Aunque contiene una curiosa mezcla de razones y pataleo, esta carta publicada en la web argentina Página 12 merece una lectura y una reflexión: Por una soberanía idiomática.
«Otro dato final, que no consta en el Informe: el 90 por ciento del idioma español se habla en América, pero ese 90 acata, con más o menos resistencia, las directivas que se articulan en España, donde lo habla menos del 10 por ciento restante. Estos números bastan para comprender el interés en discutir los destinos de la lengua: sus usos, su comercialización, su forma de ser enseñada en el mundo. Si fuera sólo un asunto económico no tendría relevancia el tema, pero afecta a las democracias, a la integración regional, a la soberanía cultural de las naciones.»
2013-10-06 15:35
Estaría bien que desglosaras por un lado el pataleo y por otro las razones.
2013-10-08 14:02
O no.
Al menos no en este espacio. Es solo una recomendación de lectura que, como explícitamente añado, merece la pena.
Sin embargo, mi comentario previo tiene la intención —tal vez no bien conseguida- de que, por el hecho de recomendarlo, no se interprete que apoyo todos y cada uno de los contenidos del texto. Máxime cuando mi posición personalísima en lo que concierne al respeto a las variantes del idioma español, la soberanía de los hablantes sobre su habla y qué pintan en todo eso las instituciones, vengo expresándola desde hace ocho años en varios de los artículos que he vertido puntualmente en este mismo medio.
Dejo por tanto a criterio del lector de LdN, adulto, inteligente y dotado de albedrío, evaluar cuál parte y porcentaje son ideas razonables y cuál aporta poco o nada (o incluso negativamente) al tema de fondo del escrito.
De todas formas, por si fuese necesario aclararlo, no confundamos pataleo con pataleta. El DRAE contiene definiciones sustancialmente distintas para ambos términos.
Por último, y por comparar estilos y discursos, vengan a cuento las palabras del director de la AAL, profesor José Luis Moure, hace escasos meses, y que incluyo hoy como recomendación: Nos obligan a elegir los mejores hijos para el DRAE