Se publican aquí críticas de libros que por algún motivo —pequeñas editoriales, escasa distribución, desconocimiento del autor, fuera de modas— no aparecen en los medios y publicaciones tradicionales.
por Marcos Taracido
Razvan Petrescu
Ligeros cambios de actitud
El Nadir, 2010
195 páginas | 18 €
ISBN: 978-84-937363-3-0
http://www.elnadir.es
Krisztina Tóth
Código de barras lineal
El Nadir, 2010
179 páginas | 16 €
ISBN: 978-84-92890-6-4
http://www.elnadir.es
Importante es la labor que la editorial valenciana El Nadir está llevando a cabo para difundir en castellano la obra de autores en su mayoría centroeuropeos, escasa o nada conocidos por esta lengua; más elogiable es la labor si las obras editadas vienen de idiomas sin apenas tradición ni traducciones en la lengua de Cervantes: el rumano y el húngaro; y, en general, de autores y obras que hasta el momento han tenido poca repercusión en el parnaso literario europeo, aunque con méritos y peculiaridades muchas veces, no siempre a mi juicio, destacables. Esto, creo, representan Razvan Petrescu y Krisztina Tóth y los libros, ambos de relatos, que la editorial acaba de publicar: Ligeros cambios de actitud y Código de barras lineal respectivamente. Petrescu dice algo nuevo, aporta algo distinto, suma al lector una mirada con matices sugerentes y de interés que bebe directamente de los movimientos vanguardistas de principios del siglo XX para ahondar en las transgresiones que el humor puede aportar a la narrativa, un humor surrealista (que recuerda un poco, más comedido narrativamente, al de Jaime Rubio) que logra sus mejores hallazgos cuando explota al máximo la mezcla entre la delicadeza, el intimismo, la sorpresa y ese humor surrealista que sirve de muro que mantiene todo el relato en pie, sin derrumbarse hacia la fácil deriva de alguno de los elementos. aunque no siempre logra este equilibrio, en conjunto Ligeros cambios de actitud merece ser leído. ¿Y Krisztina Tóth? Obviamente desconozco el resto de la obra de la poeta húngara, pero por lo que se refiere a Código de barras lineal diré simplemente que no encuentro novedad en su propuesta, que sus relatos se leen con un agrado neutro que, salvo algún momento aislado, no han logrado que este que escribe se haya inmutado durante su lectura, y que quizás su mayor interés estriba en el acercamineto intimista a una etapa de la historia húngara marcada por un comunismo más abierto que en el resto del bloque soviético, etapa que vamos percibiendo a través de los recuerdos, deseos y esperanzas de la narradora.