«Quizás sea el momento de explorar otra percepción de los desvíos, de buscar desde otros ángulos, de observar en los destellos del espejo, de describir la ofuscación, de voltear la entelequia, de sopesar qué perversidad o cuál aborto corroe la naturaleza. Momento, quizás, para una nueva teratología.» #. Marcos Taracido escribe cada jueves Textos del cuervo. Teratología dejó de actualizarse en marzo del 2008. Foto: Joan Fontcuberta, El Ciclop, reproducida con el permiso del autor
La piel parece una frazada en fuga de los huesos, dispuesta y áspera como las escamas, pero mate en la tintura. Los pechos dos pezones agrietados. Un vello lacio y abundante cubre el sexo, aunque se perciben unos labios abultados, como la boca en grito de una vieja. Los ojos no descansan. No concibe; pudo notar en ocasiones cómo las células extrañas se abrazaban, pero al poco le llegaba por dentro el olor de una putrefacción escasa y cierta. Por eso roba los niños ajenos; por eso los repudia cuando descubre que no huelen a su vientre.
2007-09-06 22:42
Llevo horas pensando en qué decir. Y no me salen palabras.
Es horrible, Marcos. Horrible.
(En el sentido de que “causa horror”)
2007-09-12 18:04
Lo releo y digo, como Alberto; Marcos: es horrible del horror y del dolor que causa.
Si existiera el infierno, sería ese.
2008-08-09 09:42
no es tan dificil. Es una mujer que nunca pario y a la que le pesa no haberlo hecho. Y es porque no pario por decision de otro, no por ella misma.