Raúl Pérez Cobo es poeta y articulista. Edita la bitácora inculatorias. Colorado post se dejó de actualizar en abril de 2006.
Para dar un paseo por el mundo hay quienes se sientan en su butaca, se ponen las botas de aventurero, barba justamente salida del trabajo, su uniforme de Rommel o de Miguel de la Cuadra y enchufan el National Geographic. De repente el comedor se puebla de africanos tribales, no salvajes, selvas, pirámides, arena y el tipo se siente el cazador que parte hacia el Monte Mutia en busca de marfil, un tipo que va a llevar espejos para la mejora del comercio internacional, las relaciones y las superestructuras.
El mundo dicen que es un lugar complejo. Un brujo de Oriente puede afirmar que lo invisible es tranquilo, en Occidente lo invisible no existe puesto que no tiene cuota de “share”, sin audiencia no eres nada —ni siquiera un programa sobre espectros—.
Por lo tanto, se aconseja una silla confortable ya que los viajes son muy cansados —puesto que en treinta segundos puedes haber pasado del Amazonas a la cuenca del Rhin.
Y es que en Occidente perdemos el viaje espiritual por las bebidas espirituosas. Ya no peregrinamos hacia las Fuentes del Nilo, las tenemos embotelladitas al alcance de la mano, del mando de la tele. Uno debe sentirse al abrir la nevera igual que Admunsen al descubrir el Polo.
Por ahora, para paradoja anuncian el “Turismo de Aventura”, bromas de la lengua o de la legua casera. “No sabemos hasta donde puede llegar el hombre”, rezaba un anuncio, los turistas como aventureros, el ideal de Occidente.
2006-02-10 01:52 Algunos quisiéramos que nuestro viaje en la vida acabara – ya – como el de un Arthur Gordon Pym cualquiera…
2006-02-10 19:47 Estimado Josef M, si hubiera forma de escoger acabar el viaje escogeria hacerlo como un romano: en Baelo Claudia, para escribir odas al estilo de Horacio.