La Factoría de Ultramarinos Imperiales ofrecerá a sus clientes, a través de la guillotina-piano —su dispositivo más acomodaticio—, un sinfín de discusiones vehementes sobre el arte y la cultura, y nada más. Josep Izquierdo es recargador de sentidos, contribuyente neto al imperio simbólico que define lo humano. Y si escribe, escritor.
Escribo a vuelatecla algunas reflexiones (pocas, de momento: habrá más) que me ha provocado el post Acerca de la producción de sentido de Roger Colom, en su blog “flâneur” Paseante extranjero: la teoría de redes como metáfora para caracterizar la no sé si economía o ecología de la producción de sentido en nuestro tiempo. Y no lo sé porque ambos conceptos me parecen defectuosos, en la medida que el primero remite necesariamente a relaciones de intercambio tasado en valor y precio, y la otra destila ese aire preservacionista que se impone sobre lo natural y que tan poco conviene a las relaciones entre humanos. Aunque en realidad existen las dos, cada una estudiando un ámbito de esa producción de sentido, y provocando en ocasiones una concurrencia de significados que alimenta, a su vez, la producción. El mercado de la producción de sentido tampoco me parece una metáfora válida: incide más en las relaciones entre productores y consumidores, pero al tiempo marca distancias claras entre unos y otros aunque todos lo seamos a un tiempo.
En cualquier caso, me parece que una de las consecuencias mayores de la red se deduce de su carácter básico de sistema de intercambio masivo de intangibles, entre ellos el dinero. A diferencia de los medios de comunicación tradicionales, unívocos o jerárquicos, en donde el par básico es productor-consumidor y en el que la producción de sentido desciende en una pirámide imaginaria desde el vértice a la base, desde el productor al público-consumidor, en la red no hay par, sino unidad básica a un tiempo productora y consumidora de sentido.
Si el mercado se desarrolla a partir de la abstracción de la materialidad del producto, como la conversión de patatas en dinero a través del valor y el precio, condición necesaria para su intercambio, en la red trabajamos directamente con intangibles intercambiables, que pueden (o no) ser traducidos en dinero. No digo que no se haga, simplemente digo que hacerlo en la red es una operación posible, pero no imprescindible para la existencia del mismo concepto de red, como sí lo es para la existencia del concepto de mercado.
Dejo para otro momento un tema que me parece mayor: todo nuevo paradigma de conceptualización desarrolla y es desarrollado por “instituciones”. En el mercado, Crédito, Bolsa, Banco, Productor y Consumidor, entre otros. En el nuevo paradigma que se introduce en el mundo del arte a partir del siglo XVIII son la Colección, el Museo, la Sala de conciertos, las Instituciones de enseñanza, el Artista, el Público. ¿Qué instituciones desarrolla y desarrollan la Red?
Lanzo más preguntas y dudas que respuestas, ya lo sé. ¿Consecuencia del carácter oral de la red?