Alfredo Herrera Patiño dirige la editorial mexicana Verdehalago y escribe con asiduidad la bitácora Erratas eminentes. Asombros y paralajes intentará dar salida a los muchos asombros en los que vive desde las diversas perspectivas y lugares donde le suceden. Se publica los miércoles.
Nuestra manía simbólica es, por enunciarlo decimononamente, dicha y quebranto. Cierto perro, llamémosle Canario, por mor del error fonético contra etimológico, vio infectada su pata trasera de tal modo siniestro que hubo de amputársela. Canario, pues, entró al quirófano completo y salió, dormido, en tres patas, acostado. Lo natural, imaginaba, sería la tristeza del perro ante la falta. Todo lo contrario, al despertar siguió su vida, no como si nada hubiera pasado, no, tan sólo dando los pasos sucesivos de sus tres patas. Simpleza de la carencia simbólica. Ninguna pregunta, ninguna duda, ninguna representación de nada: despertó con tres patas y con tres patas enfrenta la vida ahora, sin darle significado alguno a lo que, sabio él, no la tiene…
2007-01-04 12:44
Perfecto, y cierto. El problema es que, como dices, somso dicha y quebranto, y para lograr la actitud de Canario tenemos que hacernos una lobotomía, y claro, quizás por estupidez, uno prefiere sus pequeñas dosis de dicha.
Saludos.
2007-01-10 06:40
Claro, las dichas son mayores, y también las tristezas. Quizás lo sabio, si sabio debe serse, sea intentar no suplantar la realidad con lo simbólico…
Saludos y parabienes