Raúl Pérez Cobo es poeta y articulista. Edita la bitácora inculatorias. Colorado post se dejó de actualizar en abril de 2006.
Estoy marginado, al borde del margen: es la verdad. Estudio una lengua incomprensible: soy neoyorkino y vivo sin acentos. Los acentos son una carga de tinta innecesaria. Estoy marginando: no ignoro que hay una diferencia sustancial entre lo escrito y lo que se habla. Entonces, no hay que distinguir entre dos. Porque en lo diferente vemos lo que en la norma hacemos.
Un acento supone en mi lengua un tono y un tono en la suya supone un esfuerzo, una carga.
De ese modo, para que me leyeran, no tuve que teclear esa diagonal figura que nos sirve de frontera. Si la lengua de Cervantes es un acento irreductible, para el norteamericano existe solamente como un grito por encima de cualquiera, una forma de hacerse notar.
Dejemos aquello de: “una lengua, una espada y un imperio”.