TdC es un diario de lecturas, un viaje semanal por la cultura. Marcos Taracido es editor de Libro de notas. Escribió también las columnas El entomólogo, Jácaras y mogigangas y Leve historia del mundo [Libro en papel y pdf]. Ha publicado también el cómic Tratado del miedo. La cita es los jueves.
Creo que ha pasado bastante desapercibido el hecho de que Los Croods es una pequeña maravilla, técnicamente hablando y, sobre todo, por su apuesta arriesgada por escoger la fábula (hábilmente modernizada y enmascarada) para contar su historia. Y su historia es muy hermosa, porque habla del momento en que el hombre incorpora la imaginación y la fantasía a su manera de afrontar el mundo: y escojo cuidadosamente el verbo afrontar, pues es la fantasía la que permite al cavernícola iluminar el mundo que le rodea y abandonar el miedo. El leitmotiv es el poder del cuento, la fascinación que produce en el clan el momento de sentarse a escuchar un relato, y cómo ese relato pasa de ser la experiencia diaria ligeramente ficcionada para darle un carácter aleccionador y didáctico a convertirse en una ventana a lo maravilloso llena de luz y esperanza.
Y la apuesta estética es otro gran acierto: la película muestra un mundo prehistórico en el que vemos la vida en clanes, la caza de supervivencia, la introducción de las herramientas, el fuego, y todo ello, caricaturizado y simbolizado, dentro de una flora y una fauna maravillosas, que juegan con nuestro concepto de animales extintos y fabulosos para crear ingeniosas mezclas de perros con dinosaurios, pterodáctilos con tortugas, pirañas con loros, ballenas con hipopótamos o plantas carnívoras con babosas… mostrando con la estética el camino que sufren sus protagonistas: la ficción es una herramienta imprescindible en la construcción del futuro.