Para qué le voy a negar al lector amable que la referencia pascual me venía al pelo. Aunque también es posible que me denuncie la jerarquía eclesiástica por canviar el sexo de la virgen María, como le sucedió recientemente en Francia a Marithé et François Girbaud por feminizar la Santa Cena. Y luego dicen que son un estado laico…

Pero no es de la aconfesionalidad y la laicidad de lo que quería hablarles hoy. Lo haré otro día. Hoy quería comentar la intervención del senador socialista Arcadio Díaz Tejera durante la discusión de la proposición de ley de Convergència i Unió para la creación de un permiso de paternidad de cuatro semanas independiente del de la madre, el pasado nueve de marzo. Por si no han seguido el tema, el texto fue aprobado en el Senado y remitido al Congreso, con el voto en contra del Partido Socialista. Yo también hubiese votado en contra: ¡cuatro semanas! ¿Alguien en su sano juicio cree que cuatro semanas son suficientes para que el padre asuma en igualdad con la madre la responsabilidad del cuidado filial?

Para mi sorpresa (relativa, todo he de decirlo), ése no fue el argumento para rechazar la proposición de ley. ¿Saben cuál fue el principal? “De los 250.000 permisos por maternidad registrados, sólo un 1,6 por ciento corresponden a hombres. Me pregunto por qué se mima tanto a un colectivo que, pudiendo acogerse a este derecho no lo hace, y se descuida al resto”. No lo hace porque no es su permiso de paternidad, sino el permiso de maternidad de la madre, el que el padre puede utilizar en la actualidad. Y muy pocas madres estan dispuestas a renunciar, con razón, a un derecho ya de por si exiguo. Les recuerdo que en España la baja por maternidad son seis semanas, y la licencia por maternidad diez, que puede asumir el padre siempre con el consentimiento explícito de la madre. Es decir, no existe un permiso de paternidad. No tenemos derecho a él, y como argumento para negárnoslo se nos dice que no obligamos a las madres a renunciar a “su” derecho en nuestro favor. Hay que joderse.

Pero no se vayan todavía, aún hay más. Lean, lean: “En cualquiera de los casos, la pregunta es cómo legislamos. ¿Consultamos a las asociaciones que representan a quienes durante décadas han estado luchando por estos derechos o no? (...) Y esto es lo que ha hecho este ponente en nombre del Grupo Parlamentario Socialista, le ha preguntado a las profesionales que trabajan en la rama de salud, en la perspectiva de género desde hace algunas décadas.”

¿Pero no se trataba del permiso de paternidad? ¿Y sobre el permiso de paternidad hay que preguntar sólo “a las profesionales”? Pero claro, ya se ha dicho que los padres no “merecemos” el permiso porque no nos portamos bien, por tanto, ¿cómo se nos va a consultar nada?

El lector amable sabe lo que hay en el fondo de todo esto. Que la crianza de los hijos es cosa de mujeres. Dicho finamente, tal y como lo sigue diciendo mi ex, feminista de pro: la madre cuida al niño, y el padre cuida a la madre. Para este viaje no hacían falta alforjas, ni tan siquiera viaje: en la caverna ya nos apañábamos.