Alfredo Herrera Patiño dirige la editorial mexicana Verdehalago y escribe con asiduidad la bitácora Erratas eminentes. Asombros y paralajes intentará dar salida a los muchos asombros en los que vive desde las diversas perspectivas y lugares donde le suceden. Se publica los miércoles.
Los minutos pasan tan lentos, las horas tan sucesivas y los días tan prestos que, hay veces, a veces, que se me pierde un día y no logró nunca hallarlo. Se me perdió el martes muy temprano, al alba, y me di cuenta, de perderlo, hasta el miércoles ya tarde cuando pulso estas líneas. ¿A dónde se fue el martes con sus promesas y su mediodía? ¿Cuándo llegó tan de repente el miércoles con su medianía certera? Lo peor y más extraño ¿dónde quedé quien fui ese martes que no existe ya y para el cual, parece, nunca existí? Porque el martes de noche escribo mis asombros y los mandó y envío, para el miércoles lector de aquellos lares, pero se me perdió el martes, tan de repente él, completo. Hoy miércoles pulso las teclas y no termino de saber, al enterarme de su desaparición, dónde quede y quedó el día.
¿Dónde, díganme, quedó mi martes? ¿Alguien, ustedes, lo siquiera saben?