Érase una niña marciana que gustaba de salir con su nave espacial a matar terrícolas con sus amigos. Volaban en formación, atacaban por turnos, controlaban los mandos. Si uno moría, no importaba: tenía otra vida. Arrasaban ciudades, masacraban naciones, devastaban el mundo. Era un juego divertido… La niña se llamaba Febe. También le gustaba escribir. Lo hace cada día 13 en este sitio.
Farsantes, impostores, fulleros, mentirosos, tramposos, timadores, pícaros, aprovechados o simplemente astutos. Es curioso cómo los terrícolas sois capaces de hacer de la necedad de unos pocos la necesidad de otros muchos. Para el caso contrario sin embargo encontramos casos realmente mucho más sorprendentes.
Es ciertamente inquietante de qué manera no sabéis enfocar correctamente la solución única a un problema general, la satisfacción plena y absoluta de un deseo, buscando las vueltas, las dificultades, las versiones, compitiendo en lugar de colaborando, dando varias facetas para el mismo molde. La verdad es que en el fondo hasta tiene su lado romántico. Al fin y al cabo hay muchos millones de estrellas en el universo y la mayoría son bastante prescindibles.
Alguno que otro de los vuestros a punta de láser me ha dicho que la razón es debida a vuestra misma tendencia a la diversidad, a no parecer ser como los demás, a envidiar lo del otro pero siempre dejando bien a la vista de todos que nuestra versión es mejor, más grande, más cara, más estúpidos. La cuestión no es que seáis muchos, sino que sois muy tontos.
En el mundo de los videojuegos como en cualquier otro han aparecido y desaparecido productos que independientemente de su calidad, el despliegue comercial, la estrategia mercadotécnica, el segmento objetivo o cualquier otro factor, inexplicablemente fracasan o no. Más allá de los misterios del cosmos, los de la oferta y demanda son incuestionables.
Intentos fallidos por parte de grandes compañías o de pequeñas iniciativas más modestas, comerciales o no, algunas amateur y otras de industrias poco conocidas o de baja tirada. Voy a hacer un pequeño repaso de algunas plataformas que vieron poca luz en el pasado, así como de unos cuantos sucedáneos poco conocidos de las que sí resultaron más exitosas.
Empecemos por orden alfabético de las que nacieron de grandes compañías que se esforzaron por abrirse hueco en la industria con una tecnología propia.
Panasonic, Sanyo y LG Goldstar aunaron fuerzas para sacar adelante sin éxito un dispositivo CD que no llegó a muy buen puerto, pese a su avanzada tecnología y el alto grado de promoción. Lanzó pocos títulos, la potencia de la máquina no fue aprovechada adecuadamente y el precio era desorbitado para la época.
Enrevesado intento por parte de Commodore International de sacar un PC como había hecho hasta ahora reconvertido a plataforma de entretenimiento con un dispositivo lector de CDs. La bancarrota de la compañía al año siguiente la descatalogó rápidamente dejándola obsoleta.
Todo un tesoro de la época, comenzó su andadura con cartuchos para después pasarse a los CDs. Su tecnología era impresionante, superaba con mucho a las plataformas que reinaban en el mercado por aquel entonces (Sega Mega Drive y Super Nintendo para los dudosos), pero no se enfocó bien comercialmente y no vendió.
Conocida por este nombre en su primera versión japonesa lanzada por NEC, su posterior comercialización para USA y Europa la convertirían también en la TurboGrafx-16 y Turbografx respectivamente. Fue muy popular en sus inicios (principalmente por su línea de juegos eróticos), pero poco a poco fue quedándose atrás frente a las competidoras. Hoy día algunos de sus juegos en versión CD son realmente codiciados y cotizados por los coleccionistas de culto.
El “Compact Disc Interactivo” del gigante de la electrónica holandés tuvo poca repercusión pese a sus intentos de concentrar en una sola máquina todas las necesidades familiares de ocio, entretenimiento e incluso didácticas. Pocos y obsoletos juegos, mercado competitivo, no era el momento. Fin.
Concebido inicialmente como un ordenador personal, fue lanzado únicamente en Japón con unas prestaciones avanzadas y un diseño novedoso que intentaba emular el efecto del “Arcade en casa”. Se produjeron bastantes versiones de afamadas recreativas para esta plataforma que finalmente no pasó de ser más que eso.
Hasta aquí las más conocidas máquinas surgidas a finales de los 80 y principios de los 90 que se propusieron con poco grado de éxito alcanzarlo. Ahora viene una pequeña lista de versiones raras o poco comercializadas de las máquinas más consolidadas que fueron producidas bien por las compañías originales, clonación por terceros, aficionados o compañías chinas de imitación tecnológica.
Hasta aquí el repaso de muchas de las míticas plataformas que jamás salieron de la cueva de Platón para no contemplar la luz más allá de sus propios estrellamientos. Seguramente me deje alguna más en el recuerdo o quizá en el olvido así como no pocas surgirán en el futuro devenir. Pero esa es una suerte que prefiero dejar al cielo.
Mirad alto, arriba, siempre más allá. En el acá lejano Febe os observa, os quiere… y os desea la mejor y más dolorosa de las muertes.
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“Después de un fracaso, los planes mejor elaborados parecen absurdos.”
Dostoievski, Fedor
“Cuando las personas tienen libertad para hacer lo que quieren, por lo general comienzan a imitarse mutuamente.”
Sagan, Françoise