TdC es un diario de lecturas, un viaje semanal por la cultura. Marcos Taracido es editor de Libro de notas. Escribió también las columnas El entomólogo, Jácaras y mogigangas y Leve historia del mundo [Libro en papel y pdf]. Ha publicado también el cómic Tratado del miedo. La cita es los jueves.
Clubes de lectura (Óscar Carreño, Editorial UOC, 2012). Un elogio de los clubes de lectura y de cómo deben funcionar. No aporta mucho si ya estás en el tema, y es una buena introducción si no lo estás y te interesa.
Regreso al mar (Satoshi Kon, Planeta deAgostini, 2013). Se lee con agrado, pero, siento decir esto, empalidece si pensamos que el tono tiene muchas coincidencias con las historias de Taniguchi.
Maldiciones (Kevin Huizenga, La Cúpula, 2007). Pues me gustó más que El reino salvaje. Aquí las historias cortas están mejor estructuradas y tienen un norte hacia el que mirar y el hilo conductor del personaje Ganges, pero sigue habiendo un viento helado entre los dedos de Huizenga y mis ojos.
El discurso vacío (Mario Levrero, Caballo de Troya, 2007). Levrero ya es para mí uno de los nombres esenciales de la literatura. Caza de conejos es aún –a falta de leer algunos de sus libros– para mí su obra maestra, pero esta novela es otra maravilla que mezcla el diario, con la burla, el absurdo, el humor y el patetismo: un hombre que pretende cambiar su vida a través de una serie de ejercicios que mejoren su caligrafía.
Tú me has matado (David Sánchez, Astiberri, 2010) y Videojuegos (David Sánchez, Astiberri, 2013). El hielo de los cómics de David Sánchez no está en la recepción que hacemos de ellos, sino en la propuesta narrativa, en el dibujo, en los personajes, y es un hielo enriquecedor porque crea un ambiente único, un trasunto perverso y distante de nuestro mundo, terriblemente duro y, seguramente, terriblemente cierto. Tú me has matado es un cómic estupendo, en la línea de su No cambies nunca, ambos una mezcla entre Trantino e Ingmar Bergman. Videojuegos no me ha gustado tanto, un minilibro con una historia pequeña, en todos los sentidos.
La muchacha salvaje. 1. Nómada (Mireia Pérez, sins entido, 2011). Qué frescura esta primera entrega, y qué ganas de que llegue la segunda. Un dibujo tosco y entrañable para una aventura prehistórica de superación y libertad. Gran acierto el premio FNAC-Sin Entido de Novela Gráfica.
Vapor (Max, La cúpula, 2012). Me interesó, y me gustó más que Bardín, más unitario y personajes más definidos y atractivos, pero hay algo en Max que no llega a mí del todo, problema mío supongo.
Let’s Pacheco! (Pacheco & Pacheco, Caramba!, 2011). Agradable, simpático… bien, ni más ni menos: ni revoluciona este género tebeístico en boga del diario-costumbrista-familiar un poco gamberro, ni lo afea en absoluto.
El hematocrítico del arte (El Hematocrítico, Caramba!, 2012). No me había precipitado a leerlo antes porque pensaba que no me aportaría nada si ya seguía el portentoso tumblr, pero me equivocaba: no sólo el prólogo de Vigalondo es muy clarividente e instructivo, sino que los cuadros retitulados son la crème de la crème.
La autopista del sol (Baru, Astiberri, 2003). Otro gran nombre que se me atraganta un poco. Digamos que me acuerdo muy poco de una obra que leí hace 20 días, lo que dirá poco de mí, pero seamos justos: también de ella. Nada malo que decir, y nada memorable.
Propuestas para una escuela del siglo XXI (Fernando Trujillo Sáez, Catarata, 2012). Comentada en Escuela del siglo XXI.
Perros del desierto (Francisco Serrano, Editorial Alegoría, 2012) y Nigromancia en el Reformatorio Femenino (John Tones, Editorial Alegoría, 2012), ambas de la colección Memento Mori. Me vais a permitir que calle ahora y deje para más adelante un artículo monográfico. En cualquier caso, que nadie dude en empezar a leerlas, cualquier lector la del señor Serrano, un lector más pulp la de don Tones.
Huida hacia el sur (Slawomir Mrozek, Acantilado, 2008) y El elefante (Slawomir Mrozek, Acantilado, 2010). La primera es una novela, la segunda un libro de relatos. Perfecto para entender que el tipo de humor que practica Mrozek, de gags, largos y complejos a veces, pero gags, situaciones absurdorealistas, se desenvuelve mucho mejor en el texto breve que en largas extensiones. La novela, pues, se lee bien, con una sonrisa permanente, pero Mrozek se vuelve genial en los cuentos, de ese tipo que, aún siendo algunos de clara crítica a un sistema político determinado y su burocracia, se mantienen tan frescos que amplían, explican o dan la vuelta al mundo que nos rodea.
La Hermandad de los Historietistas del Gran Norte (Seth, sin sentido, 2013). Ya me encantó _Wimbledon Green, y este libro no cambia más que el tema, y no demasiado, pues casi parece el reverso de aquel: es la historia de una asociación de comiqueros canadienses y de una de sus sedes. Mismo precioso diseño, misma delicadeza en la creación de personajes, misma ironía y cariño para el tema tratado.
Guía del mal padre (Guy Delisle, Astiberri, 2013). Muy divertido. Situado entre las novelas gráficas para adultos y sus libros para niños, este cómic se compone de una serie de episodios en los que Delisle personaje muestra su-nuestro comportamiento poco adecuado si se quiere optar a un premio de paternidad.
Dalí (Baudoin, Astiberri, 2012). Pues no esperaba demasiado y me sorprendió gratamente, porque Baudoin logra que muchas de sus páginas interpretando cuadros de Dalí superen en belleza al original.
Hora de aventuras 2 (Ryan North, Shelli Paroline, Braden Lamb, Norma Editorial, 2012). No conocía la serie televisiva más allá de unos pocos segundos de atención y me ha parecido una locura maravillosa, intrincada y asequible a un tiempo.
Abrazos (Jimmy Liao, Barbara Fiore Editora, 2012). Liao es maravilloso, y no sé si hay algún autor capaz de reflejar la ternura como él. Y Abrazos es tan empalagoso como emocionante, y la historia-marco del león que rechaza inicialmente ese libro de los abrazos es lo que termina de convertir en precioso al libro.
El libro de los insectos humanos (Osamu Tezuka, Astiberri, 2013). Tenía muchas ganas de leer este cómic publicado en Japón en 1970. ¿Y? Pues puro Tezuka: grandes personajes, narración compleja y perfectamente estructurada y bordeando siempre el melodrama. Más en el estilo de Adolf, que en Buda o Fenix, pero no tan ambicioso como esos.
Solaris (Stanislaw Lem / Joanna Orzechowska [trad.], Impedimenta, 2011). Nunca había leído/visto un acercamiento al fenómeno del contacto extraterrestre tan inteligente, maduro, estimulante y poco antropocéntrico. Inquietante, desasosegante, hermosa. Dejo de poner adjetivos para acabar con un verbo y un pronombre: léanla.