Alfredo Herrera Patiño dirige la editorial mexicana Verdehalago y escribe con asiduidad la bitácora Erratas eminentes. Asombros y paralajes intentará dar salida a los muchos asombros en los que vive desde las diversas perspectivas y lugares donde le suceden. Se publica los miércoles.
¿Cuándo decidimos no ser parte de la naturaleza? ¿Cuándo lo humano dejó de ser natural y, por el contrario, comenzó a ser artificial, ficticio casi? ¿Cuándo lo natural se tornó bueno, saludable, justo incluso? Porque naturales son los terremotos, y las tormentas eléctricas, y la sífilis, y la tuberculosis, y las inundaciones y las neurotoxinas que, otros menos prejuiciosos que yo, llamaban ponzoña. También, desde luego, el penicilum. Y la penicilina, en este tenor, es tan natural como la ponzoña. Y también el alfabeto. Y la casa que habito. Y la poesía. Y el cine…
2007-11-20 00:15
Te recomiendo “La Naturaleza” de John Stuart Mill.
Un saludo.