Hoy les invito a una exposición en la Bibliotèque Nationale de France sobre Honoré Daumier. Por si no saben quien es este caricaturista francés del siglo XIX, una de sus litografías ilustra esta columna desde el primer día: una discusión literaria en la segunda galería. Esta imagen, junto a un apunte de Walter Benjamin en el Libro de los pasajes, “Un fabricante de pianos de Estrasburgo, Schmidt, construyó la primera guillotina”, han vigilado su marcha. La exposición, físicamente, está en París, en la histórica sede Richelieu (58 rue de Richelieu, por si van a París estas pascuas, felices ustedes), con un apéndice en la ochentera sede (arquitectónicamente hablando) François Mitterrand (quai François Mauriac). Si no disponen de posibles para la excursión (como yo), recréense con la exposición en la red linqueada más arriba, magnífica. Y que por contraste dice mucho de la miseria internetera de nuestra Biblioteca Nacional en cuanto a las exposiciones en línea se refiere. No se pierdan, porque de hecho forma parte de otra exposición, la serie histoire ancienne, sátira lacerante sobre el historicismo y el clasicismo en la sociedad burguesa de la capital del siglo XIX.

Que la disfruten.