejercicio de crítica extrema y examinarlas todas con lupa en las próximas semanas. Empezando desde ya.
Por Alberto Haj-Saleh
Posíblemente la película más estimulante y en la que más he pensado en todo lo que llevo de 2013 sea Pepón es guay, de Norberto Ramos del Val, una película que se adelantó a los #LittleSecretFilm en una decena de días pero que podría haber sido perfectamente el largometraje número 16 del proyecto sin desentonar ni un poquito. En ella se narra a modo de falso documental los intentos por parte de Pepón Fuentes de convertirse en un buen cómico a la vez que intenta acercarse de algún modo a la madurez que el supuesto peterpanismo del mundo del espectáculo frena y bloquea. Así, Pepón también intenta conseguir una novia, mejorar el aspecto de su casa, ser un tipo más ordenado, hacer las cosas que se supone que se hacen cuando has sobrepasado ampliamente la treintena.
No termina de gustarme el concepto de “falso documental” para hablar de Pepón es guay. En su lugar prefiero pensar en algo como “ficción rebelde”, es decir, una obra de ficción concebida como tal que por circunstancias temáticas, de producción y de elección por parte de su director y sus protagonistas abandona las fronteras del relato convencional para mirar directamente al espectador y recordarle que lo que está viendo no es más que una película pero que los que están en la película no siempre están actuando.
El personaje más inquietante de Pepón es guay es su amigo Pablo Vázquez, una especie de pequeño demonio hijo de puta que con absoluta parsimonia se encarga de recordar a Pepón ya no sólo que es mortal, sino que además es un poco mediocre en casi todo lo que hace. Pablo es el director del #LittleSecretFilm Desmadre en la noche de la quietud, que en mi cerebro es la continuación natural de Pepón es guay, el momento en el que Pablo personaje de la película de Ramos del Val decide ponerse detrás de la cámara y recordarnos a todos, no solo a Pepón, que somos un poco mediocres en todo lo que hacemos.
Lucía Nova es una actriz de éxito en el cine español, o al menos eso cree ella. Hugo Álvarez Gómez (¿tardarán mucho en descubrir a este fiera el resto de cineastas?) es su hermano, su Sancho Panza incondicional, dispuesto a seguir a su hermana en cualquier cosa que haga sin hacerse demasiadas preguntas. Juntos preparan la “Noche de la Quietud”, el más bello canto del cisne del cine español, una fiesta en la que todo el star system nacional, incluido el que ya es material de derribo, va a suicidarse colectivamente como último acto hermoso final.
De niños jugamos colocando las reglas verbalmente al principio del juego. ¿Vale que yo soy un indio y tú un vaquero? ¿Vale que somos policías y tenemos que detener a un mafioso? ¡Yo me pido Zidane! ¡Yo me pido Romario! Pablo Vázquez ejerce en su propia película de amigo cabrón, de hermano mayor toca huevos, del tío que de repente dice “sois tontos, ni tú eres policía, ni tú eres Zidane, ni tú eres Romario”. El pacto ficcional que se establece entre película y espectador es roto voluntariamente por su director, constantemente, destruyendo cada regla previa, cada idea preconcebida, estirando todos los límites que el espectador pueda tener a priori. Vázquez alarga cada secuencia un poco más del máximo imaginable, se introduce dentro de la película para recordarle a todos que esto es un filme, uno low cost, además, donde los actores no hacen siempre lo que él quiere (no consigue ninguno de los dos desnudos que pide), dinamita, en fin, todo aquello que damos por descontado que ha de tener una película y le da la vuelta justo al extremo contrario.
Perdónenme por el SPOILER final, pero es necesario para comprender que Vázquez lleva su ruptura de todo lo obvio hasta el final: hasta el momento en el que Hugo decide que ya está bien de jugar y que no tiene ganas de seguir haciendo eso y su hermana trata desesperadamente de que la realidad que ha construido siga funcionando también en la cabeza de su hermano, y así ser dos que sueñan y no una que está loca o terriblemente sola. ¿Y ya está? Siempre hay un giro más, siempre hay una ruptura más, y como cierre todavía nos quedan unos segundos donde Lucía deja de ser la protagonista de Noche en el desmadre de la quietud para ser Lucía Nova, actriz, que se relaja y charla con Pablo Vázquez, director, ahora que por fin ha acabado todo.
Desmadre en la noche de la quietud de Pablo Vázquez en YouTube.