Alfredo Herrera Patiño dirige la editorial mexicana Verdehalago y escribe con asiduidad la bitácora Erratas eminentes. Asombros y paralajes intentará dar salida a los muchos asombros en los que vive desde las diversas perspectivas y lugares donde le suceden. Se publica los miércoles.
Un sueño sin interpretar, nos dice el Talmud, es como una carta sin abrir.
Desde nuestros primeros antepasados hasta Freud, hemos creído que los sueños son mensajes. De los dioses, de nuestro cuerpo, del futuro, del inconsciente…
Una de las teorías más hermosas sobre los sueños es de una simpleza extraordinaria. Dice que como el órgano más elaborado de la humanidad es el cerebro y no hay manera de prepararlo, dentro del vientre materno, mediante estímulos externos, la evolución, tan previsora, nos dio los sueños. Sabiamente, el humano en formación sueña la mayor parte del tiempo para estimular sus neuronas y preparar el cerebro para sus funciones futuras. Y como ese programa de entrenamiento, por llamarlo así, no se puede desechar después de haberse usado, sigue con nosotros por toda nuestra vida, para nuestra perplejidad y sorpresa.
¿Y si no significaran nada los sueños, como no significan nada las líneas de nuestras manos, o las trazas de las tazas de los cafés bebidos?
2007-07-03 22:17
que es soñar tres veces con un toro bravo que esta en la faena y yo solo me encuentro observando lo que torean.
y el ultimo sueño era que yo me encontraba toreando a un ternero en la faena y no me cogia