Este texto de Josep Sala Cullell tiene ya un mes, pero qué más da. Habla de aquellos que llegaron jóvenes al poder y allí se quedaron. La Generación T nos ha arruinado.
«Por tanto, muchos jóvenes han sido expulsados del mercado laboral pese a estar, a menudo, mejor preparados y formados que los trabajadores mayores, solo porque estos últimos estaban blindados por leyes hechas por sus compañeros de generación. Id, por ejemplo, a las redacciones de los periódicos y lo comprobaréis (becarios aparte). O en los hospitales. El argumento siempre fue “hay que proteger a los trabajadores de más de 50 años puesto que les será difícil volver a encontrar trabajo”. Pero por cada veteranos de 50 para arriba que hemos salvado, ¿cuántos jóvenes de 30 para abajo hemos condenado a la precariedad y a no poder formar su vida adulta?
¿Y qué decir de las vergonzosas prejubilaciones que se hicieron en grandes empresas y bancos, donde se mandó a gente de 55 a casa con pensiones astronómicas que pagamos entre todos? ¿Y de la brutal especulación inmobiliaria que fomentó la Generación T, a gran escala y a escala doméstica, que arruinó a cientos de miles de jóvenes atrapados en hipotecas imposibles? ¿Y de las deudas que provocaron nuestros líderes y que habrá que pagar durante décadas?»