Érase una niña marciana que gustaba de salir con su nave espacial a matar terrícolas con sus amigos. Volaban en formación, atacaban por turnos, controlaban los mandos. Si uno moría, no importaba: tenía otra vida. Arrasaban ciudades, masacraban naciones, devastaban el mundo. Era un juego divertido… La niña se llamaba Febe. También le gustaba escribir. Lo hace cada día 13 en este sitio.
Dicen las criaturas más arcanas de la creación cósmica que aquello que no puede percibirse a través de los sentidos no tiene por qué necesariamente que existir, a no ser que se crea en ello con la suficiente fuerza. Dios, el amor, la inspiración artística y otros muchos conceptos inexplicables rivalizan con el constantemente creciente progreso tecnológico sumergidos bajo ese magma inverosímil conocido como fe.
Dicho de otro modo: aquello que no se comprende nace como magia, hasta que se le da una explicación aceptablemente demostrable bajo otro punto de vista que no tiene por qué ser más o menos válido, en cuyo caso se convierte en ciencia. Pero de aquí surge una pregunta obvia para muchos, estúpida para otros: ¿Qué pasaría si ambas concepciones se intercalaran, si existiese un plano intermedio de existencia para ellas en el que convivir?
El mundo cambia, los planetas giran, las estrellas se forman y explotan, pero los misterios del universo siguen esperando ser descubiertos por el observador atento. Mis queridos terrícolas, también existen agujeros negros en vuestras vidas, malformaciones del hombre, de la mujer, de la mente humana, del ámbito cognoscitivo y también del difuso hipotético, quizá mucho más interesante.
Ahora, como no podía ser de otro modo, el arte octal empieza a descubriros cosas que asustarían a los más puritanos y fascinarían a los más apasionados. Hasta hace poco, estabais acostumbrados a tenerlo todo bajo control, a sujetar vuestros fantasmas y demonios a universos alternativos encerrados en pantallas y transistores.
Pero ellos han salido de sus prisiones para manifestarse a vuestro alrededor, para demostraros que no sois más que individuos de un complejísimo sistema que a todas luces os viene tenebrosamente grande. Eso sí, todavía necesitan ese paso intermedio que les permita viajar a caballo entre lo cierto y lo onírico, siempre tan estrechamente unidos.
No estoy divagando ni confeccionando ninguna fantasía en absoluto. La realidad aumentada (RA) ya está aquí, entre vosotros, junto a vosotros. Un concepto nuevo, de reciente aparición, que engloba la capacidad de añadir nuevos elementos al entorno que nos rodea, utilizando los dispositivos adecuados. Como sé que muchos no me entenderán, voy con unos ejemplos.
La aplicación directa más destacada de este concepto se representa en los teléfonos móviles, en concreto para las plataformas iPhone y Android . Actualmente ya se ha desarrollado software de RA para los dispositivos asociados a dichas tecnologías que añaden información turística u orientativa al paseante urbano.
Para los más curiosos, esta vez no pongo las referencias dentro del texto, sino que las coloco todas aquí juntitas en una lista para que las miréis una a una o todas de golpe, dependiendo del número de cerebros concurrentes que tengáis:
Debido a esta explosión de posibilidades, ya están floreciendo por todo el mundo algunas empresas y proyectos profesionales dedicados específicamente a este concepto y tecnología. No citaré ninguna para no dar publicidad pero no es difícil encontrarlas buscando un poco. En concreto sí me parece curioso mencionar el nuevo número de Esquire que ha sacado una edición especial con RA .
Por último dejo para el final lo que para mí es lo más destacado, obviamente: la altísima aplicación dentro del mundo de los videojuegos. Ahora que ya sabéis lo que es la RA, puedo hablaros de cómo ésta ha metido la cabeza dentro del octavo arte con los títulos que se avecinan próximamente.
Invizimals: Desarrollado por Novarama, un estudio español y editado por Sony, este juego resultará todo un bombazo mundial . Fue presentado en el E3 así como en el Gamelab y ya dejó muy buena impresión. El objetivo del juego, orientado a un público infantil, es descubrir pequeñas criaturas escondidas por los rincones de nuestra propia casa, cazarlos, mejorarlos, hacerles luchar entre ellos, etc. Sí, hablamos de una especie de Pokemon en la vida “real”. El dispositivo empleado para jugar será la PSP con una cámara digital como accesorio incluido.
EyePet: En una línea muy similar podemos tener una mascota virtual en nuestra PS3 a la que podremos cuidar, duchar, dar de comer, jugar, interactuar, se paseará por nuetra mesa del salón, le daremos una palmada y saltará, lo podremos acariciar, etc. entre un sinfín de acciones. También de la mano de Sony este título promete ser un exitazo sin precedentes entre los niños a nivel internacional.
Supongo que os habré dejado a todos con la boca abierta, que muchos de vosotros no sabíais que esto estaba llegando. No os engañéis, no está llegando. Ya está aquí. Si bien ya empezó la cosa un poco con aquel ya lejano EyeToy y hemos visto cosas similares en películas como Minority Report, este aparentemente inconcebible futuro de ciencia-ficción es ya un presente de magia-realidad. Cada uno que se lo tome como quiera.
Pese a todo, siempre quedará el encanto de las cosas invisibles, aquello que por más que miremos no sentiremos, porque a estas alturas creo que no hace falta decir ya que no hay más verdad que el arte y sus manifestaciones.
Y el que me lleve la contraria, está muerto… Aunque respire.
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“Ves cosas y dices “¿Por qué?” pero yo sueño cosas que nunca fueron y digo “¿Por qué no?”.”
Bernard Shaw, George
“Odio la realidad, pero es en el único sitio donde se puede comer un buen filete.”
Woody Allen