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Textos del cuervo por Marcos Taracido

TdC es un diario de lecturas, un viaje semanal por la cultura. Marcos Taracido es editor de Libro de notas. Escribió también las columnas El entomólogo, Jácaras y mogigangas y Leve historia del mundo [Libro en papel y pdf]. Ha publicado también el cómic Tratado del miedo. La cita es los jueves.

Conjúrote, demonio culterano

Hace mucho, mucho tiempo, hice un tímido intento de estar al día de los entresijos del Parnaso poético español, es decir, saber qué se publica, al amparo de quién, quién se pelea con quién, quién odia a quién, quién libela a quién, corrientes, tendencias, grupos, patetismo y dolor. Claudiqué muy rápidamente: demasiado aburrido, demasiado tiempo. En cualquier caso, me divierten las preceptivas, las tomas de postura y los ataques, y me sorprende la cantidad de literatura dedicada al tema y la repercusión histórica y mediática que tiene siendo la base que lo sustenta, la poesía, tan insignificante socialmente; quizás la razón sea el inmenso ego de los poetas y la desmedida visión que tienen de su propia importancia.

Y eso es lo primero que pienso de este manifiesto que me llega, Defensa de la poesía, que se toman demasiado en serio a sí mismo y que ven a la poesía como don Quijote a los molinos: desmedida. No, la poesía no mueve montañas ni va a comunicar nada a las masas ni a cambiar la sociedad. Se trata de una poética en la estela de las preceptivas sociales de los 50, y francamente, uno puede hacer una lectura histórica de aquellas poéticas y comprenderlas en su contexto, pero ¿repetirlas?

Por lo demás, permítanme la claridad: el panfletillo da vergüenza ajena, y sería absolutamente ninguneable sino fuese porque se trata del prólogo a una antología de la editorial Visor con 10.000 ejemplares editados y su distribución en buena parte de Hispanoamérica. Ojo: la opción poética que defiende no la comparto en absoluto, pero me parece perfecto que haya quien la escoja por decisión u obligación genética: lo vergonzoso es la calidad de los argumentos esgrimidos, las razones y las causas, y lo patético que resulta que la opción que con toda claridad defiende, la poesía de la experiencia (aunque el texto la enumera como una de sus influencias) se muestre como víctima de un monopolio, cuando en las dos últimas décadas han copado la inmensa mayoría de las publicaciones, premios y puestos destacados en el Parnaso español. Eso es quizás lo más absurdo del arte poética: que pide anular el resto de opciones para presentarse como la única válida en la sociedad actual. Muy triste. Toda su prosa recuerda inevitablemente a la exigencia del gobierno soviético a sus escritores de narodnost, una especie de conciencia constante de que se escribe para el pueblo y de que el arte tiene que ser legible para las masas.

En fin, sus argumentos ya fueron ampliamente rebatidos, entre otros por Hernández Lloreda, pero yo, al contrario que ella, no pienso leerme la antología por una sencilla y quizás radical razón: cualquier poeta que haya aceptado ese prólogo no merece mi tiempo. Y sólo en ese ambiente de luchas y empujones y ensimismamiento poético se puede entender la Carta abierta en defensa de la pluralidad y la convivencia poéticas, cuyos puntos suscribo uno por uno por pura obviedad, pero que creo absolutamente innecesaria porque supone estimar en algo el pasquín y sobreestimar el poder de la letra escrita.

Calidad, y humor:

—Conjúrote, demonio culterano,
que salgas deste mozo miserable,
que apenas sabe hablar, caso notable,
y ya presume de Anfïón tebano.

Por la lira de Apolo soberano
te conjuro, culterano inexorable,
que le des libertad para que hable
en su nativo idioma castellano.

—¿Por qué me toques bárbara tan mente?
¿Qué cultiborra y brindalín tabaco
caractiquizan toda intonsa frente?

—Habla cristiano, perro. —Soy polaco.
—Tenelde, que se va. —No me ates, tente.
Suéltame. —Aquí de Apolo. —Aquí de Baco.

Lope de Vega, _Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos, 1634

Marcos Taracido | 02 de junio de 2011

Comentarios

  1. Miguel A. Román
    2011-06-02 14:49

    Eso te pasa por leer los prólogos. Yo nunca lo hago, en previsión de que —como te ha pasado a tí— me suponga un encofrado de la lectura.

    Me pregunto por qué esa obsesión por dilucidar un sentido o razón de ser de la poesía (y no hablo solo de ese manifiesto, sino de todos los intentos analíticos que hubo, hay y habrá).

    La poesía, a diferencia de otras manifestaciones estéticas, tiene VOZ; y si ella misma no sabe explicarse será porque el enunciante no quiere que se explique o porque no hay explicación posible.

  2. cc rr
    2011-06-02 16:01

    “¡ dios te libre de los prólogos largos!”

    Dijo Borges, después de un prólogo de varias páginas.

  3. María José
    2011-06-02 16:22

    Miguel Ángel, yo también lo he leído y no como prólogo (no tengo el libro) sino como supuesto manifiesto de poetas contra no se qué poetas que está en la página de Visor. Y estoy de acuerdo contigo en todo, salvo que creo que todas las manifestaciones estéticas tienen voz, aunque no siempre se expresen en palabras. La propia obra es la voz.

  4. Marcos
    2011-06-02 17:53

    Como dice María José, me llegó un enlace a la página web de Visor, no lo leí como prólogo del libro. Por otro lado, no soy capaz de saltarme los prólogos, es como una especie de superstición estúpida.

    En realidad, hay muchos diferentes tipos de artes poéticas, a mí los que me parecen más legítimos son aquellos que tratan de dar sentido a su propia poesía, que tratan de explicarla o apuntar claves; las otras, las preceptivas, las que dicen cómo ha de escribirse poesía, pues eso, aburren, aunque reconozco que es muy divertido verlo desde el punto de vista histórico, siempre y cuando haya calidad en las propuestas, cosa que en este caso no hay por ningún lado.

    Saludos

  5. germán
    2011-06-02 18:49

    Me ha sucedido igual: intenté estar al día con el Parnaso, no el español, sino el latino-americano, y a la postre desistí. Imposible brindar tanta atención de forma gratuita a tanta gente que pide su atención de manera infinita. Quizás eso me alejó de las nuevas tendencias (donde, hace un lustro, predominaba lo que di en llamar el «cloacalismo»). De todos modos, hay algo que me preocupa: en defensa de la «poesía oscura» se ha protegido algo que, oscuro por demás, no parece ser poesía, aunque goce del amparo de ese mote. Se ha impuesto, en ancas del valor de lo plural y de la tolerancia crítica, un «todo vale» que a más de uno le viene provocando ganas de patear el tablero, o de alejarse, chiflando bajito (mi caso, este último). Claro que la solución no pasa por dar títulos de nobleza, ni volver a los 50 o a alguna forma de neoclacisismo, aunque algunos así lo entiendan. El tiempo hará su trabajo, pero ya no veremos su resultado. Abrazo.

  6. María José
    2011-06-02 20:27

    Pero German, no sé que es eso de la defensa de la “poesía oscura”, me pica la curiosidad y quiero saber de qué habláis.

  7. german
    2011-06-02 23:38

    María José: si yo apilo una serie de sustantivos y adjetivos que suenan más o menos extraños y escribo: “antes de mirar / vergüenza / un simposio / anulado en reserva / mal agüero / centrifugada la codicia / el secreto” y sigue. ¿Qué dice este poema? ¿Es poema? ¿Puede pasar como tal? ¿Basta que quien lo escriba lo publique en un libro de poesía y diga, este es un libro de poesía, y salga al público, y entonces: seamos tolerantes, aceptemos su diversidad. Hablo de cosas por el estilo.

  8. María José
    2011-06-05 00:57

    German, si de lo que hablo es que no he leído poetas de este tipo, no que no los haya, y estoy harta de buscar todo tipo de poesía, así no entiendo cómo pueden estar dominando el panorama.

  9. Alberto
    2011-06-05 15:32

    ¿Porque el panorama es muy pequeño?

  10. Marcos
    2011-06-05 22:18

    O yo me he perdido algo, o hay malentendido. Entiendo que Germán dice que el lado opuesto al de la “poesía para el pueblo” es peligroso en el sentido de que bajo la oscuridad se mete cualquier cosa; no me parece que diga que eso está muy extendido, ¿no Germán? Pero es que al final la única distinción posible es entre buena poesía y mala poesía, y de ambas hay en toda tendencia.

    Saludos

  11. María José
    2011-06-06 21:07

    Pero los del manifiesto sí dicen eso y yo le he entendio a Germán que sí hay un tipo de poetas que están imponiendo esto. Pero, ya veo, que la que está perdida soy yo.

  12. germán
    2011-06-08 04:14

    Ahora que lo pienso, quizás en América la situación es distinta que en España. Aquí sí está extendido el fenómeno del todo vale (entiéndase, extendido tal como se puede extender cualquier cosa relacionada con la poesía): basta echar una ojeada en internet a las antologías de jóvenes poetas de distintos paises. Entre lo que explica Marcos y lo que entiende María José no hay contradicción. El manifiesto en parte responde a algo que se percibe en el ambiente (entiendo que no proponen soluciones válidas, pero perciben eso que yo también percibo). Y quisiera compartir eso de que la distinción es entre buena y mala poesía, pero antes habría que distinguir entre lo que es poesía (incluso mala) y lo que no. Y conste, no estoy en contra de la poesía oscura o hermética: es más, me gusta, y hasta la intenté. En definitiva, falta crítica, que más no sea para ayudarnos a ver el valor de la diversidad.

  13. germán
    2011-06-19 12:50

    El amigo Daniel Bellón ha publicado una nota en las IeR a propósito de este tema: es otra visión, ni discordante por completo, ni enteramente de acuerdo con lo que se ha dicho aquí. Vale la pena considerarla: http://www.islasenlared.net/tonterias-ante-la-incertidumbre
    Saludos.


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