En Opinión & Divulgación se publican artículos de colaboradores esporádicos y de temática variada.
Marcos Taracido
Políticos y prensa han obviado un asunto esencial en el lamentable suceso de la suelta de visones: los motivos; los ecologistas sabían perfectamente los posibles daños para el ecosistema y para los propios animales, pero entienden que es un mal necesario: la publicidad de la acción supone una llamada de atención sobre la crueldad a la que se les somete con la intención de cambiar el destino de la especie. No se puede comparar con cualquier otro animal de cría: los visones no son parte de la dieta esencial del hombre, y ni siquiera sirven para experimentar con medicamentos; su uso es exclusivamente estético y su piel es un producto de lujo absolutamente prescindible y sustituible. Es un caso similar al del proceso de elaboración del paté: los patos son recluídos en jaulas en las que apenas pueden girarse, y se les introduce comida por un tubo hasta que con el paso del tiempo el estómago colapsa: una cosa es utilizar a otros animales para cubrir las necesidades básicas del ser humano (alimento, calor) y otro muy distinto explotarlos para obtener artículos cuyo único valor es engordar el gusto visual, gustativo o táctil del hombre. Escribí «otros animales», porque quizás ahí esté el problema: en la soberbia que no sé en qué momento de la historia comenzó a alejar al humano del resto de las especies: la superioridad que esgrimimos para interpretar el mundo y crear nuevos artilugios nos ha llevado a olvidarnos no ya de nuestros orígenes, sino de nuestra propia esencia: el ser animales.
Otro tema es el de la legitimidad del acto; suponer que el sacrificio de unos ejemplares es necesario para el bien final es, además de iluso, un error ético que estoy seguro de que los mismos que lo defienden como argumento válido en este caso lo rechazan en muchos otros, a saber, por ejemplo, la necesidad que se esgrime de recortar libertades, aplicar la tortura o invadir países (causar posibles víctimas inocentes, el abominable término «víctimas colaterales») en aras de un futuro más pacífico.
Por lo demás, el tratamiento mediático (y político, un elemento más ya del espectáculo) es de un cinismo atroz y, en la constante deriva desinformativa a que nos vienen acostumbrado, se limitan a dar la versión más simple, plana y connivente con el status quo del sistema: al empresario, sea del tipo que sea, ni lo toques, y la realidad dala sesgada, parcial y maniquea. En ese aspecto es clarividente la visión de Carlos Alonso Romero:
«Como la vieja bruja que lamenta la fuga de Hansel y Gretel. Así vi yo a la señora empresaria peletera que lloraba ayer en todos los telediarios la pérdida de sus queridos mil quinientos visones. Y tanto los quería que los conservaba a resguardo, en pequeñas jaulitas apilonadas de cuarenta centímetros de altura y medio metro de longitud. De hecho, era tan grande el amor de la vieja peletera que había planeado pasarlos por un proceso manual de despellejamiento para desprenderles de su molesta y exhorbitantemente cara piel… y así como de pasada, todo sea dicho, quitarles la vida también.»
En definitiva, inocencia, estupidez, crueldad o, si se prefiere, abominación la de los liberadores de visones, pero en cualquier caso es imprescindible poner todos los elementos sobre la mesa, explicar qué persiguen por absurdo que sea o pueda parecer, cuál es la vida de esos animales, para qué y cómo se utilizan y cuánta sangre se cuaja bajo cada abrigo.
2006-10-19 11:52
Soy el primer crítico con los medios, es saludable serlo, pero en esta ocasión no estoy de acuerdo. El enfoque de la mayoría de los medios me parece correcto: un grupo ecologista ha soltado unos visones, provocando a) daños económicos a un negocio legal b) un desastre ecológico, paradójicamente. Que el señor Marcos Taracido crea que debió hacerse más hincapié en que los ecologistas lo creían “un mal necesario” me parece llamar a gritos a la parcialidad informativa siempre que sea en su favor. Los ecologistas, fíjense si no me creen, salen positivamente reflejados en los medios en el 90% de las ocasiones (talas en Madrid o en otros lugares, desastres urbanísticos que afectan a humedales, etc). Esta vez se confundió ecología con vandalismo y así se informó de ello. Está bien meter caña a los medios, pero no para acusarles de tomar partido sólo porque no han tomado el partido de uno.
2006-10-19 18:54
En mi opinión, dejando a un lado consideraciones ecológicas, la dinámica de montar el espectáculo para aparecer en los medios es inevitable. Tambien es peligroso decir: gracias al escándalo muchos temas salen a la luz pública. Y que el escándalo (mejor cuanto mayor sea) es producto de consumo masivo (como el petróleo). Hay que ser realistas si no apareces en los medio no existes, ni tampoco existe el problema (por ejemplo la corrupción y/o especulación inmobiliaria en Pais Vasco)
Pongo un ejemplo algo alejado de los bichitos, pajaritos y arbolitos: Las antenas de telefonía, las subestaciones de transformación, etc. Demasiadas empresas utilizan los vericuetos de la ley y su peculiar aplicación (o desidia) para hacer lo que les da la real gana. A los afectados se los introduce en el laberinto de la ley, una vez que descubre la tomadura de pelo actúan en forma violenta (por ejemplo destruyendo los equipos que forman la antena), se consiguen dos cosas: la atención de los medios y la rápida actuación de la justicia que acaba poniendose en evidencia (no hay delito porque el cuerpo del delito incumple la ley y no debe estar ahí, etc.) ...
Respecto a los visones habría que aclarar que hay mercado, demanda y tal, y son los/las clientes quienes deberían avergonzarse de llevar eso encima (o diamantes o teléfono móvil, o coche como luego se verá). Alguien ha de hacer el trabajo sucio (criar y desollar) para lucimiento de prenda de lujo. La criadora tiene suerte, pero si pensamos en el proceso de los diamantes o del coltan habría que re-considerar el uso que se hace de la chatarrería electrónica. Qué y cuáles cosas son signos de pertenecer a una clase superior . Etc.
Termino. Derribar, por ejemplo, antenas instaladas de forma ilegal puede llegar a ser un sano ejercicio de ciudadanía que, además, ayuda, de momento, a vender noticias.
2006-10-19 19:00
No sé si has entendido bien lo que quería decir, Alain, o si yo me he explicado bien: no valoro (en realidad sí lo hago, los califico de cuando menos ilusos) el valor moral de la acción, sino cómo se transmite esta. Decir que han sido actos vandálicos es compararlo a los desperfectos de unos borrachos tras el botellón: seguramente aquello es mucho más dañino, pero es distinto. Se escucha muchas veces que los terroristas no tienen ninguna causa para matar: mentira, ellos tienen sus causas, otra cosa bien distinta es que una sociedad democrática las acepte; decir otra cosa es simplificar la realidad, y simplificar la realidad no es bueno para nadie.
Saludos.
2006-10-19 21:24
Quisiera resaltar que algunos artículos del diario el Pais son gratuitos. Sin embargo, aquellos que suponen de máxima audiencia: solo subscriptores. Entre los muchos nuevos productos de la actualidad que podemos encontrar en las estanterias, en la sección frescos encontramos a Inmaculada Echevarría producto de pago. No pretendo analizar el fondo de la noticia (por otro lado hay muchas historias emotivas y de grann calado humano). Lo que me llama la atención es la forma en que aparecen, como de casualidad. Dramas de este tipo, o parecidos, los hay a montones. Esto es como esos magacines televisivos, en el minuto 14 hablan de la prostitucion en Camboya (y de paso se presenta el libro), en el minuto 27 se pasa al interesante asunto de las arrugas a los 40, etc. La noticia es materia prima para conformar la realidad. Una realidad banal, ineficaz para resolver los problemas (entre otras cosas porque se trata de problemas virtuales) ...
Las noticias y su elaboración, me temo, forman parte de la oferta del mercado. De ahí, supongo, que no haya mayor interés en analizar en profundidad las diversas opiniones realidades que implican un determinado hecho. ¿Porqué ahora y no cuando lo de Sampedro? Dos, tres, cuatro o más casos … Mejor en píldoras, regulando el nivel emocional y el interés social.
Mientras el lector espectador se emociona ante las frases como esta del enfermo media: La tristeza se apodera de mi cuando pienso en mi situación y en todo lo que quiero decir y nadie me entiende
Tiene al vecino-familiar verdadero al que no entiende ni entenderá jamás, ocupado como está en seguir la actualidad. Esto es solo un ejemplo. Tampoco puedo ponerme en la piel de los visones (animales que tienen poco o nada de compasivos :) )
2006-10-19 21:40
Todo esto para explicar que los productos que entran dentro de la categoría moda y estética son fundamentales en nuestra sociedad. El parecer, las formas, la manufactura son cuestiones muy importantes. Ejemplo cercano, no es lo mismo ser columnista de un medio importante que dar la imagen de ser un troll en el sistema de comentarios de LdN. Ahí está el chiste. Desollar visones o reventar mano de obra infantil forma parte de un mismo sistema social, es absolutamente necesario (para mantener el exquisito decorado de la banalidad disfrazado de cuestiones importantes para no hacer y seguir jodiendo).
2006-10-19 22:47
Aclaración
Estoy recopilando evidencias que demuestren una de mis tesis. Un desarrollo en tiempo real. Parte de esa recopilación está aquí y gira entorno al mismo asunto. Pido disculpas por usar este sistema de comentarios de forma tan irregular. Afortunadamente ya estoy terminando :). Saludos