Libro de notas

Edición LdN
Román Paladino por Miguel A. Román

Miguel A. Román pretende aquí, el vigésimo octavo día de cada mes, levantar capas de piel al idioma castellano para mostrarlo como semblante revelador de las grandezas y miserias de la sociedad a la que sirve. Pueden seguirse sus artículos en Román Paladino.

¡¿?!

Si bien el habla parece una habilidad innata en nuestra especie, la escritura es un proceso artificial, un invento (genial) de la civilización que permite, de mejor o peor manera, dejar constancia de nuestras palabras que, de otro modo, se llevaría el viento tal y como afirma el refrán.

Desde un principio surgió el problema de llevar también a la superficie escrita la prosodia, la musicalidad del sonido oral, para permitir al lector-oyente reproducir lo más fielmente posible el tono de voz empleado por el escribiente-hablante. En la mayor parte de los casos esto ha sido imposible (o ha quedado en vanos intentos) y poca herramienta tenemos para expresar por escrito el susurro, la angustia o la sorna. Pero al menos la mayor parte de las escrituras han logrado solucionar dos tonos bien marcados: el interrogativo y la interjección (este último, sin embargo, no está tan extendido).

En las lenguas occidentales se emplean para estos casos dos signos ? y !, cuya procedencia no está demasiado clara.

La hipótesis más extendida por Internet es la que propusieron a principios de siglo Husband&Husband, según la cual ? sería un monograma de la voz latina quærio o quæstio (preguntar o pregunta) que fuera lo inicialmente escrito y que, andando los tiempos y en pro de ahorrar pergamino, se redujo a una Q sobre una o, y posteriormente la consonante se deformó hasta el trazo curvo mientras que la vocal se minimizó hasta un simple punto. La hipótesis correlativa para la admiración (!) sería desde el latín io, una exclamación del tipo ¡hurra!

Se non è vero è ben trovato, pero hasta el momento (tampoco he investigado mucho) no me constan documentos manuscritos donde se refleje esa evolución.

Manuscritos de los siglos IX y XII

mostrando primitivos signos de interrogación

Tomados de Medieval writing

Más verosímil, para mí, es la que plantea la Dra. Dianne Tillotson, proponiendo que tales signos fueron “inventados” por los monjes del monasterio de Corbie, durante el imperio de Carlomagno, hacia el siglo IX, y debieron surgir al estilo de los símbolos musicales, intentando definir la peculiar prosodia interrogativa del crescendo o la explosiva interjección, la primera con un trazo curvo o quebrado y la segunda con una línea recta y marcada. El punto, sencillamente, ya existía ahí. En este caso, al menos, sí existen documentos originales que muestran estos garabatos (y que, sinceramente, poco recuerdan a algo como Qo).

Sea como fuere, que no es la paleografía mi debilidad, el caso es que cuando llega la imprenta a nuestro continente ya están bien arraigados los símbolos que casi universalmente, al menos para las lenguas que tiran de alfabeto latino, marcan estas oraciones (otros alfabetos han optado por otros grafismos, en griego, p.ej. se utiliza nuestro punto y coma para el mismo fin).

Fragmento de una edición de 1621 de obras de
Lope de Vega, mostrando únicamente el ? final

Facsímil de la Biblioteca Virtual Cervantes

Cuestión más rocambolesca es la aparición del signo inverso (¿¡) al principio de la oración. El castellano y, por imitación, algunos idiomas peninsulares (gallego, leonés, catalán, …) son los únicos en el mundo que los utilizan. ¿Por qué?

Bueno. Hasta el siglo XVIII todo fue normal. Las ortografías castellanas de aquellos años remitían al uso únicamente del símbolo de final, tal y como hacían el común de las lenguas vecinas. Lope, Quevedo, Cadalso y Moratín jamás conocieron otra forma de señalizar sus interrogativos, al igual, claro, que los impresores y cajistas de aquellos siglos.

Mas, dispone el castellano de una libertad sintáctica y morfológica que permite que en las preguntas dictadas en frase larga no pueda distinguirse desde el principio el tono interrogativo de la oración?

Lo anterior era, ya lo ven, una pregunta; y la respuesta es que sí, que en ocasiones nuestra lengua carece de pistas sintácticas o presencia de partículas que posibiliten al lector adivinar desde el comienzo de la frase el sentido interrogativo o exclamativo de la misma. En vista de lo cual, en 1754, la recién creada Academia de la Lengua, se descuelga en su Ortografía con esta propuesta:
[…] hay periodos largos en los quales no basta la nota de interrogante que se pone á lo último, para que se lean con su perfecto sentido, faltando indicar, como es conveniente y preciso, donde empieza el tono interrogante que continúa hasta perficionarse con su propia cadencia al final del período.
[..] Por esto despues de un largo exámen ha parecido á la Academia se puede usar de la misma nota de interrogacion, poníéndola inversa ántes de la palabra en que tiene principio el tono interrogante, para evitar así la equivocacion que por falta de alguna nota se padece comunmente en la lectura de los períodos largos.
(nota: las tildes y otros elementos ortográficos están como en el original).

La idea, sinceramente, no es mala; una recomendación de uso opcional pero sencillo y suficientemente clarificador del texto. Por ello, aun con alguna reticencia, fue acogido en forma aceptablemente rápida.

Pero en este país de papistas pronto se superó al papa, y en 1820 la misma institución en la misma publicación reclamaba prudencia (y proponía, ya de paso, un curioso mecanismo):
Por lo cual considerando la Academia que desde el principio de la proposicion interrogatoria empieza esta mudanza, creyó que no era bastante indicar la interrogacion al fin, sino que convenia indicarla ya desde el principio: y para esto propuso, que pues al fin se acostumbraba poner el signo en esta forma (?), al principio se pusiese el mismo, pero inverso de este modo (¿) […] Desde luego adoptó el público este oportuno pensamiento, aunque en la práctica se ha introducido algun abuso; pues la Academia lo propuso solamente para los períodos largos, en los cuales es necesario; pero ya se pone en preguntas de una ó dos palabras en que no se necesita. Sobre todo en aquellos pasages en que hay muchas preguntas seguidas, que todas forman un solo período, solo debe ponerse antes de la primera el interrogante inverso poniendo en el fin da cada una el interrogante final, pero comenzándolas con letra minúscula, como se verá en este egemplo de Granada ¿Este es el cuerpo por quien yo pequé? deste eran los deleites por quien yo me perdí? por este muladar podrido perdí el reino del cielo? por este vil y sucio tronco perdí el fructo de la vida perdurable?

Comparen ustedes el tenor del anterior párrafo con este que sigue, tomado de la vigente ortografía de la RAE:
En nuestra lengua es obligatorio poner siempre el signo de apertura, que no deberá suprimirse a imitación de lo que ocurre en la ortografía de otras lenguas, en las que solo se usa el signo final porque tienen otras marcas gramaticales que suplen el primero.

Y en esas estamos: de inicial propuesta para ciertos usos a obligatorio e insuprimible. La verdad es que tampoco cuesta tanto, pero por un lado no creo que sea “imitar a otras lenguas” hacer lo que hacen todas las demás (e hizo la nuestra durante varios siglos), y por otro no es completamente cierto que el español carezca de marcas genuinas para indicar el tono de la oración, pues cuenta con los pronombres interrogativos, que para mayor cualificación deben ir tildados (a diferencia del uso relativo de los mismos vocablos); y por tanto, a un lector medianamente avezado no le sería difícil interpretar correctamente frases como
Dónde vas?
Qué quieres ahora?
Hasta cuándo deberé soportar esto?

Y reservar, en consecuencia, el símbolo de apertura para aquellas frases que, por su longitud o ambigüedad gramatical, puedan inducir a error al lector; utilidad ésta, pese a todo, bien manifiesta y que es lo único que justifica esta peculiaridad del español con respecto a estos extraños símbolos.

¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?

Más documentación:
Medieval writing
Notas de Perdón, Imposible de J.A. Millán
En Wikipedia

Miguel A. Román | 28 de agosto de 2009

Comentarios

  1. pp6
    2009-08-28 13:55

    ¿¡?Genial!

  2. Ana Lorenzo
    2009-08-28 14:18

    Me ha encantado, Miguel. No sabía yo la hipótesis de la la Dra. Dianne Tillotson, posiblemente porque la otra, como dices «Se non è vero è ben trovato» y, claro, uno para de buscar cuando el puzzle encaja :-)
    Lo de los signos de comienzo… no des ideas, que ya ando yo esperando el «Se pondrá signo de interrogación (¿) o de exclamación (¡) al comienzo de la frase si el hablante (escribiente) percibe riesgo de anfibología porque no haya partícula de interrogación identificable, bla, bla» ;-)
    Un beso

  3. jauhow
    2009-08-28 14:38

    Brillante. Es curioso ver cómo evolucionan las cosas. De recomendación a imperativo. Eso sí que es para interrogarse y exclamarse al principio y al final.
    De todos modos, quizás por influencia anglosajona, es frecuente ver anuncios publicitarios en los que sólo aparecen los signos a final de frase. La verdad es que, como publicista y redactor, prefiero seguir las indicaciones de la RAE que “tomarme la justicia por mi mano” pero visto lo visto si alguna vez me fastidia el diseño una interrogación o una exclamación iniciales yo también seré más papista que el papa y volveré a los orígenes.
    Muchas gracias por la aportación.

  4. Usuario
    2009-08-28 14:41

    Pues yo creo que es mejor como está ahora, poniéndose en todas las preguntas y frases de exclamación. Así puedes leer un poco más rápido, ya que te lo dan bien masticado para los ojos.

    Digamos que pierdes medio segundo, pero luego, miles de lectores en todo el mundo ganan un poquito de tiempo cada vez.

  5. Han
    2009-08-28 14:41

    En catalán, por norma, no se utiliza. Sin embargo, se recomiendo su uso para las oraciones largas, con la misma justificación que la Real Academia establece para la lengua castellana.

  6. Victor
    2009-08-28 14:51

    Excelente. Solo un apunte. En catalan no existen los signos ¿¡

    Solo ponemos los finales.

    Un Saludo

  7. jc
    2009-08-28 14:53

    Ya que estamos, me gustaría comentar una cosilla: en gallego tampoco se utiliza el símbolo de “inicio de interrogación” (¿).

  8. Merche
    2009-08-28 15:09

    Matiz: la normativa en galego indica que el uso de “¿” y “¡” se puede utilizar para evitar ambigüedades. Es decir, es opcional. Sobra añadir que hay multitud de textos editados en galego que los usan ampliamente.

  9. Sergio
    2009-08-28 15:23

    Hace tiempo un amigo y yo reclamábamos, ofendidos, la apertura de dichos símbolos ¡ ¿ en la actualidad, ya que con las prisas y la escritura rápida de internet, se estaban perdiendo.

    Zas, en toda la boca!

    GENIAL reportaje, a partir de ahora me ha cambiado completamente la visión del asunto… GRACIAS!!!

  10. Miguel A. Román
    2009-08-28 15:57

    Aclaración del autor:
    Hasta donde yo sé únicamente el castellano implementa normativamente la obligatoriedad del signo inicial. Sin embargo, y como aclaro en el texto, por mímesis es utilizado también en otras lenguas del ámbito peninsular, pese a que no es obligatorio.

    En cualquier caso, antes de lanzarme a afirmarlo, consulté (como suelo hacer) con varias fuentes, entre ellas el servei llingüistic de l UOC
    Es posa només al final, fora de casos especials en què sigui necessari el signe d’interrogació inicial per l’extensió de la frase i l’absència d’indicadors d’interrogació.
    o l’Enciclopèdia
    Signe ortogràfic que hom col·loca al final (?) i de vegades també al començament (¿) d’una proposició interrogativa
    o el documento “Normas ortográficas e morfolóxicas do idioma galego” de la Real Academia Galega, además de este interesante artículo del blog de Vicenc Pages

    Quede claro pues, que en dichas y otras lenguas afines no es preceptivo el uso del símbolo inicial, pero es fácil constatar que sus hablantes lo utilizan frecuentemente por influencia del castellano.

  11. Shinya
    2009-08-28 15:58

    Genial artículo, pero en la primera imagen aquellos símbolos al final de la palabra no eran singnos de puntuación sino abreviaturas propias de la escritura carolingia o de documentos, posteriores en el tiempo, de este lado de los Pirineos. Solían significar finales de palabra o adecuaciones con el verbo o sujeto, y demás, si estaba escrito en latín.

  12. Arturo Espada
    2009-08-28 16:26

    Primer artículo que leo a favor de este detalle tan peculiar del castellano. Ya era hora.

    ¿Se quiere más expresividad? ¡Ahí la tenéis! No sé a cuento de qué tenemos que renunciar a estos signos que agilizan la lectura. Si por un casual un inglés lee una frase de su idioma que empieza con “¿” o con “¡”, creo que al principio le chocará, pero reconocerá que es una buena idea. ¿Y nosotros la reducimos en pro de… analfabetismo, comodidad o ignorancia pertinaz? ¡No, señor!

    Es más desde aquí propongo crear otro signo que venga a expresar el susurro: “*”, tanto para abrir como para cerrar.

    -*¿Qué pasa?*
    -*¡Silencio!*

    Ya se ve que se pueden alternar ambos signos.

  13. Marcos
    2009-08-28 17:52

    Mi experiencia con el gallego me dice que, salvo en idiomas en que, como en el caso del inglés, marcan sintácticamente el inicio de la interrogación, el símbolo de inicio es necesario para una lectura más inequívoca y ágil. Temo (sólo temo) que la tendencia a omitirlo obedezca más a afán (consciente o inconsciente) de diferenciarse del castellano que a razones puramente lingüísticas.

    Saludos

  14. J.E
    2009-08-28 18:10

    Excelente artículo.

  15. Paulo
    2009-08-29 15:58

    Marcos:

    En lengua gallega y portuguesa es desnecesario e incluso suntuario la utilización del símbolo de interrogación inicial (sin duda por influjo del castellano).

    La razón es simple, la entonación de las interrogativas es completamente diferente del castellano (aunque algunos dobladores se empecinen en imitarlo y difundirlo como correcto).

    El castellano marca el inicio de las interrogativas subiendo a un tono bastante agudo, en gallego mantenemos el tono, y lo bajamos sólo al final de forma marcada…

    El hablante de gallego no necesita ser advertido de que se inicia inmediatamene una interrogativa, en cambio en castellano es muy útil saberlo y por tanto creo que es buena idea utilizarlo siempre.

  16. Marcos
    2009-08-29 16:33

    Pero Paulo, tú me hablas del lenguaje oral, donde, salvo que algún widgets maravilloso lo remedie, no se utilizan signos gráficos. El artículo, y mi comentario, se refiere al lenguaje escrito, remedo del oral y que por lo tanto trata de imitar esas entonaciones de las que hablas.

    Saludos

  17. Paulo
    2009-08-29 17:44

    “El artículo, y mi comentario, se refiere al lenguaje escrito, remedo del oral y que por lo tanto trata de imitar esas entonaciones de las que hablas.” Hombre ¡claro!

    Lo expresaré de otra manera, a ver si me hago entender:

    No hay razón alguna por la cual la lengua de Galicia deba utilizar el símbolo de interrogación al inicio, tal como en la mayoría de las lenguas del mundo. Es más, la prosodia de nuestro idioma aconseja lo contrario.

    A no ser que deba ser prescriptivo imitar al castellano, por que sí, y no imitarlo siempre sea una cuestión de irreverencia, rebeldia o pataleta diferencialista.

    Da igual cómo lo fundamentes, siempre sale la Unidad de España a colación. Leches qué hartazgo.

  18. Marcos
    2009-08-29 19:19

    Pero Paulo, o hablamos sobre lo mismo o mejor lo dejamos por imposible; si yo te hablo de que Messi es muy bueno y tú me contestas que no, que es mucho mejor Gasol, pues apago y vámonos: la prosodia de la que tú hablas es fonética, estudio de los rasgos de pronunciación, y por lo tanto no tiene que ver con un signo gráfico. Todas las lenguas, al menos las que yo conozco, las más cercanas, marcan prosódicamente la interrogación desde el principio de la enunciación en el HABLA, pero unas llevan esa marca inicial a la escritura y otras no. Si quieres hablamos de las causas o no de que el gallego prescinda de esa marca inicial, yo de hecho no tengo clara la razón, sólo apunté una.

    Saludos

  19. Miguel A. Román
    2009-08-29 21:04

    Según el Servicio de Normalización Lingüística de la USC
    A entoación interrogativa ou exclamativa márcase ao final do enunciado por medio de signos ? e !, respectivamente. Na orixe o signo de interrogación situábase só ao remate, e este segue sendo a práctica máis frecuente entre as linguas do noso ámbito. Mais hai que ter en conta que en moitas delas a frase interrogativa contén marcas gramaticais que sinalan claramente o inicio da interrogación. Outras linguas, pola contra, carecen destas marcas gramaticais, de xeito que, se non se sinalan graficamente ao inicio da entoación esta queda en moitos casos sen marcar (entre estas linguas está o galego). Na nosa lingua o único que diferenza unha oración interrogativa doutra enunciativa é a distinta entoación xa dende o principio; para advertir o lector esta diferenza, é conveniente marcar cun signo de interrogación o punto en que se produce o cambio cando houber calquera dúbida de interpretación: vou contigo ao teatro, ¿ou queres que quede?; ¿vou contigo ao cine,ou queres que quede?

    Evidentemente, este uso proviene del castellano, ya que, como ha quedado relatado, es el único idioma que lo ha impuesto normativamente. Sin embargo, tanto los escritores castellanos como los gallegos lo comenzaron a utilizar desde bien pronto dada su manifiesta utilidad en la discriminación de preguntas largas sin partículas interrogativas:
    ¿Había de consintir él que os seus amigos, e amigos tan quiridos como Vasco Fernandez e a sua xente, sufrisen aquela oltraxe de verse prisoneiros e encalabozados en poder do seu anamigo, e pra mais sin outro motivo que o de sérenlle fieles e leales?
    O castelo de Pambre, Antonio López Ferreiro, 1895

    El gallego es el único otro idioma oficial del mundo, además del castellano, que contiene en su alfabeto la letra “ñ” (el asturiano (bable) también, pero no es oficial a fecha de hoy), y no creo que nadie considere que es una “imitación”, habida cuenta además de que probablemente haya más palabras con este grafema en gallego que en castellano. Si ahora los gallegos decidieran sustituir la “ñ” por “nh” ¿estarían imitando al portugués?

    Los idiomas no se imitan unos a otros, pero sí toman prestados elementos que sus hablantes (únicos propietarios legítimos) aceptan por necesarios o convenientes. La “w” (que, por cierto, no existe en gallego) no es original del castellano y no fue recogida por un diccionario de la RAE hasta 1869, tiene pues menos de siglo y medio de antigüedad en la lengua de Castilla, y hasta no hace mucho era frontalmente rechazada por los puristas de la lengua española, recomendando se utilizara “v” o “gu” según la pronunciación, con lo que andaríamos con guaterpolo, güisqui, jaguai o vagneranio. ¿Tendría sentido hoy volver a proscribir la w en el español?

    Por otro lado, los gallegos (y catalanes, valencianos, etcétera) tienen el singular privilegio de que el uso de interrogante y exclamación de apertura es opcional, privilegio que, como puede leerse en el artículo, reclamo también para el castellano, basándome en que era esa la idea inicial de los gramáticos que la propusieron, pero no para imitar a otras lenguas (como argumenta la Academia), sino como opción propia y válida para el uso que fué concebido.

  20. Xoán
    2009-08-29 23:39

    La “ñ” es una grafía utilizada en la normativa oficial del gallego y tomada, sí, del español. Es verdad que los usos gráficos de la Edad Media eran diversos, y que al no existir en latín el fonema nasal palatal, los que querían escribir en romance se buscaron la vida y crearon alternativas: “nn”, “ñ”, “ny”, “gn”, “nh” o simplemente “n”.
    La “ñ” nace en castellano como resultado de un cambio fonético que se produce en esa lengua. Las nasales geminadas latinas (nn) palatalizan, y la “ñ” no es más que la representación abreviada de las geminadas (una “n” y un signo de nasalidad). En gallego-portugués, sin embargo, la nasal geminada latina simplifica, sistemáticamente: PINNAM > peña (cast.), pena (gallego).
    La abundancia de nasales palatales en gallego-portugués, por el contrario, se debe sobre todo a la palatalización de la “n” por influjo de la “i” anterior (que es una vocal palatal): VINUM > vino (cast.) > vinho (gal.-port.).

    La ortografía del gallego oficial está tomada basicamente del español, porque los autores del XIX que retomaron la escritura en gallego habían sido alfabetizados en castellano (y hasta hoy). Por ese motivo tenemos un conflicto normativo y ortográfico, situación común en variedades minorizadas que buscan su sostenibilidad como lenguas. Yo creo que eso lo incluye todo, hasta los signos de abertura de interrogación y exclamación, como decía Paulo. El diferencialismo, o buscar opciones gráficas más acordes con la tradición del gallego escrito hasta el XIX, es un opción que considero legítima para preservar un espacio simbólico para el gallego. Incluso como medida de resistencia frente a la asimilación. Pero eso es una laaarga historia.

    Por otra parte, el castellano no está en el centro del universo. Si decidimos no utilizar los signos de abertura de interrogación o exclamación en gallego tal vez sea para parecernos a todas las otras lenguas del universo, y no para diferenciarnos del castellano. Lo “diferencial” en este caso es lo que se hace en español, no?

  21. Martín
    2009-08-30 14:50

    Hola,
    en uno de los párrafos finales, cuando se cita la ortografía vigente de la RAE, dice: “…de otras lenguas, en las que solo se usa el signo final…”.
    No encuentro ahora una referencia para citar, pero según recuerdo, la palabra “solo” va con acento en las ocaciones en que reemplaza a “solamente” o “únicamente”. “Solo” como referencia al estado de soledad sería la que no lleva acento.
    Saludos,
    Martín

  22. Miguel A. Román
    2009-08-30 15:24

    Hola, Martín.

    El párrafo que citas está copiado literalmente de la Ortografía de la Lengua Española (apartado 5.6.1) publicada por la Real Academia en 1999. En la misma norma, apartado 4.6.4 limita la tilde diacrítica del adverbio solo para diferenciarla del adjetivo homófono a los casos en que se pueda incurrir en ambigüedad.

    Particularmente, ya me he pronunciado en este mismo lugar sobre esa norma, pero donde hay patrón…

  23. Ana Lorenzo
    2009-08-31 12:21

    ¿Ves, Miguel?, si el uso de los signos de apertura queda sujeto a la impresión de cada uno de si hay o no riesgo de ambigüedad, otro más para la colección, junto a solo, sólo, los demostrativos, etc. Yo prefiero que se tilden siempre que es adverbio (sólo quiere uno) o que se tilden siempre que son pronombres demostrativos (viene éste, ése no) o que se pongan siempre los signos de apertura, o que no se tilden nunca ni se pongan nunca: así uno va agudizando porque va sobre aviso. Lo malo es cuando lleva un rato leyendo un texto en el que normalmente tildan (que suelen ser tildados todos, a mogollón, pronombres y adjetivos) los demostrativos, y de pronto al autor le da por no tildarlos y eso es ¿qué?, ¿que el día anterior todo era ambiguo y ese día todo es claro como el agua? Normas: pocas y claras. Si quieren dejarlo al gusto de cada uno, yo propongo que lo digan claramente: en esto no hay normas, se ha quitado el acento diacrítico; en esto tampoco hay normas, se ha suprimido el signo de apertura (lástima, porque con eso de que el castellano no invierte el orden porque, entre otras cosas, aparte de la gran movilidad de los componentes sintácticos, no usamos sujeto en una gran mayoría de frases, sí que es práctico, pero bueno). Y, ya puestos, en vista de que los diacríticos sobran, ¿para qué vamos a mantener tú, tu pronombre personal y posesivo y mí, mi pronombre personal y posesivo, que solo conducen a ver unos TÍ con un acento como una catedral? Fuera con ellos: hay menos riesgo de anfibología que en tres frases con solo.
    Y el té, te, el dé, de… que lo aclaren el contexto y las comas.
    Yo ya, por pedir, pido que la v y la b se escriban todas con uno de los dos grafemas (no tengo preferencias) y que el sonido /g/ de gato se escriba con g y el /x/ de jota con /j/, y que se quite la h : esto lo pido para que dejen de quitarle puntos en los exámenes a los chicos que tienen disortografía en esta comunidad autónoma (en las Islas Baleares han llegado al acuerdo de no contárselas).
    Porque digo yo que si todo es subjetivo y nada es firme, y si la RAE hace de notaria y registra «almóndiga» como desusado ( ? ) y vulgar por «albóndiga», y se plantea dejar a la percepción del hablante tantas cosas, que los chicos no pringuen, al menos. Sobre todo porque los correctores brillan por su ausencia en carteles publicitarios, libros (incluso de texto, lo juro: En lengua de SM: imperativo de 2.ª persona de singular: ame (tú), ¡con -e!: se lo corrijo a mi hija y aún me dice que le tiene que preguntar a la profesora, porque les puso el ejemplo de “que ame, que ame”). Pero eso sí, luego se les exige que sepan escribir mejor que más de un catedrático.
    Buah, siento el rollo, Miguel, pero a veces todo esto me indigna.
    Un beso

  24. Miguel A. Román
    2009-08-31 13:34

    Es probable, Ana, que lo hayas dicho con un poco de coña, pero lo cierto es que lo que pides coincide con las ideas de Andrés Bello, Juan Ramón Jiménez, García Márquez y otros menos conocidos como Mosterín, Polo, García del Río y Rabanales.

    Aunque el tema del desmadre ortográfico ya ha sido tratado aquí mismo, prometo retomarlo en breve. Mientras tanto comprueba por tí misma que no estás sola en esta guerra.

  25. Francisco
    2009-08-31 20:11

    La RAE se convirtio en la nana de los hispanohablantes.

    Les puso tildes a los acentos para que eso facilitara la lectura a los pequenos. Y se pueden despachar con la cuchara grande; hasta las mayusculas, peques.

    Dictamino conveniente, y posteriormente indispensable, poner los signos de interrogacion y de admiracion iniciales para que se enteren bien los chicuelos si es una pregunta o una interjeccion. Conmovedor.

    Le puso boina a la ‘n’.

    El castellano no es asi.

    Saludos.


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