Juanjo Seixas
Editor de Efímera
Me resulta difícil valorar lo acertado de un diseño sin conocer su propósito; en el caso de la propaganda política e ideológica, creo que este propósito, más que informar al público, está en convencer y reforzar o modificar la opinión pública. Ahí va mi intento de valoración personal de la gráfica electoral.
Partido Popular de Galicia
Observo el cartel del Partido Popular de Galicia. ¿Simple horror vacui o estrategia? El cartel es un abigarrado y confuso compendio de recursos gráficos que me parecen ordenados a hacer que el votante pase por alto lo que los estrategas del Partido consideran su punto débil, la edad de su candidato: la fotografía del candidato es lo último que vemos siguiendo el orden normal de lectura occidental, de izquierda a derecha; el slogan de la campaña, compuesta en un tipo sin serif, aparece desproporcionadamente grande si lo comparamos con la fotografía del candidato; el slogan de la campaña se basa en la fuerza de una palabra “máis”, que además utiliza un recurso gráfico de positivo y negativo, además de sustituir una de las letras por un signo positivo; el candidato oculta parte de su cara con su mano, mientras que el aparatoso nudo de su corbata naranja hace que nos fijemos más en el detalle que en el envejecido rostro iluminado por el fogonazo del flash; el fondo del cartel muestra una retícula cuadriculada con distintos tonos de azul, otro elemento más para diversificar la atención visual del observador.
PSOE-PSG / BNG
Las campañas de PSOE y BNG parecen coincidir en la intención de basarse en la claridad comunicativa. Ambas campañas se fundamentan en la economía de medios gráficos y en la legibilidad de la información; se valoran los espacios blancos, las tipografías son muy legibles y los candidatos se retratan cercanos y confiados. Personalmente, me parece más acertada la elección del slogan del BNG (“Un país novo”, jugando con el doble sentido de la palabra “novo” en gallego) que la del PSOE (me resulta difícil pronunciar “Móvome”, “movémonos”, ¿soy el único?)... Sin embargo, creo que la composición de la retícula del PSOE es más equilibrada que la del BNG, sobre todo por la colocación del logotipo del Partido.
Pero no son… ¿aburridas?
¡Qué aburrimiento!
Me pregunto si alguien podría identificar la orientación política de cualquiera de los partidos en función de su imagen gráfica. ¿Cambiaría mucho el resultado si simplemente sustituyésemos las fotos de los candidatos?
Creo que ningún estilo gráfico es políticamente más progresista que otro, pero existe un conjunto de intenciones que permitían tradicionalmente distinguir el talante progresista; por ejemplo, considerar la claridad comunicativa como premisa ética. Esta claridad venía de la mano de las composiciones asimétricas, los tipos de letra sin remate, las formas basadas en geometrías sencillas… Todo esto representaba el progresismo político hacia un mundo más justo y equitativo, hacia un orden social aparentemente más racional: el socialismo democrático internacional. ¿Cómo es posible que este lenguaje gráfico haya sido apropiado universalmente y alejado de su contexto natural? ¿Está esa gráfica “moderna” unida todavía a los ideales de progresismo político? ¿O es simplemente un estilo aceptable, comercial e ilustrado de ver el mundo que ha sido asumido tanto por el dinero corporativo como por las opciones políticas más conservadoras?
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2005-06-16 13:25 Muy acertado. Y esa falta de ideas y originalidad y mezcla en los carteles es reflejo de la falta de ideas de los partidos: no hay política ni políticos, sino propaganda y publicistas. Y malos.