Raúl Pérez Cobo es poeta y articulista. Edita la bitácora inculatorias. Colorado post se dejó de actualizar en abril de 2006.
Las neuronas se lanzan suicidas en el mar del encéfalo ante el abordaje de los piratas spots televisivos. Mi tripulación de células visuales, al mando del capitán dioptrías, pierde la brújula y el timón del cerebelo. Los anuncios bombardean con salvas capitalistas mi pobre armada burguesa. El cuerpo es una tabla que se pudre. El áser, la fibra óptica, abren fuego sobre el camarote-comedor-puente de mando-sala de máquinas de los cromosomas que soy. La televisión me hace una oferta a la que no puedo rendirme. Yo estoy en otro idioma, intento esgrimir la radio —aunque es un arma obsoleta, senil, donde su tripulación, encerrada entre su reducido espacio habla y habla y habla… escondida…—. Invoco lo oral y se caen las palabras de los libros de mi biblioteca. La televisión se alía con los cuadros de los museos que no me permite ver, yo me uno en una alianza, pronta con el tocadiscos a cuarenta y cinco revoluciones por minuto…Un oído ha dejado ciego a un ojo, la mitad de mis dedos me son afines, una mano está con las fuerzas rebeldes. La insurrección sube el volumen de sus anuncios… Apelamos a Wagner, un coche último modelo con una supermodelo saltan de la pantalla a mi sillón, estoy rodeado de mujeres en una playa del Caribe, me ofrecen unas vacaciones lujuriosas, San Juan de la Cruz ha caído, se cae de entre mis manos. Yo repito las odas de Fray Luis, suena en el equipo de alta fidelidad un canto gregoriano, Queen canta por la tele “Who wants to live forever”... Cada treinta segundos 625 líneas un tubo de neón, como el camino de baldosas amarillas de Dorothy me lleva a Kansas… el vídeo está conmigo…
2006-04-17 01:17
Visionar un video contigo debe ser toda una aventura.