TdC es un diario de lecturas, un viaje semanal por la cultura. Marcos Taracido es editor de Libro de notas. Escribió también las columnas El entomólogo, Jácaras y mogigangas y Leve historia del mundo [Libro en papel y pdf]. Ha publicado también el cómic Tratado del miedo. La cita es los jueves.
Empecé marzo con una nueva constatación de cómo el cómic es en estos momentos el contenedor más completo, el cauce idóneo para la heterogeneidad y la libertad creativa. Jacobo Fernández Serrano, en Lois Pereiro (Xerais), tiene la osadía de aunar una semblanza biográfica, con un retrato generacional y un poemario. Perfecto para acercarse a la figura y la obra del poeta gallego.
El Aleph. Ignoro quién escoge las obras de lectura obligatoria para el último curso del Bachillerato español, pero me imagino una reunión de intelectuales sabios, de exquisito gusto, de exigente criterio lector… y de astronómica ignorancia respecto de la preparación de un estudiante de diecisiete años. Hacía muchos años que no releía estos cuentos de Borges y disfruté tanto como sufrí pensando en cómo hacérselos leer a mis alumnos: todo es un muro, el lenguaje intrincado y retórico, la referencias metalingüísticas y filosóficas, las tramas circulares y laberínticas. Ya de elegir a Borges, creo que cualquiera de sus otros libros hubiese resultado más asequible. Y de nuevo un gran placer fue su lectura.
R.U.R., de Karel Čapek. Muy curioso: una obra de teatro de ciencia ficción escrita por un checo en 1920. Hábil, ágil y una contradicción luminosa: perfecta hija de su tiempo su representación (lectura) hoy no perdería ni un ápice de interés. La tecnología devoradora de sus padres y la identidad del androide en un mundo de humanos.
El beso de Judas: fotografía y verdad (Gustavo Gili), apasionante ensayo de Joan Fontcuberta sobre su tema predilecto: las difíciles fronteras entre realidad y ficción desde el punto de vista fotográfico.
Ventajas de viajar en tren y Reconstrucción, ambas en Tusquets y ambas de Antonio Orejudo. Estoy en plena lectura de su última novela, que ayer retiré con alegría de la biblioteca, y me reservo un comentario más extenso para las tres. Gozo.
La ciudad (Frans Masereel, Nórdica). Le dediqué un artículo.
Misrata calling (Alberto Arce, Libros del K.O.). Crónica de un periodista freelance que se va para Libia en plena guerra de redocamiento de Gadafi. Aunque casi nada sale como él quería y el relato es muy amenudo una constatación de sucesivos fracasos, el libro resulta apasionante, un gran ejemplo de periodismo de guerra en el siglo XXI.
Amadís (Fernando Bartolomé / Garci Rodríguez de Montalvo, Nowtilus). Artículo sobre el libro y entrevista con el autor.
Acabé el mes con dos antologías poéticas: Poesía para niños de 4 a 120 años (La isla de Sistolá, Jesús Cotta, José María Jurado y Javier Sánchez Menéndez [Ed.]) y De lo imposible a lo verdadero. Poesía Española 1965-2000 (Antología) (Celeste Antonio Garrido Moraga [compilador]). Y estoy leyendo otra, y creo que me voy a guardar la opinión para un artículo sobre las tres. Muy sarcástico, mucho. La burbuja poética podría titularlo, y cualquiera de los múltiples sentidos de la expresión sería válido.