Lejos en lugares recónditos del cosmos, allá donde las aparentes leyes de la realidad y las fuerzas de la veracidad del ente consciente se han desdibujado en un despreocupado ejercicio de indiferencia, he encontrado en mis viajes intergalácticos algunas teorías realmente interesantes sobre la concepción, la existencia y la redestrucción del universo.

La que sin duda alguna más me ha llamado la atención es la que propone que toda la creación así como la negación de la misma se rigen por un principio básico, inestable pero omnipresente, incontrolable pero sincero, incalculable pero mensurablemente implícito. Por encima de todas las cosas, aunque pueda parecer mentira, está el sentido del humor.

Sin ese toque mágico de inexplicabilidad de la risa, de la sátira o mofa, la parodia o el guiño bufonesco, difícilmente el universo se sustentaría sobre sí mismo, raramente podría tener cabida ninguna otra acción o reacción, a duras penurias sería posible tomarse nada en serio si no se contempla y se estima como debidamente se merece la contrapartida de la carcajada.

Claro que son divagaciones, pero es que de algún modo la memoria no es sino una recolección de impresiones que no siempre merecen la pena o no, que no siempre son importantes o dignas de ser recordadas, pero que están ahí dejando su impronta. Es extraño pero en cuestión de emociones, la risa es una de las más penetrantes y que ayuda a la difusión del conocimiento, o por qué no, del arte. En este caso el octal.

Es incontable el número de parodias que se han podido hacer de los más destacados videojuegos a lo largo de la historia, así que me parecía buena idea hacer una pequeña recopilación con el fin de haceros ver, mis pequeños terrícolas, hasta qué punto estáis sometidos por el dominio de la risa.

Empiezo fuerte, con dos de las series de televisión más características en el ámbito del humor audiovisual. En Futurama, en el capítulo “Antología del Interés II”, el Profesor Farnsworth inventa la Máquina Y-Si, un artilugio al cual puede hacérsele una pregunta del tipo “¿Qué pasaría si…?” y te muestra por una pantalla el resultado.

Ante la disyuntiva de qué pasaría si la vida real fuese un videojuego, surge una de las mejores parodias de los clásicos de todos los tiempos. Tanto ha sido así, que incluso ha surgido después una versión del afamado Space Invaders como consecuencia.

Como segunda toma tampoco hace falta dar una carta de presentación ya que “Padre de Familia” es otro fenómeno televisivo que constantemente hace alusiones a otros medios, pero lejos de querer hacer un remix de cameos varios de juegos en la serie, proeza para la que no tengo tiempo que perder para vosotros, me voy sin embargo a otro subproducto menos conocido de la misma casa.

Se trata de las historietas cortas de Seth McFarlane, en las que vemos a un pobre Super Mario que ha tenido que pasar todas las calamidades habidas y por haber tan sólo por el beso de una princesa un tanto frígida que no es capaz de compensar al simpático y poco atractivo fontanero como se merece. Para los no doctos en la lengua de Shakespeare, va con subtítulos. No tiene desperdicio.

Paralelamente, hace ya algún tiempo una panda de colgados estadounidenses agrupados bajo el nombre de Mega64 , decidieron ir por las calles disfrazados de personajes o emulando situaciones resultantes de mezclar mundos virtuales con este que llamáis irónicamente real. Hoy ya son toda una eminencia en el ámbito de las versiones seudorrealistas de la manifestación de personajes virtuales.

Aunque la colección es muy amplia, os dejo el que a mí particularmente más me gusta. Imaginaos por un momento que fueseis una pieza de Tetris en un mundo no tan anguloso. Sería tan triste…

En esta línea y con el fenómeno de Intenet y el vídeo bajo demanda han aparecido miles de versiones, parodias y paridas diversas amateur por la red, ya que todo el mundo necesita ídolos a los que imitar y el concepto de vergüenza queda muchas veces supeditado al ya renombrado sentido del humor. Una vez más podría llenar párrafos y párrafos con ejemplos pero por cuestiones de espacio os dejo a vosotros que investiguéis.

Por último y para dejar un regustillo a clásico y vuelta de tuerca, voy a mencionar precisamente un juego bastante antiguo pero que tuvo su gracia en su día, precisamente por el nombre y la intención de mostrar una versión satírica de otro juego: efectivamente, también ha habido videojuegos que eran parodias de otros videojuegos.

Trabalenguas aparte, como ejemplo más característico podemos hablar del Parodius , título de 1994 que generó toda una saga y que hacía guiños un tanto absurdos y ridículos del Gradius , pero también del Castlevania , TwinBee y otros juegos de la compañía, en este caso Konami. Como apunte de que el pasado vuelve, decir que hace apenas un par de añitos apareció la versión para Nintendo DS.

Y ya está. Espero que os hayáis reído, porque de lo contrario voy a tener que recurrir a las antiguas y tan sabias torturas orientales para desencajaros la mandíbula de felicidad. Como bien sabéis, esta marcianita siempre os ha deseado lo mejor y si no os veo con una sonrisa de oreja a oreja, me siento muy desdichada.

Claro que siempre podemos contarnos aquel viejo chiste de qué le dice un marciano a otro. La respuesta es fácil: “¿Matamos terrícolas?”

—
“La risa es la escoba que barre las telas de arañas del corazón.”
Walker, Mort

“Es privilegio de los bufones, decir verdades que todos callan.”
Napoleón Bonaparte